EL NUEVO GABINETE ECONÓMICO DE BRASIL RESALTA LA ESTABILIDAD Y EL RECORTE AL GASTO

25 noviembre 2010

Fuente: Publicado por The Wall Street Journal, EE.UU.

São Paulo, 25 de noviembre- Con el anuncio de su equipo económico, la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, reafirmó el miércoles el mandato de continuidad que le fue dado por los electores el 31 de octubre.

Los tres miembros del equipo anunciados por Rousseff se desempeñan actualmente en la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Rousseff fue elegida por Lula para sucederle en el cargo.

A la cabeza del Ministerio de Hacienda Rousseff confirmó al actual ministro de la cartera, Guido Mantega. Para dirigir el banco central, la presidenta electa eligió al actual director de supervisión para la banca del banco central, Alexandre Tombini. Y como ministro de planeación, nombró a la Miriam Belchior, quien es actualmente la responsable del programa de obras públicas del gobierno, conocido como PAC.

"No veremos cambios en el actual plan maestro para la economía", dijo Marcelo Giufrida, presidente de la Asociación Brasileña de Mercados de Capitales. "Dilma [Rousseff] se ha comprometido a dar continuidad a la administración de Lula. Ahora hay buenas razones para creerle", dijo.

Elegida el 31 de octubre con el 56% de los votos, Rousseff basó su campaña en dos pilares: mantener las políticas ortodoxas económicas de Lula y profundizar el compromiso de la actual administración con los programas sociales.

Sin embargo, estos dos mandatos pueden parecer contradictorios.

"Rousseff representa lo que es bueno y lo que es malo de la administración de Lula", dijo Vladimir do Vale, director estratégico del banco Credit Agricole de Sao Paulo.

Según Vale, lo bueno es una verdadera autonomía del banco central, un compromiso para mantener la inflación bajo los dos dígitos y un mercado libre para la moneda brasileña. Lo malo es una tendencia hacia un gasto federal cada vez más alto, mientras el gobierno intenta financiar el desarrollo de la infraestructura y crecientes programas sociales.

Por ejemplo, el presupuesto federal de Brasil para 2011 contempla un aumento del gasto de un 9,4%, en contraste con un crecimiento económico proyectado en sólo el 4,5%.

"La moderación fiscal será el mayor desafío de la nueva administración", dijo el ex ministro de hacienda Mailson da Nobrega. "No estoy convencido de que veamos esto. Después de todo, el ministro Mantega fue quien aflojó las riendas de gasto en años recientes", agregó.

El gasto fiscal no será el único desafío. La inflación brasileña está actualmente en un 5,47%, lo cual supera ampliamente la meta del 4.5% fijada para 2010. El ajuste monetario es la respuesta ortodoxa ante el alza de los precios, pero la tasa referencial Selic del banco central se encumbra por estos días sobre el 10,75%.

Los mercados financieros tendrían que prepararse para tasas de interés más alta, aún al costo de un grado de impopularidad para el gobierno. "Tombini es altamente objetivo", dijo Favio Barbosa, presidente de la Asociación de Bancos brasileña. "Con él al mando, el banco central debería seguir una línea dura contra la inflación", dijo.

Más allá de lo anterior, "la administración de Rousseff tiene algo que la administración de Lula no tenía hace ocho años: experiencia de gobierno", dijo la experta política de la Universidad Católica de São Paulo Vera Chaia.

Con 61 años de edad, Mantega ha desempeñado tres cargos clave durante los últimos ocho años -ministro de planeación, presidente de desarrollo gubernamental del banco nacional de desarrollo BNDES y ministro de hacienda desde 2006. Ex docente, tiene un doctorado en economía de la Universidad de São Paulo.

Por su parte Tombini, de 46 años, es un veterano del servicio público con un doctorado en economía de la Universidad de Illinois. Actualmente se desempeña como director de supervisión del banco central.