EE.UU. REDESCUBRE AMÉRICA LATINA CON OBAMA, SEÑALAN EXPERTOS

03 diciembre 2010

Fuente: Publicado por El Universal, Venezuela

Caracas, 3 de diciembre- Cuando Barack Obama ganó la presidencia de Estados Unidos en el año 2008 las tareas que debía desempeñar eran titánicas: hacer frente a una crisis económica, encontrar la salida a dos impopulares guerras y sortear los problemas derivados del terrorismo.

Este panorama llevaba a pensar que el nuevo Gobierno no tendría tiempo para dedicarle a los problemas Latinoamericanos.

Sin embargo, la gestión sí modificó su aproximación hacia la región; tema que desarrolla en profundidad el libro Obama y las Américas ¿Esperanza o decepción?, publicado por la editorial Planeta y presentado en Caracas el pasado 29 de noviembre por Abraham Lowentahl, profesor de Relaciones Internacionales de la University of Southern California (USC) y uno de los tres editores del texto.

El catedrático explica que al llegar al poder, Obama se encontró de frente con situaciones que involucraban a Latinoamérica, como el cambio climático y la salud pública. Ante estos escenarios, donde la cooperación era necesaria, se produjo un cambio en la política que el especialista calificó de "sutil".

Este es el hilo que enlaza los 11 ensayos del libro, escritos por analistas de EEUU, Latinoamérica y Europa, quienes más allá de realizar un estudio sesudo sobre los primeros 18 meses de gestión de Obama, buscaban "contribuir constructivamente a mejorar el análisis y las conductas de las relaciones", dice Lowentahl.

El ex presidente colombiano Ernesto Samper escribió en el prólogo del libro que el "desafío consiste en diseñar un sistema de relacionamiento interamericano... que permita, sin apelar a los métodos unilaterales y coercitivos del pasado, utilizar la persuasión y los escenarios multilaterales del presente para encontrar campos comunes, crear espacios de confianza y superar diferencias profundas”.

Pero las buenas intenciones no parecen ser suficientes. Lowentahl afirma que el sistema para tomar decisiones hacia América Latina y el Caribe -como por ejemplo un cambio de postura hacia Cuba- es muy complejo en Estados Unidos. "Hay distintos grupos de presión y el gobierno tendría que poner una prioridad altísima" para lograr los cambios, señala.

Sin embargo, el analista es optimista con respecto a temas como la realización de una reforma migratoria y la firma de tratados de libre comercio, puntos en los que demócratas y republicanos deberán trabajar de la mano.

Más allá de los obstáculos que impiden un cambio radical de política, parece haberse gestado el inicio de un cambio en la percepción: "América Latina no es un conjunto, no piensa como un conjunto", concluye Lowentahl.