AZÚCAR: LA UNIÓN EUROPEA SE EMPACHA
02 febrero 2010
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Publicado por la Agencia Inter Press Service
Ginebra, 2 de febrero (IPS) - Tres de los mayores exportadores de azúcar del mundo, Australia, Brasil y Tailandia, cuestionaron una decisión de la Unión Europea que pretende aprovechar el aumento de la demanda y de los precios para colocar en el mercado partidas del producto superiores a las cuotas autorizadas por la OMC.
En una declaración conjunta, los tres países manifestaron preocupación por la expansión anunciada el 28 de enero por la Unión Europea (UE) y lamentaron que haya sido adoptada sin previa consulta.
Australia, Brasil y Tailandia obtuvieron fallos favorables de un grupo especial y posteriormente del Órgano de Apelación del Mecanismo de Solución de Diferencias de la OMC (Organización Mundial del Comercio), en la causa caratulada "Comunidades Europeas: Subvenciones a la Exportación de Azúcar", que se extendió desde 2002 hasta 2005.
Los dos tribunales de la OMC establecieron que la UE había infringido cláusulas del Acuerdo de Agricultura que prohíben subvenciones a la exportación, en forma de pagos, financiadas mediante medidas gubernamentales superiores a los límites comprometidos por las autoridades europeas.
En esas condiciones, el tope de las exportaciones europeas de azúcar autorizadas se ubica en 1.273.500 toneladas anuales, para un mercado internacional que oscila en unas 50 millones de toneladas del producto.
La UE, como Estados Unidos, utiliza el recurso de las subvenciones para cubrir los desequilibrios de sus agricultores ineficientes en relación con los productores de otros países, en general del mundo en desarrollo, que obtienen mayores rendimientos a menores costos.
La erradicación de las subvenciones a las exportaciones agrícolas es uno de los puntos que se discuten en la Ronda de Doha, un proceso de negociaciones iniciado en 2001 en la capital de Qatar, que se arrastra todavía sin aparente solución a la vista.
Las autoridades europeas arguyeron que el comportamiento de los precios del azúcar las faculta a ignorar el techo fijado por la OMC a sus exportaciones.
El precio de la libra de azúcar en el mercado internacional se ubicaba en 12,10 centavos de dólar, según las cotizaciones de noviembre de 2008 consignadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El último día de transacciones de enero de 2010, el precio del azúcar había llegado a 29 centavos.
Sin embargo, Australia, Brasil y Tailandia discreparon con la interpretación de que las distorsiones comerciales producidas por la UE con sus exportaciones subvencionadas hayan quedado eliminadas con "circunstanciales precios internacionales elevados".
Roberto Azevedo, jefe de los negociadores brasileños ante la OMC, observó que los reembolsos que los productores europeos dejan de percibir a causa del reciente aumento del precio, constituyen solamente uno de los elementos del régimen del azúcar de la UE adaptado a las sentencias del Mecanismo de Solución de Diferencias del sistema multilateral de comercio.
Es un error deducir que la suspensión de los reembolsos a los productores azucareros es suficiente para liberar a la UE de sus obligaciones de respetar el techo de 1.273.500 toneladas, dijo Azevedo.
Por otro lado, la UE tiene la obligación, conforme establece el artículo 10.3 del Acuerdo de Agricultura, de demostrar que las exportaciones que superan el tope establecido no están subvencionadas, insistió.
La disposición mencionada por Azevedo invierte la carga de la prueba habitual, estipulando que cuando el reclamante ha demostrado que el demandado está exportando un producto en cantidades superiores a su nivel de compromiso, incumbirá al demandado (la UE) demostrar que ese volumen de exportación excedentario no está subvencionado.
El representante de Australia, Peter Grey, se declaró preocupado en extremo ante la posibilidad de que la decisión de la UE estimule a los productores de esa región a reclamar ulteriores aumentos de la cuota de exportación.
Grey advirtió también de que medio millón de toneladas –la cantidad extra que pretende exportar la UE-- representa un volumen sustancial de azúcar que puede tener un efecto marcado en las operaciones internacionales.
Los tres países examinan las medidas que podrán emprender para detener el aumento de las exportaciones europeas. "Evaluamos acciones en distintas áreas, bilaterales, plurilaterales y también en el mecanismo de solución de diferencias de la OMC", refirió Azevedo.
El negociador brasileño subrayó que toda el azúcar producida en la UE es subvencionada. En consecuencia, todas las exportaciones europeas de azúcar que superen el límite comprometido por la UE caen en la categoría de subvenciones prohibidas, diferentes de las subvenciones recurribles, como contempla el acuerdo sobre esa materia de la OMC.
Las subvenciones prohibidas están supeditadas a objetivos determinados de exportación o a la utilización de productos nacionales en lugar de importados. Son prohibidas porque están destinadas específicamente a distorsionar el comercio internacional.
En el caso de las subvenciones recurribles, el país reclamante debe demostrar que ese tratamiento preferencial tiene efectos desfavorables para sus intereses. Si el demandante no prueba el perjuicio, la subvención se autoriza.
Brasil, Australia y Tailandia figuran a la cabeza de los exportadores mundiales del producto. La Unión de la Industria de Caña de Azúcar de Brasil estimó que el déficit mundial del producto y la incertidumbre sobre la producción de algunos países determinaron que los precios mundiales se dispararan, permitiendo un avance sustancial de las ventas de ese país suramericano.
