LOS INDICADORES DE LOS DESEQUILIBRIOS FINANCIEROS, OBJETIVO INMEDIATO DEL G-20

París,14 de febrero (EFE)- Consensuar indicadores para medir los desequilibrios financieros internacionales es el objetivo que la presidencia francesa del G20 se ha dado para la reunión del viernes y el sábado próximos de los ministros de Finanzas, que también deben abordar una eventual reforma del sistema monetario global.

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, que hará de anfitriona en el encuentro de París de esta semana, señaló hoy que querría tener un compromiso sobre los indicadores el sábado, aunque "por ahora no hay acuerdo".

Lagarde, que presentó a la prensa las prioridades y el trabajo preparatorio de su presidencia durante las últimas semanas, insistió en que hay que buscar "indicadores pertinentes para todo el mundo" que tengan en cuenta situaciones diferentes, desde los países esencialmente importadores a los que venden gran cantidad de materias primas.

No quiso dar una lista exhaustiva de las ideas que se barajan y se limitó a señalar que se está discutiendo sobre el uso y la adaptación de la balanza por cuenta corriente como instrumento de mesura, de la idoneidad de que se contabilice el saldo comercial, pero también otros flujos de intercambios de servicios o de movimientos de capitales internacionales.

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, aseguró que con esos indicadores "no se trata de señalar culpables" a quienes presentan una balanza por cuenta corriente fuertemente deficitaria -Estados Unidos es el que la tiene más abultada- ni a quienes tienen un gran superávit -China figura en primera posición, gracias a sus exportaciones-.

Pero Noyer también argumentó que con "una actitud cooperativa" en términos de políticas económicas y más convergencia "todos sacarán partido" porque los desequilibrios internacionales perjudican el que, según la ministra francesa, es "el objetivo fundamental" del G20 este año: "crear las condiciones de un crecimiento fuerte, equilibrado y sostenible" a escala global.

Lagarde igualmente puso el acento en su voluntad de reformar el sistema monetario internacional a partir de "la transición a un sistema basado en varias monedas internacionales".

Aunque la titular de Finanzas aseguró no tener una idea preconcebida ni una sola receta, reconoció con sus continuas alusiones que el elemento fundamental para esa eventual reforma sería que el yuan chino forme parte de "una canasta de divisas" internacionales.

Preguntada por las reticencias de Washington a esa reforma, ante la pérdida de peso como moneda de reserva que conllevaría para el dólar, Lagarde respondió que un dispositivo más equilibrado que incorpore monedas de grandes países emergentes y evite el fenómeno de la acumulación de reservas por estados como China sería beneficioso para Estados Unidos.

La cuestión, argumentó de forma repetida, es que el yuan pase a convertirse en una divisa internacional conforme se liberalice su tipo de cambio, algo que en todo caso necesitará el visto bueno de las autoridades de Pekín.

Otro de los puntos de la reforma monetaria promovida por la presidencia francesa del G20 es una mejor regulación de los flujos de capitales internacionales, comentó su titular de Finanzas, que indicó que eso significa por ejemplo plantearse si las limitaciones que ha impuesto recientemente Brasil son legítimas o constituyen un gesto "proteccionista". Una cuestión a la que no dio respuesta.

Respecto a la prioridad de combatir la volatilidad de las materias primas, puntualizó que no se trata de "administrar los precios", pero sí luchar contra los altibajos súbitos que "penalizan a los consumidores" y en términos generales a los países más pobres, y responsabilizó en parte de las fuertes fluctuaciones a "la financiarización creciente" de los mercados de futuros.

Para ilustrarlo, recordó que en la bolsa de Chicago el monto de la negociación en el mercado del trigo es 46 veces la producción mundial de este cereal, y en el caso del maíz 42 veces.

Lagarde reiteró que España está en el G20 con el estatuto de "invitado permanente", y que en la reunión de titulares de Finanzas de esta semana también figuran como invitados Etiopía, Guinea Ecuatorial, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos.

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