PROBLEMA LABORAL: UNA BOMBA DE TIEMPO (ANÁLISIS)

10 febrero 2011

Fuente: Publicado por El Informador, Colombia

Santa Marta, Colombia, 10 de febrero- Precisamente por vivir en un mundo globalizado, lo sucedido en Túnez, en Egipto y el despertar del mundo árabe, tendrá efectos que no podemos ignorar. Aunque América Latina ha optado por la democracia así sea imperfecta, estamos llenos de pobres, indigentes y somos la región más desigual del planeta. En otras palabras, somos vulnerables y veamos por qué.

Una de las causas de la crisis en Túnez y en algún grado en Egipto, sumada a otros factores, fue la ausencia de oportunidades laborales para la población, sobre todo para la población joven y con cierto nivel de educación, es decir, clases medias. La ausencia de dichas oportunidades no solamente ha generado malestar entre la población tunecina y egipcia, sino que ha sido uno de los detonantes de diversas crisis en los países de Oriente Medio.

Es decir, se ha hecho evidente algo que la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, se ha empeñado en declarar: existe una crisis mundial de empleo. Pero el hecho de que sea generalizado no es excusa para no actuar.

Estados Unidos trata de recuperarse de la crisis, sin embargo, el desempleo no cede, además en países como España, la desocupación afecta a una gran parte de la población. Por lo tanto, y al tener en cuenta, que hace poco el Dane publicó los datos sobre el mercado laboral en Colombia para 2010, es necesario hacer e insistir una vez más en el problema, en el caso colombiano, no sólo del desempleo, sino además del subempleo y por ende, del alto nivel de informalidad que afecta a más de la mitad de la fuerza de trabajo.

Con respecto al desempleo, así éste disminuya en una proporción pequeña, desde hace un par de años tenemos el rótulo, entre los países más importantes de América Latina y el Caribe, de tener la tasa más alta de población buscando trabajo, sin éxito. En 2010, de acuerdo con el informe del Dane el desempleo fue del 11.8%, ligeramente inferior al registrado en 2009 (12%), lo que significa que en 2010 el número de desempleados promedio fue de 2,56 millones de personas.

Sin embargo, es cada vez más evidente que el crecimiento económico en el país no se refleja en la dinámica laboral y es necesario insistir en otra salida. Como es sabido, entre 2004 y 2007 el crecimiento del PIB colombiano en promedio fue del 5.9%, sin embargo, en ese mismo periodo la tasa de desempleo promedio fue del 12.2%; es decir, la disminución de desempleo está estancada desde el 2004. Aunque el crecimiento del PIB sea una condición necesaria para la creación de empleo, no es suficiente.

Los beneficios de la época de crecimiento de mediados de la década anterior, no se vieron reflejados en la población trabajadora, ni en la creación de nuevos empleos; por el contrario, debido a políticas del anterior gobierno, léase confianza inversionista y reforma laboral, la situación laboral de los colombianos es cada vez más precaria.

Y esto último, se refleja, en la alta informalidad existente y en que lo empleos que se crearon en la década anterior, se caracterizaron por ser nuevos trabajadores por cuenta propia, es decir, más cercanos a la informalidad que a empleos decentes.

Por lo tanto, es necesario alertar sobre los problemas estructurales del mercado laboral colombiano. La pregunta pertinente es, ¿qué oportunidades le va a ofrecer el actual gobierno a los colombianos desempleados, las mismas que ofreció el gobierno anterior? La informalidad está presente en todo el país, la crisis del mototaxismo en Santa Marta y Barranquilla es una muestra clara del rebusque y de los problemas que trae consigo intentar regular actividades relacionadas, por no tener una opción laboral formal.

Por otro lado, en ciudades como Bogotá y Bucaramanga, en las cuales el desempleo es bajo, el subempleo es muy superior al promedio del país. En síntesis, el problema del desempleo y del subempleo afecta a casi 10 millones de personas, las cuales esperan una oportunidad laboral digna y que les permita salir de la situación en la que se encuentran. Una bomba de tiempo.