LA UE BUSCA EN UNA CUMBRE SOLUCIONES DURADERAS A LA CRISIS DE LA DEUDA

Bruselas, 16 de diciembre (AFP)- Los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen este jueves y el viernes en una cumbre en Bruselas con la ambición de hallar soluciones duraderas a la crisis de la deuda en la Eurozona, que esta semana amenazó nuevamente con golpear a España.

"Estamos decididos a todo" para garantizar la estabilidad financiera de la Eurozona y "me gustaría que Europa demuestre esa voluntad" en la cumbre, instó el jefe de fila de los ministros de Finanzas de la unión monetaria, Jean-Claude Juncker.

La cita será la séptima y última de un 'annus horribilis' para la zona euro, en que la deuda pública de sus Estados miembros generó una ola de desconfianza en los mercados, cobrándose dos víctimas que necesitaron ser rescatadas, Grecia e Irlanda, además de poner en duda el futuro de la moneda única.

España, un 'peso pesado' en la Eurozona, concentró esta semana las dudas de los inversores, después de que la agencia Moody's amenazara con rebajar una vez más su nota 'Aa1' por temor de que no pueda continuar financiándose en los mercados, pese al severo plan de austeridad adoptado por el Gobierno.

El Tesoro Público español celebró este jueves una subasta de bonos a plazos de 10 y 15 años, logrando colocar 2.400 millones de euros, pero a un interés mucho más alto que en su última venta.

España, así como Portugal, también enfrentado a la escalada de las tasas de su deuda, deberán presentar en la cumbre las "reformas estructurales" que prevén acometer con el fin de "calmar las turbulencias en los mercados", declaró Juncker en una entrevista al diario italiano Corriere della Sera.

En medio de estas turbulencias, la canciller alemana, Angela Merkel, apostó este jueves por lanzar un mensaje de confianza.

"Pese a todos los problemas y todos los recortes dolorosos, nunca hemos dudado sobre esta decisión histórica en favor de la unidad" de los países del euro, afirmó Merkel, trazando un paralelismo con la reunificación de su país.

Merkel, la voz más resistente en la zona euro a la hora de tener que pagar por los problemas de sus vecinos, había asegurado el miércoles que ningún país "será abandonado a su suerte", en un intento de disipar las divisiones y tranquilizar a los mercados. Los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE prevén en su cumbre sentar las bases de un fondo de rescate permanente para la zona euro, que reemplazará en 2013 al creado en mayo por tres años y dotado de 440.000 millones de euros.

Para poner en marcha el mecanismo, en el que también participarán los bancos, los líderes deberán adoptar una reforma limitada del texto fundamental de la UE, el Tratado de Lisboa, en vigor desde hace sólo un año.

Completado con 250.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y 60.000 millones de euros de la Comisión Europea, el fondo fue utilizado por primera vez para financiar una parte del rescate a Irlanda y los inversores ponen en duda que sea suficiente para salvar a otros países en caso necesario.

Pero, para aumentar sus recursos, como defiende el Banco Central Europeo (BCE), la UE debe convencer antes a Merkel, que ha dejado claro que no ve ninguna urgencia en poner más dinero sobre la mesa.

Berlín, apoyado por París, también rechaza una propuesta de crear eurobonos -emisiones de deuda conjunta de varios países de la Eurozona-, que tendría por objetivo ayudar a los Estados cuyas obligaciones se venden en los mercados a tasas de interés desorbitadas.

La cumbre se celebrará empero en medio de un cierto retorno a la calma, lejos del frenesí que los mercados mostraron en los últimos meses, gracias sobre todo a la compra masiva de obligaciones de los países más frágiles por parte del BCE.

Para hacer frente a la demanda, el organismo estudia actualmente aumentar su capital, una idea que sí apoya Alemania.

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