FALTA DE POLÍTICA COMERCIAL DE EE.UU. AFECTA ACUERDOS COMERCIALES, SEGÚN EXPERTOS (ANÁLISIS)

03 marzo 2011

Fuente: Publicado por Ecuador en Vivo, Ecuador

Quito, 3 de marzo- La política comercial de los Estados Unidos ha sido cuestionada por la falta de una definición clara que, incluso, según señala un informe del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), “ha caído en el descuido”, lo que “genera dudas sobre el futuro de los acuerdos comerciales y los programas preferenciales”, lo detalla la Agencia Andes.

El embajador de Ecuador en los EEUU, Luis Gallegos, coincidió con esa visión y se mostró poco optimista de que EEUU pueda aprobar legislaciones en materia comercial porque “no tiene la capacidad política”. “Estamos trabados en un litigio ideológico con poca participación del Gobierno”, señaló.

El presidente de Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores), Ignacio Pérez, calificó de “inexistente” la política comercial de EEUU que ha dejado en stand by, incluso, los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados con Colombia, Panamá y Corea del Sur.

El Gobierno de Barack Obama resolvió mantener acuerdos específicos como el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP) que favorece a 131 países y Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (ATPDEA, en inglés). Sin embargo, su vigencia concluyó el 12 de febrero, luego de una corta ampliación de seis semanas.

De hecho, un editorial publicado días atrás en el diario The Washington Post alertó que la falta de una política comercial y la falta de un empuje a los TLC causa conflictos al interior del Congreso que bloquea la renovación de las preferencias arancelarias andinas.

Con ello coincidió Pérez. “El Congreso no ha logrado un acuerdo, por la discrepancia de visión del futuro, sobre que hacer en materia comercial”. De ahí que aseguró que “esas indefiniciones necesariamente hacen daño al Ecuador”.

El empresario ecuatoriano, sin embargo, también cuestionó la política comercial del Ecuador que se niega a firmar un TLC con ese país por considerar que las condiciones establecidas en ese tipo de acuerdos afecta la soberanía nacional.

“Tampoco hay una política comercial clara. Es más soberano tener un acuerdo comercial firmado en donde el Ecuador pueda exigir el cumplimiento soberanamente y no una concesiones graciosa (Atpdea y GSP) en la que estamos dependiendo de su buena voluntad y tenemos que rogar por su extensión”, sostuvo.

Lori Wallach, directora de Public Citizen, uno de los principales grupos de análisis de Washington, señaló en entrevista con Andes que fue una buena decisión de Ecuador “no firmar un TLC con EEUU porque ahí todo está ya decidido y los países no tienen capacidad de reacción”.

“EEUU no está interesado en tener un acuerdo beneficioso mutuo. No está interesado en una verdadera negociación y reciprocidad y las reglas dentro de ese modelo son muy dañinas. Los países que han firmado piensan que se van a garantizar acceso a mercados y que se van a ampliar las inversiones, sin embargo las inversiones no aumentan”, sostuvo.

Dijo que aunque Colombia tiene un acuerdo firmado en 2006, hasta ahora no ha logrado ser ratificado. “Esto muestra que suscribir un TLC no fue la solución porque hasta ahora no se ven resultados”, manifestó la experta.

Sobre el acuerdo firmado con Colombia, un cable diplomático al cual tuvo acceso el diario colombiano El Espectador, revela que el entonces (2005) embajador de ese país en territorio colombiano William B. Wood envió un completo balance socio político y económico a la Secretaría de Estado en el que hacía referencia a sus preocupaciones alrededor del tratado y otros asuntos económicos.

En el documento, señala que Colombia está cumpliendo los compromisos para un TLC “pero, como ocurre seguido”, los perdedores potenciales del tratado resultaron quejándose con fuerza; frente a unos ganadores potenciales que se quedaron callados”.

Wood le pidió a Washington a que diera su visto bueno al acuerdo de manera temprana y confió que una vez hubiese un acuerdo los “ganadores” comenzaran a trabajar en ratificaciones incluso durante la campaña electoral.

“Hoy, cinco años después de ese mensaje, el acuerdo no ha sido aprobado por el legislativo estadounidense”, señala la publicación de El Espectador.