CUMBRE SURAMERICANA DEFINE AYUDA PARA HAITÍ CON PRESENCIA DE PREVAL

09 febrero 2010

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Publicado por AFP, vía Yahoo! Noticias

Quito, 9 de febrero (AFP) - Los presidentes suramericanos se reúnen este martes en Quito para coordinar su ayuda a Haití, en una cumbre que pondrá cara a cara a los mandatarios de Colombia y Venezuela y al margen de la cual se podrían expresar de nuevo divergencias sobre el papel de Estados Unidos en la región.

La cita se desarrollará luego de que la "excesiva presencia militar extranjera" en Haití, donde Estados Unidos desplegó unos 20.000 soldados tras el terremoto del 12 de enero, fuera criticada por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba).

Asimismo la cumbre, en la que participará el presidente haitiano, René Preval, pondrá en el mismo escenario a sus mandatarios de Colombia, Alvaro Uribe, y Venezuela, Hugo Chávez, quien congeló las relaciones con Bogotá en julio en rechazo al acuerdo militar que permite a Estados Unidos combatir la guerrilla y el narcotráfico desde siete bases militares colombianas.

Preval tiene previsto "exponer las necesidades y prioridades de Haití después de la catástrofe", señaló su despacho en un comunicado.

La cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fue convocada por su presidente temporal y jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa, quien visitó Puerto Príncipe el 29 de enero para entregar ayuda humanitaria.
Hasta el lunes también confirmaron su asistencia los mandatarios de Paraguay, Fernando Lugo, y Perú, Alan García.

El coordinador político de la Unasur, el embajador ecuatoriano Emilio Izquierdo, indicó a la prensa que por "Bolivia viene el vicepresidente" Alvaro García, sin precisar las causas por las cuales el mandatario Evo Morales no acudirá al encuentro como anunciara la presidencia pro témpore del organismo.

Añadió que a la cumbre concurrirán también los cancilleres de Argentina, Suriname y República Dominicana (que no integra la Unasur) y representantes de Brasil, Guyana, Chile y Uruguay, así como de la OEA y el BID.

"Tenemos que idear una nueva cooperación, para eso es la reunión del martes, para ver cómo acompañamos a Haití, no en la emergencia sino en el mediano y largo plazo hasta ayudarle a enrumbarse hacia el desarrollo", dijo Correa el fin de semana.

Esto "significa sobre todo acompañamiento y fortalecimiento de las instituciones haitianas, porque sin gobierno e instituciones el país no podrá seguir adelante, a no ser que sea como colonia, y eso no lo vamos a permitir", agregó.

El sismo que devastó la nación caribeña -de diez millones de habitantes- dejó unos 200.000 muertos, más de 4.000 amputados, 300.000 heridos y decenas de miles sin hogar, según cifras oficiales.

La tragedia se sumó a otros males que convierten a Haití en el país más pobre y atribulado de las Américas, entre los que se cuentan la deforestación, que expone más a la población a los efectos de los huracanes, y la fragilidad institucional.

Correa remarcó que "toda ayuda debe buscar fortalecer al gobierno haitiano" y volvió a criticar, en coincidencia con su par venezolano, "el imperialismo de los donantes" que cooperan y obtienen beneficios para ellos mismos.

El sábado, los países del G7 decidieron que "van a anular toda la deuda bilateral de Haití", dijo el ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty, tras una reunión informal con sus colegas de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido en la ciudad canadiense de Iqaluit.

La acción de Unasur "puede ser una experiencia de consenso interesante más allá de las diferencias ideológicas", dijo Adrián Bonilla, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Además, "contribuirá al fortalecimiento de Unasur, que al menos dará la apariencia de acciones coordinadas", indicó a su vez Carlos Espinosa, internacionalista de la Universidad San Francisco de Quito.