INTRODUCCIÓN
Dentro de este panorama, el tema de la integración regional en América Latina y el Caribe (ALC) constituye un asunto de especial interés, debido a que su potencial nunca ha sido aprovechado cabalmente. Adicionalmente, en la actualidad existe una recesión o estancamiento en el mundo desarrollado, con el que se presenta una relación crucial en términos de inversiones, exportaciones y participación en cadenas globales de valor, al tiempo que se ha avanzado enormemente en la interconexión entre los países de la región latinoamericana y caribeña, gracias a los avances de las tecnologías de la información y la comunicación, los transportes y la apertura comercial. De esta manera, actualmente se cuenta con un mercado regional mucho más fuerte, el que tiende a verse favorecido por situaciones como el aumento de su población y la gran expansión de su clase media.
Sin embargo, aún persisten los principales problemas estructurales que han aquejado históricamente a la región, como las brechas de productividad respecto de las economías desarrolladas o las industrializadas de Asia, una elevada heterogeneidad estructural entre los 33 países de la región, la escasa diversificación de las matrices productivas y la distribución inequitativa del ingreso.
Para que la región pueda emprender en forma cooperativa un nuevo rumbo, se requiere de políticas compartidas de desarrollo productivo e industrial, dentro de una visión de desarrollo sostenible, mediante el impulso al desarrollo tecnológico de las diversas esferas productivas, explorando nuevos nichos que puedan aprovechar los avances en Investigación y Desarrollo (I+D); la conformación e integración de cadenas productivas en la región; la formación de proveedores y la facilitación del financiamiento de proyectos productivos, especialmente de las PYMES. Por supuesto, este proceso debe complementarse con la profundización de la apertura comercial y la construcción de infraestructura de transporte y comunicaciones, así como con estrategias de promoción de las inversiones intrarregionales y el comercio mutuo, tanto de bienes como de servicios.