EL SELA PROPONE ESTRATEGIA PARA IMPULSAR LAS RELACIONES ECONÓMICAS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CON ÁFRICA

Caracas, 21 de junio de 2011.- Como parte de su proyecto de trabajo sobre la diversificación de las relaciones económicas externas de América Latina y el Caribe, el SELA elaboró el informe “Las Relaciones de América Latina y el Caribe con África: situación actual y áreas de oportunidad”, el cual fue presentado hoy ante representantes de sus 28 países miembros, en la sede del organismo en Caracas.

 

El informe realiza un análisis de las principales características de las relaciones comerciales y de inversión entre América Latina y el Caribe y las naciones de África. También analiza los temas de cooperación en los cuales hay experiencias y posibilidades de ampliación de las relaciones recíprocas, e identifica algunas de las áreas de oportunidad existentes para ampliar las relaciones económicas entre las dos regiones.

 

El SELA iniciará un proceso de elaboración de propuestas con vistas a fortalecer la relación de América Latina y el Caribe con países africanos, en el marco del consenso creciente acerca de la conveniencia y necesidad de diversificar las relaciones económicas externas de los países de nuestra región.

 

El SELA señala que América Latina y el Caribe y África están pasando por un buen momento económico y su futuro se aprecia prometedor. Ambas regiones comparten los retos del desarrollo, del crecimiento y de la desigualdad, y ambas son regiones con población joven y vastos recursos naturales así como con buenas perspectivas de crecimiento económico. Aunque América Latina y el Caribe y África parecen estar en órbitas totalmente distintas, en el pasado reciente se ha dado un impulso a la relación birregional y al desarrollo de mecanismos institucionales que le pueden dar sustento a esta relación con una visión de largo plazo.

 

El andamiaje institucional de acuerdos bilaterales entre los países de la región y de África refleja la existencia de una rica agenda en temas de cooperación para el desarrollo, crecimiento económico, reducción de la pobreza, protección del medio ambiente, cultura y educación, eficiencia energética y utilización de energías renovables, así como coincidencias importantes en foros regionales y multilaterales.

 

El componente más rico de la relación bilateral y birregional -indica el SELA- se encuentra en la agenda de cooperación tanto a nivel bilateral como regional. La relación entre América Latina y el Caribe con los países del África ha recibido un renovado interés a partir de la creación del mecanismo de Cumbres América del Sur-África (ASA), el cual se ha convertido en un motor de propuestas para acercar a ambas regiones a través de agendas de cooperación.

 

El lanzamiento en 2006 del proceso de Cumbres América del Sur – África es reflejo de la forma en la que ambas regiones han elevado la importancia estratégica de sus relaciones.

 

El informe del SELA señala que la relación África-América Latina y el Caribe, pero de manera particular la de Cuba y Suramérica con los países africanos, busca construirse a partir de agendas en donde la cooperación y el diálogo político juegan un papel protagónico. Hoy ambas regiones son más conscientes una de la otra, lo que abre un abanico de posibilidades y oportunidades, en torno a los más diversos temas de colaboración.

 

Sin reconoce por parte del SELA que se observan aun pocos avances y grandes posibilidades de complementación en la dimensión económica donde el comercio, la inversión, el turismo y la colaboración económica aún muestran niveles incipientes. Las causas de tal limitación pueden ser la escasa información y conocimiento mutuo, poca promoción, estructuras competitivas más que complementarias, atención prioritaria hacia terceros mercados, falta de condiciones preferenciales para las relaciones comerciales y de inversión recíprocas y obstáculos para el transporte y la logística.

 

El estudio registra que el comercio birregional es aún incipiente; éste se concentra en pocos productos en tanto que la proporción del comercio respectivo representa un porcentaje muy bajo del comercio total que cada país y región realiza con el mundo.

 

En 2009 las compras que África realizó de América Latina y el Caribe sumaron US $ 13.494 millones, lo que equivale a 1,86 % de las importaciones que ese continente realizó del mundo en ese año.

 

Sin embargo, cabe resaltar que en términos de participación del mercado las importaciones de África provenientes de América Latina y el Caribe en el total de importaciones que realiza África han ido en aumento, aunque a partir de una base muy pequeña. Con respecto a las exportaciones que África realiza hacia los países de la región latinoamericana y caribeña en 2009, ésas sumaron US $ 10.018 millones, lo que significó 1,52 % del total de las ventas que África realizó al mundo.

 

En lo que toca a la canasta de productos comerciados se observa que la oferta exportable de América Latina y el Caribe hacia África está compuesta sobre todo de materias primas agrícolas. Estos datos permiten sugerir que existen amplias posibilidades para abrir nuevas oportunidades comerciales en ambas vías.

 

Asimismo, el comercio birregional se realiza marcadamente entre un reducido número de países, sobre todo los más grandes y los exportadores de petróleo.

 

Para promover el comercio recíproco se requiere que los actores económicos -las comunidades empresariales de ambas regiones- estén presentes y éstos apenas empiezan a organizarse en cámaras y asociaciones bilaterales de países del África y de América Latina y el Caribe.

 

Éstas podrían llegar a constituir un sólido fundamento para impulsar los flujos de comercio e inversión en el largo plazo y convertirse en un catalizador aún más poderoso para la promoción de negocios entre ambas partes. Se requiere el impulso de los gobiernos y sus órganos de promoción de comercio e inversión para coadyuvar a dicho acercamiento.