EL CARIBE SE ASEGURA FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
29 septiembre 2010
Fuente: Publicado por la Agencia Inter Press Service
Fuente: Publicado por la Agencia Inter Press Service
Puerto España, 29 de septiembre (IPS) - Financiar estrategias de adaptación y crear un fondo común de riesgos son las opciones de los países del Caribe, que podrían perder al año nueve por ciento de su producto interno bruto (PIB) por el cambio climático, señalaron expertos.
"Los seguros de riesgo son ya considerados herramientas clave en cualquier marco completo para adaptarse de forma efectiva al cambio del clima", dijo a IPS Milo Pearson, presidente de la Facilidad Caribeña de Seguros contra Riesgos de Catástrofes (CCRIF, por sus siglas en inglés).
"Conforme los impactos regionales del cambio climático en el futuro se hacen más claros –con estimaciones de un incremento de los eventos extremos como las sequías y los huracanes—, un seguro climático será fundamental para afrontar los riesgos asociados con esos cambios", afirmó.
La CCRIF, con sede en las Islas Caimán, es administrada por 16 países de la región. Se trata del primer y único fondo del mundo en ofrecer cobertura ante huracanes y terremotos. Un modelo similar está siendo discutido por los estados insulares del Pacífico, señaló Pearson.
Un nuevo estudio de la CCRIF, titulado "La economía de la adaptación al cambio climático en el Caribe", se centra en la situación de ocho países de la región: Anguila, Antigua y Barbuda, Barbados, Bermuda, Dominca, Islas Caimán, Jamaica y Santa Lucia.
La investigación calculó que las pérdidas de la región por tormentas e inundaciones ya alcanzan seis por ciento del PBI en algunos países y que, en el peor escenario, podrían llegar a nueve por ciento sólo considerando los daños causados por los vientos.
Esto equivale al impacto de una recesión económica grave, "una que nunca termina", señaló el estudio.
Los pronósticos de pérdidas por el cambio climático varían significativamente entre los países estudiados, y van desde uno por ciento del PIB en Antigua y Barbuda hasta seis por ciento en Jamaica.
Las diferencias entre los países se debieron a varios factores, como su topografía, su exposición a peligros en costas, la importancia económica de sectores particularmente vulnerables y su ubicación geográfica.
El estudio concluyó que, entre los riesgos considerados, los vientos huracanados representan 90 por ciento de los potenciales riesgos en la región, mientras que los aumentos del nivel del mar por causa de tormentas amenazan en particular a los países más bajos, según el estudio
CCRIF señaló que estas conclusiones, divulgadas a fines de agosto, proveen una sólida base de datos que los países podrían usar para diseñar sus estrategias de adaptación y de administración de desastres.
Pearson indicó que la información también puede ayudar a las delegaciones de la región a preparar su postura en la próxima 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se realizará entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún.
Se espera que los estados caribeños y otras naciones insulares pidan en ese encuentro ayuda internacional para financiar sus planes de mitigación y adaptación.
"En la situación económica actual del Caribe, los gobiernos afrontan serias dificultades y tienen poco espacio fiscal para el financiamiento de la adaptación climática", dijo Pearson a IPS.
"Frente a esos limitados recursos, los países deberán ser especialmente proactivos a nivel regional a internacional" para conseguir fondos, añadió.
El secretario general de la Comunidad del Caribe (Caricom), Edwin Carrington, señaló que la investigación de la CCRIF era "de inmenso valor para los políticos caribeños y el sector empresarial en sus esfuerzos para desarrollar e implementar sólidas estrategias y planes de adaptación". Además, indicó que, como advirtió en forma "inequívoca" el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, de la Organización de las Naciones Unidas, el fenómeno ya ha afectado al Caribe: las temperaturas han crecido alrededor de un grado en el último siglo y los mares crecieron entre dos y tres milímetros por año desde 1980.
Los países de Caricom "necesitan estrategias de adaptación duraderas que puedan ayudar a asegurar el sustento de nuestros ciudadanos y brindar protección frente a un clima siempre cambiante", subrayó Carrington el mes pasado.
En la conferencia sobre cambio climático celebrada en diciembre pasado en Copenhague, los países ricos prometieron 30.000 millones de dólares en financiamiento de "inicio rápido" para ayudar a los países en desarrollo a afrontar el fenómeno.
Pero investigaciones del Proyecto Catalizador de la Fundación ClimateWorks y la Fundación Europea sobre el Clima indican que se necesitarán entre 21.000 millones y 54.000 millones de dólares para apoyar la mitigación, la adaptación y una menor degradación de bosques en el Sur en desarrollo durante los próximos tres años.
Además se requerirán entre 100.000 millones y 190.000 millones de dólares en inversiones del sector privado cada año.
"Siempre he dicho que este financiamiento de corto plazo es la llave de oro para Cancún", afirmó la secretaria general de la CMNUCC, Christiana Figueres, en conferencia de prensa a comienzos de este mes para lanzar el sitio web FastStartFinance.org, que sigue de cerca los compromisos de financiamiento contra el cambio climático de parte de países industrializados.
"Es particularmente urgente e importante tener claridad sobre la fuente, el destino y el desembolso de fondos de corto plazo", añadió.
La investigación de la CCRIF, dijo Pearson a IPS, puede ayudar a los países en desarrollo no sólo a comprender los riesgos que afrontan y cómo adaptarse, sino también a defender la necesidad de financiamiento en la reunión de Cancún.