TLC: MIRAR AL ASIA (ANÁLISIS)

21 febrero 2011

Fuente: Publicado por La República, Colombia

Bogotá, 21 de febrero- Sin minimizar la importancia que tiene para Colombia el comercio con Estados Unidos, es el momento de recobrar la vieja enseñanza: toda dificultad encierra una oportunidad.

En efecto, las demoras con el TLC en Estados Unidos, y la suspensión -seguramente temporal- del Atpdea, obligan a mirar en serio hacia otros mercados. Ya el Ministro de Comercio extendió su mirada hacia el Asia-Pacífico, epicentro de una revolución económica. Con el 48% de la población mundial, recoge al 22,6% del PIB, el 24% por ciento de las importaciones, el 61% de las reservas internacionales y el 40% de la inversión directa. Además, como ha dicho Rafael Mejía, de la SAC, ante la escasez de alimentos provocada en parte por los biocombustibles, la gran oportunidad del campo colombiano puede estar allí.

El problema es que no hemos logrado llegar mientras que otros países latinoamericanos, algunos de ellos en nuestro mismo nivel de desarrollo, han arribado primero a la meta. Es el caso de México, Brasil, Chile y Perú, cuyos niveles de exportaciones de bienes y servicios al Asia vienen creciendo.

Una gran oportunidad para ingresar la constituye el Tratado con Corea, que puede ser la llave para toda el Asia-Pacífico. Con Corea nos unen lazos de sangre desde la guerra, algo que ellos recuerdan y respetan mucho más que nosotros. Por otro lado, aunque Corea es un duro negociador, lo cierto es que su producción agrícola es baja para satisfacer una población cercana a los 50 millones con un ingreso per cápita de 24.000 dólares.

Sería el primer acuerdo comercial que no afecta el sector agropecuario y que, por el contrario, le abre grandes posibilidades. De hecho, en la pasada mini ronda de Los Ángeles ya Corea dio señales de evaluar seriamente la posibilidad de hacer concesiones en materia agropecuaria. Hubo propuestas sobre la exportación de más café y aumentaron las expectativas de llegar a una negociación favorable en carne, leche, frutas, hortalizas, jugos de fruta y flores. Otro sector que presentó grandes adelantos fue el textil.

Para los principales gremios del país que asistieron a esta mini ronda, como la SAC, Fedegán, Fenavi, Fedecafé, Fenalco y Asocaña, el TLC con Corea es una necesidad y una posibilidad de ingresar a un mercado fuerte cuya economía es complementaria a la de Colombia.

Por fortuna, el Ministro de Comercio entiende el valor estratégico de una negociación con Corea. Ha dicho: "El Tratado es fundamental porque marca el camino del país en Asia. Implica que nos facilite el ingreso al foro de Apec, donde se reúnen las 20 economías más grandes del Pacífico".

En el campo interno, el sector más delicado es el del ensamble de vehículos y electrodomésticos. El primero, no obstante, ha gozado de una protección elevada desde hace 50 años sin que hayamos logrado niveles de exportación importantes, ni exista en verdad un establecimiento fabril que fabrique de verdad el ansiado "carro colombiano".

Pese a gozar de una ventaja arancelaria del 35%, que pagan los consumidores, continúa limitado al ensamble. De hecho, además, muchos de los carros que venden las marcas de las ensambladoras, son traídos del exterior y, en particular, de Corea. No se puede pretender borrar de un plumazo la inversión de las marcas ensambladoras, ni sus niveles de empleo, pero en una negociación razonable, con esquemas de desgravación progresivos como ha ocurrido con Europa recientemente, y con México y Brasil en el pasado, tiene que ser posible lograr una solución que no signifique simplemente sacrificar el tratado, perdiéndose para Colombia las posibilidades de comercio e inversión coreanos, y el valor estratégico que hay detrás de esto.

El Presidente de la República, Juan Manuel Santos lo tiene claro: "En todos los tratados de libre comercio hay ganadores y perdedores. A esos sectores les pediría realismo. El sector automotor ya está liberado y ahora el punto es cómo se adapta a esa realidad".