EL TLCAN DEBE AVANZAR A UN SIGUIENTE NIVEL, SEGÚN EMBAJADOR DE CANADÁ EN MÉXICO

19 noviembre 2010

Fuente: Publicado por El Financiero, México

Ciudad de México, 19 de noviembre.- El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tiene que avanzar a un siguiente nivel, en el que haya mayor integración, mayor eficiencia en el cruce de mercancía -sin descuidar la seguridad-, cielos abiertos, acuerdo de movilidad laboral y convenios trilaterales para hacer la revisión aduanal del producto desde donde sale, porque actualmente sólo son pactos bilaterales.

Guillermo Rishchynski, embajador de Canadá en México, dijo que hace falta trabajar más de manera trilateral, porque a pesar de que hay más integración con el TLCAN, no se ha hecho lo suficiente, y eso debe revisarse en la reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte el 1 y 2 de diciembre próximo.

Con la crisis económica se detuvieron algunos programas de trabajo temporal en Canadá, pero con la recuperación de la economía de nuevo se pondrán en marcha, aseguró, a fin de aprovechar la mano de obra joven y calificada de México, y esto se debería aprovechar más en la región de Norteamérica.

La subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía (SE) de México, Beatriz Leycegui, expuso que hay controversias comerciales bilaterales por resolver, como el incumplimiento de Estados Unidos a abrir su frontera al autotransporte de carga mexicano.

Dijo que este tema se aborda cada que hay una reunión con funcionarios estadounidenses y ya hay que superarlo.

En el foro «Desafíos y oportunidades para la competitividad de América del Norte», que organizó el Cedan del Tecnológico de Monterrey, habló también de los retos trilaterales (México, Canadá y Estados Unidos).

Como región, planteó, los tres gobiernos de Norteamérica deben pensar en que se erosionan las preferencias comerciales del TLCAN; se necesita mayor integración regional para competir mejor en el mundo, y reconocer que hay economías que tienen mayor presencia y que crecen más.

“Tenemos que reconocer la realidad”, entender los retos y fijar una agenda para trabajar como región.

Leycegui mencionó que de 2001 a la fecha el porcentaje de participación de Norteamérica en el comercio mundial cayó 32 por ciento.

Oportunidades.

En el mismo foro, Luis de la Calle, director general de la Consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera, SC, afirmó que como socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los gobiernos de México, Canadá y Estados Unidos deberían trabajar más coordinadamente para impulsar a la región.

Además se necesita asumir el reto de nuestro vecino del norte de querer incrementar sus exportaciones en el mundo ayudándolo a abrir mercados como el de las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China), porque en su mayoría están cerradas.

Igualmente, Canadá y México deberían buscar acuerdos con países asiáticos como Corea, a fin de entrar al mercado de Asia como bloque de Norteamérica.

Puso como ejemplo que ante el fracaso de Estados Unidos de concretar un tratado comercial con Corea, se abre la oportunidad para que se pida al gobierno estadounidense que negocie con los coreanos la acumulación de origen en las industrias automotriz, eléctrica, electrónica y en enseres domésticos donde México es competitivo y podría exportar.

Mexicanos y canadienses también deberíamos tener un tratado con los coreanos para que sea una entrada de los productos norteamericanos al mercado asiático.

De la Calle y Rishchynski coincidieron en que es necesario mejorar la movilidad de mercancía y de personas en la región del TLCAN.

En ese sentido sería conveniente tener cielos abiertos y dejar un libre tránsito de aviones, barcos, camiones y demás medios de transporte, por lo que debería solucionarse la controversia por la que Estados Unidos no deja entrar camiones de carga mexicanos a su territorio.

Por su parte, el director del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Roberto Newell, dijo que México debe mejorar su competitividad y productividad, y ajustarse a la nueva realidad en que Estados Unidos ya no consumirá tanto como antes, pues sus habitantes cambiaron su estilo de vida y gastan menos.