¿DEBE SUDÁFRICA ENTRAR EN EL GRUPO DE LOS BRIC? (ANÁLISIS)

13 enero 2011

Fuente: Publicado por LaInformacion.com, España

Madrid, 13 de enero- Sudáfrica estrena el 2011 como nuevo miembro de un club que se ha vuelto un poco menos exclusivo: el grupo de los BRIC, las principales economías emergentes del mundo. Gracias a la invitación china para unirse al grupo, Sudáfrica se sitúa junto a los colosales Brasil, Rusia, India y China. Se trata de un paso de gran calado que la ministra de Asuntos Exteriores sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane, no ha dudado en calificar como “el mejor regalo” para su país.

El problema es que, según muchos analistas y economistas, Sudáfrica no pertenece realmente al BRICS, como pasará a llamarse a partir de ahora (añadiendo la S de Sudáfrica). De hecho, el hombre que acuñó el acrónimo original de BRIC, el economista Jim O’Neill, de Goldman Sachs, incluso interrumpió sus vacaciones navideñas para escribir una nota a los inversores en la que expresa su asombro sobre la incorporación.

“Aunque esto es claramente una buena noticia para Sudáfrica, no entiendo totalmente por qué los países BRIC han accedido”, ha escrito O’Neill. Para ponerlo en perspectiva: la economía sudafricana representa tan sólo una cuarta parte de la de Rusia, el siguiente país más pequeño del quinteto.

Sudáfrica tiene una población relativamente pequeña de unos 50 millones de habitantes, una economía valorada en 286.000 millones de dólares y un crecimiento que el año pasado fue tan sólo del 3 por ciento. Hay muchos otros mercados emergentes que encajarían mejor en el BRIC, ha apuntado O’Neill, como Corea del Sur, Turquía, México e Indonesia, todos ellos con un PIB dos o tres veces mayor que el sudafricano y mucha más población.

“¿Cómo se puede considerar a Sudáfrica como una gran economía? Además, parece que también lo está pasando mal”, indicó el economista en una reciente cumbre sobre inversiones.

La invitación de China se entiende más bien como una forma de estrechar lazos políticos con el continente africano, en donde Sudáfrica es el socio comercial más valioso y un aliado cada vez de mayor peso. Se calcula que el comercio entre China y África superará este año los 110.000 millones de dólares.

Pero no es sólo China el país BRIC que ha puesto su mira en el continente africano: India es cada vez más activa en el Este y Brasil está multiplicando su presencia en Angola y otros países.

“Hay cierto grado de escepticismo sobre esto, pero se trata más una decisión política que comercial”, afirma Martyn Davies, experto en mercados emergentes y presidente de Frontier Advisory.

La entrada de Sudáfrica en el BRIC se produce tras una intensa campaña de presión, especialmente dirigida hacia China, apunta Davies. El presidente Jacob Zuma visitó el año pasado a los cuatro países miembros del grupo, y en noviembre el vicepresidente chino Xi Jinping (señalado como el próximo presidente de su país) realizó una importante visita oficial a Sudáfrica.

Para Sudáfrica, este paso supone un impulso de confianza y para su objetivo de convertirse en un punto de entrada para países y empresas que quieren hacer negocios en el continente. “Seremos una buena puerta de acceso para los países BRIC”, aseguró la ministra de Asuntos Exteriores sudafricana. “Aunque tengamos una población pequeña, no hablamos sólo en nombre de Sudáfrica, sino de África como conjunto”.

Lyal White, director del Centro de Mercados Dinámicos del Gordon Institute for Business Science de la Universidad de Pretoria, coincide en señalar que formar parte del BRIC es un paso muy importante para Sudáfrica, que se está posicionando como puerta de entrada al resto de África. Pero no está tan seguro de que, si les dejasen elegir, los demás países del continente querrían tener a Sudáfrica como su representante. “En el continente africano se percibe a Sudáfrica como un poder imperialista”, afirma.

White teme además que Sudáfrica no tenga tan claras las motivaciones políticas de China al invitarle al BRIC. Según este experto, China quiere tener el respaldo de Sudáfrica en los foros internacionales, y además tiene especial interés en que se le invite a participar en el IBSA, un foro de cooperación creado en 2003 por India, Brasil y Sudáfrica. Sin embargo India, que tiene una larga historia de tensiones con China, se ha mostrado reticente a esa posibilidad. “Sudáfrica se verá atrapada en el medio. Creo que Sudáfrica lo ha infravalorado totalmente”, advierte White.

Originalmente tan sólo un acrónimo inventado por O’Neill para describir un cambio en los mercados globales, el BRIC ha cobrado otra vida al aprovecharlo sus cuatro países miembros para cobrar una mayor dimensión internacional y celebrar cumbres como la que está prevista para abril en Pekín (la primera a la que acudirá Sudáfrica). O’Neill asegura que nunca esperó que el grupo se convirtiese en un club político.

Según Davies, Sudáfrica ahora tiene que mantenerse a la altura del desafío planteado y pasar de ser una economía emergente de segunda fila a una de primera línea. “Sudáfrica tiene que darle un buen empujón a su desempeño económico”, afirma. “Un crecimiento del 3 por ciento el año pasado, como mucho, no es suficiente. Ese es un gran problema”.