CUMBRE ENTRE PRESIDENTE DE COLOMBIA Y EE.UU. PODRÍA DESTRABAR EL TLC
06 enero 2011
Fuente: Publicado por La República, Colombia
Fuente: Publicado por La República, Colombia
Bogotá, 6 de enero- El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, quema los últimos cartuchos que tiene Colombia para persuadir al Congreso estadounidense, a que apruebe el Tratado de Libre Comercio suscrito con Colombia en 2006.
Garzón, utilizando la palabra que lo hizo famoso cuando fue sindicalista, la de la "concertación", busca en Estados Unidos, donde se encuentra, una cumbre entre los Presidentes Barack Obama y Juan Manuel Santos, con el fin de destrabar este TLC, que sigue en el limbo.
El cabildeo hasta el momento ha sido infructuoso. Cuando todo hacía pensar que con la llegada de Obama a la Casa Blanca se firmaría rápido el tratado, por aquello de las supuestas buenas relaciones con el vecindario que han tenido los demócratas, la rueda de la fortuna giró de nuevo y son ahora los republicanos, proteccionistas y duros frente a la política comercial exterior, quienes tienen en sus manos, por ser mayoría en el Congreso, la suerte del TLC con Colombia.
Además, el senador republicano y ex candidato a la vicepresidencia de EE.UU., John Mc Cain, llegará el domingo al país para conocer las labores del Gobierno para enfrentar la emergencia invernal, como parte de una gira latinoamericana que busca estrechar lazos con la región y conocer de primera mano las trabas del acuerdo comercial firmado con Colombia en 2006 y que aún espera la ratificación del legislativo estadounidense.
Pese a la realidad, Garzón, quien también hace el lobby necesario para ampliar la prórroga de las preferencias arancelarias, Atpdea, de 60 días a dos años, se declaró tranquilo y reveló una carta que le envió el Secretario de Comercio estadounidense, Gary Locke, como "un país modelo de crecimiento económico y político y de cambio en la región".
Locke señala en la misiva que el TLC "sigue siendo una prioridad para el Gobierno de Estados Unidos", pero no ahonda en razones por las que luego de 5 años de firmado, se sigue dilatando.
Incluso el presidente del Consejo para el Liderazgo Demócrata, Ed Gresser, afirma que el TLC con Colombia, al igual que el de Panamá y Corea del Sur serían aprobados si Obama da un mensaje claro al respecto.
Entre tanto, el presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, se declaró poco optimista con respecto a la aprobación este año del tratado, pero confía en que el mismo pueda darse pronto.
Para Ricardo Bonilla, investigador de la Universidad Nacional, pese al cambio en el esquema político en el Congreso estadounidense, el TLC con Colombia no es una prioridad, como sí lo es el de Corea del Sur. "El Gobierno colombiano debe pensar seriamente en pedir la prórroga del Atpdea por dos años. Esa es la mejor política colombiana. Incluso, el TLC habría que volver a revisarlo, o negociarlo", dijo.
El profesor de Economía y experto en temas laborales de la Universidad del Rosario, Juan Carlos Guataquí, indicó que el problema no es el cambio político en el Congreso estadounidense, sino el llamado "libro blanco", es decir la lista de requerimientos laborales y de derechos humanos que Estados Unidos le pidió a Colombia y que el país no ha podido cumplir totalmente, como con el asesinato de sindicalistas, la discriminación de género y la explotación infantil. "Por eso va Angelino Garzón, que fue sindicalista a hacer lobby y no el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados", dijo Guataquí.
El director del Centro de Competitividad de la Universidad del Rosario, Saúl Pineda, afirmó que Colombia perdió el consenso bipartidista de republicanos y demócratas hacia el país. "El reto del presidente Santos es recuperar ese consenso, con base en unas relaciones creativas de mayor diversificación de la agenda, no sólo narcotráfico y terrorismo. También debe actuar con mayor decisión en la protección de los derechos humanos y de los sindicalistas, sin perder de vista que el mundo sigue cambiando", puntualizó Pineda.