EL BANCO MUNDIAL Y EL FMI SE ENFRENTAN POR ADOPCIÓN DE CONTROLES DE CAPITAL

08 octubre 2010

Fuente: Tomado del diario FinancieroOnline

Washington, 8 de octubre.-Las dos principales instituciones financieras multilaterales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, llegan a su reunión anual en medio de una creciente disputa por la imposición de controles para contener los flujos de capitales hacia los mercados emergentes, que están causando apreciación de sus monedas, burbujas de activos y en algunos casos, inflación.

Para Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial sería recomendable que los países en desarrollo consideren medidas para contener la avalancha de fondos que están presionando al alza a sus monedas, de acuerdo con declaraciones reproducidas por el periódico japonés Nikkei, mientras que el FMI calificó estas iniciativas de "indeseables".

Zoellick advirtió que una intervención excesiva podría provocar tensiones en los mercados cambiarios globales y que los países deberían intentar alejarse de esta práctica para evitar conflictos comerciales, publicó Nikkei.

El día anterior, el vicedirector gerente del FMI, Naoyuki Shinohara, aseguró a Reuters que era natural y bienvenido que el dinero se vuelque a las economías con sólido crecimiento y que las autoridades no deberían tratar de contener esos flujos o usar intervenciones para defender esas metas específicas de tipo de cambio.

"Cuando hay movimientos volátiles ocasionales en el mercado, la intervención no puede ser descartada", aseveró. "Pero es totalmente indeseable que un país intervenga constantemente para mantener a su divisa a un cierto nivel", agregó. Shinohara, quien fue el zar de la moneda japonesa antes de llegar al FMI, advirtió que su país libra una batalla perdida al intentar controlar el nivel del yen.

Creciente tensión norte-sur

Estas declaraciones llegan en medio de una creciente tensión entre las economías emergentes y las desarrolladas por los tipos de cambio. Se espera que la amenaza de una guerra cambiaria se tome la agenda de la reunión del Grupo de los Siete (G7) y la reunión anual del FMI y Banco Mundial que comienzan hoy en Washington, EE.UU.

Los líderes occidentales están preocupados de que los esfuerzos de los mercados emergentes por debilitar sus monedas puedan descarrilar la frágil recuperación económica. Las autoridades de los mercados en desarrollo, en tanto, argumentan que las bajas tasas de interés en los países industrializados (que se encuentran en mínimos históricos para sostener la recuperación) están impulsando un flujo masivo de fondos hacia sus mercados, presionando al alza sus monedas e inflando los precios de acciones, propiedades y otros activos.

La máxima autoridad del FMI se refirió ayer abiertamente a la falta de consenso global, y advirtió que la descoordinación pone en riesgo la recuperación.

El espíritu de cooperación económica global, forjado inicialmente durante los peores momentos de la crisis financiera en 2008, se ha debilitado a medida que la recesión ha dado paso a una recuperación inestable y dispareja. Hay que mantener presente que "no hay una solución doméstica a una crisis global", aseguró el director gerente del Fondo, Dominique Strauss-Kahn.

"Muchos están hablando sobre una guerra cambiaria", aseveró. Eso podría sonar muy militar, "pero es justo decir que muchos consideran a su moneda como un arma, y eso ciertamente no es bueno para la economía global", acotó.

Zoellick agregó que si las diferencias derivan en conflicto o proteccionismo, "corremos el riesgo de repetir los errores de la década del "30", cuando hubo una oleada de devaluaciones competitivas.