ARGENTINA BUSCA REEQUILIBRAR LA DEFICITARIA BALANZA COMERCIAL CON CHINA

24 febrero 2011

Fuente: Publicado por Infolatam, España

Buenos Aires, 24 de febrero- Autoridades del Gobierno argentino se reunirán desde este jueves en Buenos Aires con funcionarios chinos para analizar la marcha de sus intercambios comerciales, que muestra un abultado déficit para Argentina que el país suramericano quiere “reequilibrar”.

El secretario argentino de Industria y Comercio, Eduardo Bianchi, mantendrá reuniones hasta este viernes con enviados del Ministerio de Comercio de China, encuentros que fueron pactados el mes pasado en Pekín por la ministra argentina de Industria, Débora Giorgi, y el ministro chino de Comercio, Chen Deming.

“Argentina busca reequilibrar el intercambio de valor agregado y trabajo con China a través de una asociación comercial estratégica que contemple el acceso al mercado chino de alimentos y manufacturas”, dijo Giorgi en un comunicado.

China es el segundo mayor proveedor global de Argentina, con una cuota del 14 por ciento sobre el total de las importaciones del país suramericano, que el año pasado acumuló un déficit en su balanza comercial con este país asiático de 1.790,1 millones de dólares.

Según datos oficiales, el año pasado Argentina exportó a China por 5.858,6 millones de dólares, un 60 por ciento más que en 2009, e importó desde su socio asiático por 7.648,8 millones de dólares, con un alza interanual del 59 por ciento.

El encuentro en Buenos Aires para analizar la relación comercial se produce luego de que el pasado día 14 el Gobierno de Cristina Fernández resolviera ampliar de 400 a 600 los productos alcanzados por el sistema de licencias no automáticas a las importaciones.

En rigor, la resolución adoptada por Argentina, que entrará en vigencia dentro de diez días, no impide el ingreso de los productos comprendidos en la medida, sino que somete el trámite del permiso para importar a un proceso de revisión que puede durar hasta 60 días.

El Gobierno de Fernández adoptó esta medida bajo el argumento de proteger a determinados sectores industriales argentinos de una supuesta “competencia desleal” desde el exterior y asegura que la resolución no infringe ninguna norma de la Organización Mundial del Comercio.

Argentina ya había adoptado disposiciones similares en 2008, cuando eclosionó la crisis global, lo que le valió el malestar de China, entre otros países.