LATINOAMÉRICA, HACIA UNA NUEVA POLÍTICA LABORAL (ANÁLISIS)

11 febrero 2011

Fuente: Publicado por ObservadorGlobal.com, Argentina

Buenos Aires, 11 de febrero- En 2010 la economía en la región creció en promedio un 6 %, mientras que el desempleo se redujo un 0,6 %, de acuerdo con informes presentados por la CEPAL y la OIT. A pesar de que el desarrollo laboral fue desigual en varios países, América Latina avanza tibiamente hacia una reestructuración del trabajo, que además de reducir la enorme desigualdad, y promover la inclusión social, debe asegurar el desarrollo macroeconómico y sobre todo la formación de profesionales y la implementación de empleos verdes, que detengan el impacto nocivo del cambio climático.

De acuerdo con los informes presentados por la CEPAL y la OI, en 2010 la economía en América Latina creció y la región avanza hacia una reestructuración del trabajo. A partir de 2008, el mundo está atravesando una de las crisis más profundas desde la década del treinta. Sin embargo, el impacto en América Latina no ha sido tan nocivo como el que estaba previsto. De acuerdo con un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la expansión económica de la región se vio desacelerada en 2009, dado que el producto interno se redujo un 1,9 por ciento.

Pero debido a la reactivación de los mercados asiáticos, principales receptores de los productos agrícolas de la región, y a las políticas fiscales y monetarias aplicadas por la mayoría de los países latinoamericanos, en 2010 se pudieron frenar los coletazos de la crisis mundial.

Crecimiento económico

El documento detalla, además, que las políticas macroeconómicas que adoptaron varios países del área y el crecimiento de la demanda interna, produjeron que la región creciese en 2010 un 6 por ciento.

Sin embargo, el crecimiento no fue homogéneo y no se prevé para este año que lo sea. En Brasil por ejemplo, la expansión económica y las inversiones aumentaron a un ritmo acelerado, mientras que en algunas regiones como el Caribe los indicadores económicos y sociales continúan deteriorándose.

Varios países de la región se beneficiaron de la fuerte demanda de recursos naturales por parte de los países asiáticos y esa es una de las principales causas del crecimiento macroeconómico. En Europa, la depresión continúa y en Estados Unidos la crisis se estabilizó, pero los empleos perdidos durante el peor período depresivo (2008-2010) no se han recuperado.

¿Hacia una mejor perspectiva laboral?

Por otro lado, una investigación presentada por la Organización Internacional delTrabajo (OIT) reveló que el desempleo descendió un 0,6 % entre 2009 y 2010, y pasó de 8,1 a 7,5%.

Además, México es el país con el desempleo más bajo de la región, con el 6,5 %. Mientras que el más elevado lo ostentan República Dominicana y Colombia, con el 14,4 y el 12,9 % respectivamente. Sin embargo, ambos países incrementaron el empleo levemente, comparados con 2009.

El documento de la OIT previene en su prólogo que la generación de empleos no garantiza un crecimiento con trabajo decente a largo plazo. Para que los países latinoamericanos sostengan su calidad laboral, deberán fortalecer sus políticas macroeconómicas y mejorar la coordinación de políticas a nivel regional y global. Además, se deberán identificar y eliminar cuellos de botella en los mercados laborales y reforzar los instrumentos que promuevan una mayor igualdad. Es decir que los indicadores positivos no siempre constituyen un seguro contra la proliferación del trabajo precario.

Además, el informe de la CEPAL omite los datos de dos de los países más desiguales de la región: Paraguay y Chile. El tercer país con mayor brecha entre ricos y pobres es Brasil, pero durante 2010 se generó una mayor cantidad de empleos en esa nación.

Por otra parte, ambos informes destacan que en 2010, a pesar de la inflación registrada en varios países de América Latina, el salario real se incrementó y las perspectivas para este año también son favorables. Pero, cabe destacar, que hay países en los que la inflación se mantiene baja a costa de sostener alta la moneda y las tasas de interés, es decir, un enfriamiento de la economía, que países como Brasil pueden implementar debido al gran volumen de exportaciones que mantiene, pero a otros países menos industrializados podría llevarlos a un aumento de la pobreza o a una menor competitividad exportadora.

Empleos verdes

El cambio climático, que se traduce no sólo en un aumento de la temperatura global sino en una mayor desertificación de los suelos y en inundaciones que arruinan las cosechas, debe ser combatido, de acuerdo con la segunda parte del informe de la CEPAL. América Latina debe cambiar su forma de producir y de reducir la emisión de carbono, lo que va a afectar además a la forma de trabajar en la región.

De acuerdo con el documento, el gran desafío de Latinoamérica es combinar políticas laborales limpias pero que también sean sostenibles y rentables. De lo contrario, el cambio climático va a producir un aumento del desempleo.

A pesar de que el debate sobre la implementación de empleos verdes es reciente en, existen proyectos avanzados en varios países. Por ejemplo, en Brasil, la generación de biocombustibles evita que se recurra a los fósiles que son más contaminantes y además se están construyendo unas 500 mil viviendas ecológicas alimentadas con paneles solares. En Costa Rica, existen 25 universidades dedicadas a formar profesionales en empleos verdes en las áreas de turismo, agroindustria, pesca, ciencias naturales y energía. Además, la infraestructura del reciclaje se desarrolló fuertemente en Brasil, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador durante 2010.

Latinoamérica debe ser consciente de que un cambio hacia una economía medioambiental sostenible va a llevar a la desaparición de empleos en algunos sectores económicos, pero también va a producir nuevas forma de trabajo en otras áreas. La región debe estar preparada para el cambio en materia laboral mediante la implementación de políticas de responsabilidad ambiental y el diálogo social, para que las medidas relacionadas con el empleo además de ecológicas, sean inclusivas y contribuyan no sólo al desarrollo macroeconómico, sino también a la reducción de la enorme desigualdad en el continente.