NEGOCIACIÓN COMERCIAL ENTRE MERCOSUR Y UE, A TIEMPO PARA ACUERDO EN 2011

10 diciembre 2010

Fuente: Publicado por la Agencia Reuters, vía Terra Noticias

Brasilia, 10 de diciembre- Las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y el bloque sudamericano Mercosur han tenido avances y podrían finalizar en un acuerdo a mediados del 2011.

Las partes relanzaron en mayo las negociaciones que habían estado estancadas por seis años, con la finalidad de crear la mayor zona de libre comercio del mundo, con 750 millones de personas y un intercambio valorado en 65.000 millones de euros (86.000 millones de dólares) al año.

Los negociadores, que se han estado reuniendo en Brasilia y Río de Janeiro en las últimas dos semanas, avanzaron sobre temas no arancelarios, como derechos de propiedad intelectual, compras gubernamentales, subsidios y reglas de inversión.

"Ha habido progresos en todos los sectores, algunos más que otros, pero en general hay satisfacción", dijo una de las fuentes, que pidió no ser identificada porque no estaba autorizada a hablar del tema.

El Mercosur está formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

Venezuela, cuya solicitud para convertirse en miembro del grupo aún debe ser aprobada por el Parlamento paraguayo, participa en las conversaciones como observador.

El buen entendimiento entre los dos principales negociadores, el brasileño Evandro Didonet y el portugués Joao Machado, contribuyó considerablemente al avance, afirmó otra fuente.

Como resultado, las negociaciones ahora pueden pasar a una segunda fase, en que ambas partes presenten sus propuestas arancelarias en una próxima reunión en Bruselas, en marzo o abril.

La Unión Europea espera alcanzar un acuerdo con el Mercosur a mediados del 2011, dijo en septiembre el jefe de comercio de la UE, Karel De Gucht.

Sería el primer gran acuerdo comercial de Brasil en décadas. Durante años, se concentró en la ronda de negociaciones de comercio global de Doha, pero más recientemente dio paso a negociaciones bilaterales.

Entre los obstáculos se encuentra la fuerte oposición de agricultores europeos, particularmente de Francia e Irlanda, además de las tradicionales dudas de los países sudamericanos de adoptar estrictas reglas sobre derechos de propiedad intelectual.

Los críticos sostienen que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se concentró demasiado en construir vínculos más fuertes con otros países en vías de desarrollo, mientras que descuidó a sus socios tradicionales de Europa y Estados Unidos.