Ginebra, 2 de febrero (IPS) - Tres de los mayores exportadores de azúcar del mundo, Australia, Brasil y Tailandia, cuestionaron una decisión de la Unión Europea que pretende aprovechar el aumento de la demanda y de los precios para colocar en el mercado partidas del producto superiores a las cuotas autorizadas por la OMC.
En una declaración conjunta, los tres países manifestaron preocupación por la expansión anunciada el 28 de enero por la Unión Europea (UE) y lamentaron que haya sido adoptada sin previa consulta.
Australia, Brasil y Tailandia obtuvieron fallos favorables de un grupo especial y posteriormente del Órgano de Apelación del Mecanismo de Solución de Diferencias de la OMC (Organización Mundial del Comercio), en la causa caratulada "Comunidades Europeas: Subvenciones a la Exportación de Azúcar", que se extendió desde 2002 hasta 2005.
Los dos tribunales de la OMC establecieron que la UE había infringido cláusulas del Acuerdo de Agricultura que prohíben subvenciones a la exportación, en forma de pagos, financiadas mediante medidas gubernamentales superiores a los límites comprometidos por las autoridades europeas.
En esas condiciones, el tope de las exportaciones europeas de azúcar autorizadas se ubica en 1.273.500 toneladas anuales, para un mercado internacional que oscila en unas 50 millones de toneladas del producto.
La UE, como Estados Unidos, utiliza el recurso de las subvenciones para cubrir los desequilibrios de sus agricultores ineficientes en relación con los productores de otros países, en general del mundo en desarrollo, que obtienen mayores rendimientos a menores costos.
La erradicación de las subvenciones a las exportaciones agrícolas es uno de los puntos que se discuten en la Ronda de Doha, un proceso de negociaciones iniciado en 2001 en la capital de Qatar, que se arrastra todavía sin aparente solución a la vista.
Las autoridades europeas arguyeron que el comportamiento de los precios del azúcar las faculta a ignorar el techo fijado por la OMC a sus exportaciones.
El precio de la libra de azúcar en el mercado internacional se ubicaba en 12,10 centavos de dólar, según las cotizaciones de noviembre de 2008 consignadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El último día de transacciones de enero de 2010, el precio del azúcar había llegado a 29 centavos.
Sin embargo, Australia, Brasil y Tailandia discreparon con la interpretación de que las distorsiones comerciales producidas por la UE con sus exportaciones subvencionadas hayan quedado eliminadas con "circunstanciales precios internacionales elevados".
Roberto Azevedo, jefe de los negociadores brasileños ante la OMC, observó que los reembolsos que los productores europeos dejan de percibir a causa del reciente aumento del precio, constituyen solamente uno de los elementos del régimen del azúcar de la UE adaptado a las sentencias del Mecanismo de Solución de Diferencias del sistema multilateral de comercio.
Es un error deducir que la suspensión de los reembolsos a los productores azucareros es suficiente para liberar a la UE de sus obligaciones de respetar el techo de 1.273.500 toneladas, dijo Azevedo.
Por otro lado, la UE tiene la obligación, conforme establece el artículo 10.3 del Acuerdo de Agricultura, de demostrar que las exportaciones que superan el tope establecido no están subvencionadas, insistió.
La disposición mencionada por Azevedo invierte la carga de la prueba habitual, estipulando que cuando el reclamante ha demostrado que el demandado está exportando un producto en cantidades superiores a su nivel de compromiso, incumbirá al demandado (la UE) demostrar que ese volumen de exportación excedentario no está subvencionado.
El representante de Australia, Peter Grey, se declaró preocupado en extremo ante la posibilidad de que la decisión de la UE estimule a los productores de esa región a reclamar ulteriores aumentos de la cuota de exportación.
Grey advirtió también de que medio millón de toneladas –la cantidad extra que pretende exportar la UE-- representa un volumen sustancial de azúcar que puede tener un efecto marcado en las operaciones internacionales.
Los tres países examinan las medidas que podrán emprender para detener el aumento de las exportaciones europeas. "Evaluamos acciones en distintas áreas, bilaterales, plurilaterales y también en el mecanismo de solución de diferencias de la OMC", refirió Azevedo.
El negociador brasileño subrayó que toda el azúcar producida en la UE es subvencionada. En consecuencia, todas las exportaciones europeas de azúcar que superen el límite comprometido por la UE caen en la categoría de subvenciones prohibidas, diferentes de las subvenciones recurribles, como contempla el acuerdo sobre esa materia de la OMC.
Las subvenciones prohibidas están supeditadas a objetivos determinados de exportación o a la utilización de productos nacionales en lugar de importados. Son prohibidas porque están destinadas específicamente a distorsionar el comercio internacional.
En el caso de las subvenciones recurribles, el país reclamante debe demostrar que ese tratamiento preferencial tiene efectos desfavorables para sus intereses. Si el demandante no prueba el perjuicio, la subvención se autoriza.
Brasil, Australia y Tailandia figuran a la cabeza de los exportadores mundiales del producto. La Unión de la Industria de Caña de Azúcar de Brasil estimó que el déficit mundial del producto y la incertidumbre sobre la producción de algunos países determinaron que los precios mundiales se dispararan, permitiendo un avance sustancial de las ventas de ese país suramericano.