PAÍSES AMIGOS DE HAITÍ PREPARARÁN LA RECONSTRUCCIÓN, EN CANADÁ
25 enero 2010
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Publicado por AFP, via Yahoo! Noticias
Montreal, 25 de enero(AFP).- Los
'países amigos' de Haití -incluyendo Estados Unidos, Francia y Brasil- asistirán este lunes a una reunión de emergencia en Montreal para preparar una conferencia internacional sobre la reconstrucción del país caribeño devastado por el sismo del 12 de enero.
La coordinación de los esfuerzos internacionales para responder a la catástrofe que dejó por lo menos 150.000 muertos, más de 194.000 heridos y un millón de personas sin techo es de crucial importancia, ya que la infraestructura estatal haitiana, incluyendo rutas y comunicaciones, quedó destruida.
La reunión, en la que participan la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y el jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, permitirá de paso a Estados Unidos confirmar su papel central -ilustrado por un esfuerzo humano y financiero considerable- en la reacción de la comunidad internacional.
Tensiones rápidamente disipadas parecieron surgir hace una semana entre Washington y París en torno al acceso al aeropuerto de la capital haitiana, bajo control norteamericano, mientras que dirigentes de países críticos de Estados Unidos como Venezuela, Nicaragua o Bolivia denunciaron la presencia militar de la superpotencia desplegada en Haití.
Esos tres países latinoamericanos no figuran en la lista provisional de participantes en la conferencia de Montreal, donde se anticipa en cambio la presencia de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Uruguay, México y Costa Rica, así como de España.
Canadá y Estados Unidos coordinaron de antemano sus posiciones en un contacto telefónico el viernes entre Clinton y la jefa de la diplomacia canadiense, Lawrence Cannon. Esta presidirá la reunión de Montreal, considerada como un encuentro de trabajo de carácter urgente y sin protocolo, organizado en la sede de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI).
La ciudad canadiense alberga de hecho la comunidad más importante de origen haitiano del país, con más de 100.000 personas, resultado de la atracción que representa la provincia francófona para los inmigrantes de Haití. La relación privilegiada con Haití quedó en evidencia con el número importante de canadienses desaparecidos en el sismo, que totalizan actualmente unas 300 personas, muchas de las cuales corren el riesgo de sumarse a la lista de 15 muertos oriundos del país del norte.
Canadá, cuya jefa de Estado, la gobernadora general Michaëlle Jean, es de origen haitiano, otorgó una ayuda importante a Puerto Príncipe tras la catástrofe. Su contribución alcanzó en diez días 129 millones de dólares, sin contar 60 millones de donaciones privadas.
Ottawa instaló además un puente aéreo para enviar ayuda humanitaria -alimentaria y sanitaria- y envió dos buques de guerra junto a un barco de carga con material destinado a las obras de reconstrucción.
Aunque prometió acelerar los trámites para las solicitudes de reunificación familiar y las adopciones, el gobierno de Ottawa se negó sin embargo a modificar las reglas migratorias y a abrir sus fronteras a los haitianos que querían ser acogidos por sus allegados en Canadá.
Montreal, 25 de enero(AFP).- Los
'países amigos' de Haití -incluyendo Estados Unidos, Francia y Brasil- asistirán este lunes a una reunión de emergencia en Montreal para preparar una conferencia internacional sobre la reconstrucción del país caribeño devastado por el sismo del 12 de enero.
La coordinación de los esfuerzos internacionales para responder a la catástrofe que dejó por lo menos 150.000 muertos, más de 194.000 heridos y un millón de personas sin techo es de crucial importancia, ya que la infraestructura estatal haitiana, incluyendo rutas y comunicaciones, quedó destruida.
La reunión, en la que participan la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y el jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, permitirá de paso a Estados Unidos confirmar su papel central -ilustrado por un esfuerzo humano y financiero considerable- en la reacción de la comunidad internacional.
Tensiones rápidamente disipadas parecieron surgir hace una semana entre Washington y París en torno al acceso al aeropuerto de la capital haitiana, bajo control norteamericano, mientras que dirigentes de países críticos de Estados Unidos como Venezuela, Nicaragua o Bolivia denunciaron la presencia militar de la superpotencia desplegada en Haití.
Esos tres países latinoamericanos no figuran en la lista provisional de participantes en la conferencia de Montreal, donde se anticipa en cambio la presencia de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Uruguay, México y Costa Rica, así como de España.
Canadá y Estados Unidos coordinaron de antemano sus posiciones en un contacto telefónico el viernes entre Clinton y la jefa de la diplomacia canadiense, Lawrence Cannon. Esta presidirá la reunión de Montreal, considerada como un encuentro de trabajo de carácter urgente y sin protocolo, organizado en la sede de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI).
La ciudad canadiense alberga de hecho la comunidad más importante de origen haitiano del país, con más de 100.000 personas, resultado de la atracción que representa la provincia francófona para los inmigrantes de Haití. La relación privilegiada con Haití quedó en evidencia con el número importante de canadienses desaparecidos en el sismo, que totalizan actualmente unas 300 personas, muchas de las cuales corren el riesgo de sumarse a la lista de 15 muertos oriundos del país del norte.
Canadá, cuya jefa de Estado, la gobernadora general Michaëlle Jean, es de origen haitiano, otorgó una ayuda importante a Puerto Príncipe tras la catástrofe. Su contribución alcanzó en diez días 129 millones de dólares, sin contar 60 millones de donaciones privadas.
Ottawa instaló además un puente aéreo para enviar ayuda humanitaria -alimentaria y sanitaria- y envió dos buques de guerra junto a un barco de carga con material destinado a las obras de reconstrucción.
Aunque prometió acelerar los trámites para las solicitudes de reunificación familiar y las adopciones, el gobierno de Ottawa se negó sin embargo a modificar las reglas migratorias y a abrir sus fronteras a los haitianos que querían ser acogidos por sus allegados en Canadá.