ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ECONÓMICAS, COMERCIALES Y DE COOPERACIÓN DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CON LA REPÚBLICA DE COREA
Lima, Perú. 09 al 10 de mayo de 2017

ANTECEDENTES

América Latina sigue siendo una región que presenta múltiples desafíos en materia económica, y que la hacen susceptible a los vaivenes de la dinámica de la economía internacional. Como muestra de ello, y según datos de la CEPAL (2015)[1], el crecimiento económico de la región se contrajo en 0,4% en el año 2015, y se espera que al finalizar el año 2016, la contracción media alcance el 0,6%.

Ante este escenario, resulta imprescindible incrementar la productividad regional y adelantar los cambios estructurales, que estimulen el desarrollo de actividades más diversas y con un mayor contenido tecnológico. Estos esfuerzos deben dirigirse a la ampliación de la base exportadora, y al desarrollo de políticas públicas en materia de innovación, ciencia, tecnología, empleo y educación. En este sentido, resulta claro que las experiencias de la República de Corea pueden contribuir de forma notable al diseño de un nuevo modelo económico más favorable para América Latina y el Caribe.

La República de Corea, que en 2016 cumple 20 años como miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ha tenido una exitosa experiencia en desarrollo económico y social. Destacan como pilares fundamentales de sus esfuerzos, la inversión, la innovación y el capital humano. Es así como el país ha logrado convertirse en una economía de altos ingresos, con una fuerte industria exportadora, amplio capital científico-tecnológico, cohesión social y logros educativos (OCDE, 2015)[2].

El apalancamiento reciente de su modelo de desarrollo se ha logrado a través del enfoque de la economía creativa, en el que la dinamización de la economía se da mediante la implementación de políticas públicas en las áreas de: internacionalización de la pequeña y mediana empresa; ciencia y tecnología, y sostenibilidad ambiental (crecimiento verde), además del estímulo a la innovación en el sector privado y a la colaboración con el sector público (Ibídem).

Las relaciones comerciales entre América Latina y el Caribe con la región Asia-Pacífico han venido expandiéndose progresivamente desde la década del ’80, alcanzando, para el 2014, un valor de 54.000 millones de US$.

Por otra parte, el valor del intercambio comercial de la República de Corea con el resto del mundo superó los 500.000 millones US$ en el 2014, tanto para las exportaciones como para las importaciones (Korea International Trade Organization)[3] y, según estimaciones recientes, se espera que alcance los 2 billones de US$ para el 2020, evidenciando las potencialidades de expansión comercial a futuro. No obstante, para que estas mejorías se reflejen también en América Latina y el Caribe, las relaciones comerciales entre ambas deben dinamizarse, ya que, en la actualidad, éstas siguen estando en niveles modestos y se presentan altos niveles de concentración en los términos de intercambio, en la relación productos exportados/importados, además de los mercados de destino y las industrias que abarcan a dichos productos (CEPAL, 2015).

En cuanto a la Cooperación para el Desarrollo de Corea con América Latina y el Caribe, se observa un crecimiento desde el año 2000, totalizando los 100 millones de US$ en el 2013 (CEPAL, 2015)[4]. Estos flujos de recursos han priorizado aspectos como la mitigación de las desigualdades sociales, el fortalecimiento de las capacidades administrativas, la mejora en la transparencia de la gestión pública y el fomento del desarrollo sostenible en la región.

Las relaciones entre la región y el país asiático deben incrementarse, partiendo del hecho de que América Latina y el Caribe puede aprovechar la experiencia del país asiático a fin de mejorar el diseño e implementación de políticas públicas a través del Knowledge Sharing Program, o descentralizar las fuentes de inversión regionales, que hasta los momentos provienen principalmente de China.

El SELA considera positivamente la expansión de las relaciones transpacíficas de sus Estados Miembros con la República de Corea, promoviendo los mecanismos necesarios para ir más allá del status actual de las mismas, que sólo se enmarca en el Memorándum de Entendimiento entre el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) y el Consejo Coreano sobre América Latina y el Caribe (CCALC) de 1999. Es así, que, en el marco de este espíritu renovador, el SELA con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República del Perú y la Universidad del Pacífico en Lima, preparó el Seminario Regional  "Análisis de las relaciones económicas, comerciales y de cooperación de América Latina y el Caribe con la República de Corea".



[1] Relaciones económicas entre América Latina y el Caribe y la República de Corea, avances y oportunidades: http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37918/S1500287_es.pdf;jsessionid=62B58B746F4F28C0292F0E3731271F57?sequence=1

[3] Korea International Trade organization: http://www.kita.org/kStat/overview_BalanceOfTrade.do

[4] Gobernanza global y desarrollo, nuevos desafíos y prioridades de la cooperación internacional: http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/38855/GobernanzaGlobalyDesarrollo.pdf?sequence=1&isAllowed=y