REUNIÓN REGIONAL SOBRE LAS RELACIONES ECONÓMICAS, COMERCIALES Y DE COOPERACIÓN DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CON LA REPUBLICA POPULAR CHINA
Caracas, Venezuela. 16 de octubre de 2014 . Sala Andrés Bello, 5° Piso, Torre Europa. Sede del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).

ANTECEDENTES

En las últimas tres décadas la economía china creció a una tasa anual promedio de 10,4%, convirtiéndose en la segunda economía más grande del mundo, aunque a partir de 2009 ha bajado su ritmo de crecimiento. El dinamismo chino ha sido un importante factor de estímulo para las economías del mundo, y en especial para América Latina y el Caribe (ALC). En efecto, las relaciones económicas y de cooperación entre América Latina y el Caribe con la República Popular China han crecido a un ritmo acelerado en el periodo 2010-2014, siendo los países suramericanos los que más han intensificado y profundizado sus relaciones comerciales y de inversión con la economía asiática.

El rápido crecimiento de la demanda agregada de la República Popular China, ha potenciado los requerimientos de insumos para la producción, tales como materia prima y energía, así como, en menor medida, de bienes y servicios para el consumo final. Dicho incremento en la demanda agregada china presionó un alza sustancial en los precios de las materias primas en la primera década del siglo XXI, hecho que benefició de manera importante a América Latina y el Caribe a través de una mejora en sus términos de intercambio.

A consecuencia de los patrones de especialización productiva y comercial entre China y ALC, el intercambio bilateral suele resultar en déficits recurrentes de balanza comercial para la mayoría de los países de la región. Sin embargo, el crecimiento de los flujos de IED provenientes de China pudiera estar contribuyendo a disminuir dichos déficits, mediante el financiamiento de importaciones procedentes de China. Otra opción de financiamiento se deriva de entendimientos de carácter bilateral, como es el caso de los Fondos Mixtos según los cuales se financian inversiones directas mediante exportaciones a futuro del país receptor .

Otro rasgo notorio de esa relación es que China representa el mercado hacia el cual ALC exporta el menor número de productos, lo cual pone de manifiesto la elevada concentración y vulnerabilidad de esas exportaciones, las cuales están basadas mayoritariamente en un limitado número de productos primarios. En efecto, 73 % de las exportaciones de ALC a China en 2013 se concentraron en seis (6) productos, de los cuales sólo uno (1) no es materia prima (ONU COMTRADE, 2013)

Por lo tanto, aumentar el número, el valor agregado y la complejidad tecnológica de los bienes y servicios que los países de ALC exportan a China se convierte en un elemento clave para el diseño de una estrategia regional, orientada a mejorar los actuales términos de intercambio y establecer vínculos más diversificados, sólidos y duraderos con el país asiático. Asimismo, una estrategia de profundización y expansión de las relaciones económicas y comerciales entre ALC y China está directamente ligada a la transformación productiva de la región.

Por lo que respecta a las inversiones directas originarias de China, las cuales ascendieron a USD 9.200 millones que constituyeron el 5,3 % de la IED total recibida por ALC en ese año, las mismas se han dirigido mayoritariamente a garantizar fuentes de abastecimiento de materias primas y de energía. Han aumentado levemente, aunque se mantienen como un porcentaje relativamente bajo de la IED total en ALC. Además de materias primas y energía, se han venido concentrando en un puñado de sectores, tales como alimentos y tabaco, automóviles y comunicaciones (GDAE, 2013) . No obstante, aun con la actual desaceleración de su crecimiento, los grandes excedentes de ahorro de la República Popular China podrían encontrar importantes espacios de inversión en ALC para el procesamiento a gran escala de las materias primas de origen natural, así como de las múltiples iniciativas de infraestructura física, transporte y logística actualmente en desarrollo en ALC. Un mayor flujo de IED china podría no sólo redefinir la relación económica entre ambas partes, sino incluso estimular la transformación productiva de América Latina y el Caribe. Asimismo, la participación o co-participación de empresas manufactureras chinas en industrias de la región podría fortalecer los encadenamientos con empresas locales productoras de insumos, primarios e intermedios, contribuyendo a la inserción de ALC en las Cadenas Globales de Valor.

Por otro lado, en diversos estudios y encuentros (FOCALAE, 2013) han sido identificadas varias áreas en las cuales se podría profundizar y ampliar las relaciones de cooperación económica y técnica entre ALC y la República Popular China, tales como: educación y formación profesional, TIC, investigación y desarrollo, políticas ambientales, facilitación del comercio, infraestructura y mejora de las conexiones de transporte, etc.

De igual forma, en el ámbito bilateral o plurilateral China, entre China y ALC, se ha establecido una amplia gama de mecanismos de cooperación, que constituyen una buena base institucional que viabiliza el crecimiento y profundización de esa cooperación. Además, el acercamiento entre ambas Partes se ha incrementado notablemente en el período 2010-2014, mediante reuniones y mayores intercambios de visitas gubernamentales de muy alto nivel en ambas direcciones, que han conducido a la determinación de constituir el Foro de Cooperación CELAC-China previsto para ser establecido en 2015.