NUEVOS ACUERDOS ENTRE EL MERCOSUR Y LA UE

26 enero 2011

Fuente: Publicado por Radio Mercosur, Argentina

Buenos Aires, 26 de enero- La semana pasada concluyó en Buenos Aires la ronda de negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea; de esta manera, se reanudaron los encuentros entre ambas partes que, habiendo sido iniciados en la década del noventa, fueron interrumpidos en el año 2004.

Más allá de las notorias discrepancias coyunturales acerca de las medidas restrictivas atribuidas por la UE a nuestro país, es importante destacar que el mundo ha cambiado mucho desde los noventa hasta hoy, de manera que Europa no es ahora lo que era hace 15 años y el Mercosur tiene en el 2010 una visión distinta de la que tenía en los noventa acerca de las urgencias de la política exterior orientadas a la apertura de mercados.

Comencemos por señalar, en primer lugar, la disminución de la gravitación europea en la economía mundial y en los flujos de exportación e importación. Hacia la década del ochenta los países que conforman la UE significaban la cuarta parte del PBI mundial, mientras que hoy representan menos del 20 por ciento. En los últimos 15 años, el PBI europeo apenas creció al 2,3 por ciento anual (mientras el Asia emergente crecía al triple), este diferencial continuará en el futuro, ya que el FMI espera que hacia el 2015 los países emergentes asiáticos crezcan a una velocidad cuatro veces superior al crecimiento europeo. Por estas razones, se estima que en la próxima década el PBI europeo será menos de la sexta parte del PBI mundial.

El dato nuevo, y muy relevante, de las últimas décadas es la irrupción asiática en el escenario del comercio internacional; en el Asia emergente habita más de la mitad de la población mundial y su PBI total ahora ya es superior al europeo, mientras sus importaciones crecen aceleradamente y ya representan el 15 por ciento del total mundial. En los últimos 15 años, las importaciones europeas apenas crecieron al 3,3 por ciento por año, mientras que las de los asiáticos emergentes lo hacían al 8,4 por ciento.

En los primeros meses de este año las importaciones de India y China crecen de manera acelerada (55 y 65 por ciento), mientras que el resto de los países emergentes asiáticos también registra un fuerte incremento (48 por ciento). Por su parte, las importaciones europeas crecen al 16 por ciento y las de los Estados Unidos un 21 por ciento. En estos momentos, China ya es el segundo país importador mundial, superado únicamente por Estados Unidos, pero desplazando nada menos que a Alemania. En este año, el ranking de las naciones por PBI nos indica que de las cinco economías más grandes, una está en América (los Estados Unidos), otra, en Europa (Alemania) y tres, en Asia (China, Japón y la India).

En cuanto a la segunda diferencia señalada, digamos que la visión sobre las oportunidades del comercio mundial que hoy tienen los países del Mercosur es muy distinta a la prevaleciente en los noventa, y esto no tiene nada que ver con ideologías, sino simplemente con la realidad geopolítica. Recordemos que cuando comenzaron las negociaciones, el Mercosur aspiraba fuertemente a la apertura de los mercados agrícolas, bregando por el acceso a restrictivos mercados, no sólo de la UE, sino también de los Estados Unidos, ahora esta aspiración sigue vigente, pero ha perdido intensidad, y la prueba es el desinterés por la Ronda Doha (que lleva más de una década de estancamiento).

También han enfriado las aspiraciones negociadoras la permanencia de los subsidios y el proteccionismo agrícola en las potencias industrializadas, que se mantienen inconmovibles a pesar de los recurrentes discursos liberalizadores. La principal razón de este relativo y reciente desinterés es la irrupción de casi 4.000 millones de nuevos consumidores que desean consumir proteínas animales, y esta gente no está ni en Europa ni en los Estados Unidos, sino en el Asia Pacifico. De hecho, los sectores más dinámicos de las grandes producciones exportables del Mercosur tienen su atención hoy concentrada en la dinámica de la evolución de los nuevos y grandes mercados asiáticos.

En los próximos años, interesará mucho más el rumbo y orientación de la política de importaciones de los nuevos emergentes del Asia Pacifico, que ver cómo evoluciona el arraigado proteccionismo agroindustrial europeo, liderado desde hace cincuenta años por Francia, acompañada por los países mediterráneos y, también ahora, por los nuevos socios comunitarios de Europa oriental.