EEUU Y CHINA, LOS DOS EJES QUE VERTEBRAN HOY LATINOAMÉRICA (ANÁLISIS)

17 febrero 2011

Fuente: Publicado por MisFinanzasenLinea.com, Costa Rica

Madrid, 17 de febrero (EFE)- La crisis económica internacional ha constatado la existencia de dos Américas Latinas, una al norte de Panamá, cuya relación con EEUU le ha hecho sentir esa debacle, y otra al sur, cuya creciente cercanía con China le ha permitido capear el temporal, explica el expresidente Julio María Sanguinetti.

El político y escritor uruguayo participó este miércoles en una reunión del Club de Madrid que agrupa a 79 jefes de Estado y de Gobierno, y a la que acudieron asimismo los también expresidentes colombianos Belisario Betancur y Andrés Pastrana, y el mexicano Ernesto Zedillo.

Los cuatro ex mandatarios dialogaron sobre la seguridad jurídica de América Latina, subrayaron la consolidación democrática de la región y se refirieron al comportamiento de esta zona del mundo ante la crisis económica sufrida por Europa y Estados Unidos.

"México y Centroamérica han sufrido en parte esa crisis al estar ligados al mercado norteamericano", en cambio, "nosotros (los países del sur), conectados no sólo a China sino a aquello que China compra en el mundo, tanto materias primas como alimentos, ni nos hemos enterado", subraya Sanguinetti.

En una entrevista con Efe, el que fuera presidente de su país en los periodos 1985-1990 y 1995-2000, y primer mandatario democrático tras la dictadura uruguaya (1973-1985), analiza esa situación actual de América Latina, "una democracia en avance, con sus imperfecciones y también con ciertos retrocesos, como el caso de Venezuela", dice.

Pese a esos tropezones, Sanguinetti destaca que Latinoamérica "en términos generales muestra una consolidación de sus partidos, con una democracia política activa y elecciones regulares".

La principal excepción, señala, "sigue siendo Cuba, con un régimen en situación de colapso, como reconoce el propio Raúl Castro, pero aún sin la capacidad para regenerarse".

Sanguinetti hace muchas referencias a la general bonanza económica de la zona, a la que han contribuido la capacidad general para eludir la crisis internacional así como la persistencia de las inversiones procedentes de países que, como España, "apostaron por América Latina en su tiempo, tuvieron sus altibajos y hoy día cosechan sus buenos momentos".

Un factor fundamental para ese crecimiento y en el que hace hincapié el político uruguayo, uno de los miembros más destacados del Partido Colorado de su país, es el incremento de los precios de las materias primas, desde los minerales hasta los alimentos, exportadas desde la región.

"Es un fenómeno que nunca antes habíamos vivido en la magnitud en que lo estamos viviendo ahora", relata, a la par que pone ejemplos: "Hace cinco años una tonelada de leche en polvo la vendíamos por mil dólares y hoy por 4.000. La soja valía 200 dólares y hoy cuesta 550" en mercados como el chino.

Sobre esta época de vacas gordas, Sanguinetti constata que "no todo el monte es orégano", con un extremo boyante en Chile, "país que quizá tiene el mayor aprovechamiento" en la región, mientras que "la otra punta es Venezuela, que es quizá el que tiene un mayor despilfarro".

Entre los errores de las políticas acometidas en América Latina en los últimos años, destaca la cuestión de la pobreza, en la cual "aunque se ha invertido mucho, debería haberse reducido mucho más, sobre todo cualitativamente".

Otro déficit que encuentra es el de las inversiones en infraestructuras y en educación. Ahí, señala, "seguimos cosechando malos resultados".

Tampoco se ha avanzado en el terreno de la integración regional, un asunto sobre el que "hay mucha retórica, muchos discursos".

Pone como ejemplo la flamante Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), "un invento en su momento de ciertos pensadores brasileños para dejar a México fuera" y que ahora, destaca, trata de manejar Venezuela.

"Lo único que logran los promotores de esta idea es que en sus reuniones se produzcan enfrentamientos, Venezuela choca con Colombia, con Perú, con Chile, incluso con Argentina últimamente. Brasil modera como puede y oscila de un lado para otro. Al final, lo que mostramos es un gran escenario donde se subrayan nuestras divisiones", añade.