EE.UU. SE JUEGA INTERESES EN REGIÓN SI NO RATIFICA EL TLC CON COLOMBIA Y PANAMÁ
08 febrero 2011
Fuente: Publicado por la Agencia EFE, vía Yahoo! Noticias
Fuente: Publicado por la Agencia EFE, vía Yahoo! Noticias
Washington, 8 de febrero (EFE)- Estados Unidos se juega intereses políticos y comerciales en Latinoamérica si no ratifica los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Colombia y Panamá, porque perderá más influencia en la región además de cuota de mercado y empleos ligados a ellos.
Así consta en un informe encargado por el senador republicano Richard Lugar que se entregará mañana a los demás miembros del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta.
El documento lo redactó su asesor para la región, Carlos Meacham, que viajó entre el 18 y el 21 de enero a Panamá y a Colombia.
Concluyó que, al retrasar la ratificación de los tratados con esos dos socios latinoamericanos, EE.UU. "se juega intereses comerciales y políticos en el continente americano".
Por tanto "alienta enérgicamente a la administración a invertir el capital político necesario para lograr la ratificación de la Cámara de Representantes y del Senado" de los dos acuerdos.
"Las implicaciones políticas de perder influencia en Colombia son reales", alega Meacham.
"Perder a Colombia significa perder un importante aliado que ha demostrado un apoyo constante a políticas estadounidenses muy importantes en la región y en el mundo", afirma.
Barack Obama ha expresado su interés en que el Congreso ratifique los TLC con Corea del Sur, Colombia y con Panamá, pero no mencionó ninguna fecha para impulsar los de los socios latinoamericanos.
Lugar insiste en su introducción en que "el presidente tiene que hacer más para reunir apoyo en el Congreso".
"El retraso ya ha causado pérdidas significativas en la cuota de mercado y de empleos para las empresas estadounidenses", sostiene el senador, quien recalca que en el caso de Panamá, grandes proyectos de infraestructuras han sido adjudicados a empresas de otros países.
Mientras, en Colombia, EE.UU. perdió recientemente su puesto como principal exportador de productos agrícolas al país andino.
En concreto, las exportaciones en ese sector descendieron de 1.800 millones de dólares en 2008 a solamente 827 millones en 2010, mientras que las de Argentina aumentaron de 457 millones a 1.000 millones en ese periodo, de acuerdo con el informe.
Meacham recuerda, por su parte, que aproximadamente el 90 por ciento de las importaciones estadounidenses de Colombia entran sin arancel en el país, mientras que al revés los productos estadounidenses está sujetos a tarifas de hasta el 35 por ciento.
EE.UU. está siendo desplazado en Latinoamérica como el socio comercial preferido y lógico, y está perdiendo cuota en favor de China, Brasil y de otros países en Latinoamérica, que se benefician de acuerdos con Colombia.
Según el informe, China ha aumentado sus exportaciones a Colombia en un 224 por ciento en los primeros nueve meses de 2010 y es hoy el segundo socio comercial de ese país después de EE.UU., nación a la que sustituirá en diez años si esa tendencia continúa.
Lugar advierte de que, cuando se implemente el TLC entre Canadá y Colombia, se sustituirá probablemente el trigo estadounidense por el canadiense y el vecino del norte también tendrá ventaja en las exportaciones de maquinaria pesada y de otros bienes de capital.
Pero más allá de los argumentos económicos, el retraso permanente de la ratificación de asuntos tan importantes para Colombia y Panamá "hace que se cuestione nuestra fiabilidad", señala Lugar.
Los TLC sirven como "prueba de fuego" para Colombia y Panamá de los compromisos de Estados Unidos con sus amigos en un "vecindario donde varios países están optando por caminos marcadamente divergentes", sostiene.
La no ratificación del TLC con Colombia indicaría que EE.UU. "descuida a aliados afines dentro de un continente ideológicamente dividido", agrega el senador.
El informe también destaca los esfuerzos que han hecho ambos países por resolver los problemas que impiden la ratificación, como los derechos laborales y humanos en el caso de Colombia y las reformas y la transparencia en el régimen fiscal en el de Panamá, país que se siente "frustrado" y "engañado" por EE.UU.