AMÉRICA LATINA DECLARA LA GUERRA A LA INFLACIÓN (ANÁLISIS)

04 marzo 2011

Fuente: Publicado por Infolatam, España

Madrid, 4 de mazo- La lucha contra la inflación se ha convertido en la prioridad número uno para la mayoría de los países latinoamericanos. La imagen económica internacional de América latina está en juego y esa es la razón para que, salvo Argentina y Venezuela, los países hayan reacionado con rapidez cuando están apareciendo los primeros indicios de subida de precios, empujados por el alza de pretóleo y los alimentos.

El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, de gira por la región, ha advertido del peligro inflacionario pidiendo un “aterrizaje suave” a la economía latinoamericana para frenar la inflación, porque “están surgiendo señales de recalentamiento preocupantes”: aumento de los precios, el rápido crecimiento del crédito al consumo y el auge de los mercados de valores.

Strauss-Kahn ha propuesto ”el retiro del estímulo macroeconómico adoptado durante la crisis, primer paso que dar”, pues “todos sabemos cómo puede terminar esta historia si los responsables de formular las políticas públicas no actúan lo suficientemente pronto” así como acciones “tanto en la política fiscal como monetaria”.

De todas formas, pese al peligro inflacionario real, es necesario reconocer que América latina ofrece una imagen de seriedad y ortodoxia, a diferencia de otras épocas, como destaca el presidente del Banco Central de Uruguay, Mario Bergara: “un logro de Uruguay y los países emergentes es pensar que hemos dejado de lado escenarios con el 40, 80 el 100 o el 200% de inflación. Tomar decisiones económicas en esos escenarios es muy difícil y muy ineficiente. Entonces está claro que mantener inflaciones de un dígito es un valor en el funcionamiento económico”.

Para Bergara la región ha aprendido que “nunca sufre más la producción y nunca sufren más los más desfavorecidos que cuando hay alta inflación, descontrol macroeconómico y crisis financiera. Y eso esta a la vista, verdad, nunca cayó más la producción el empleo y los ingresos de la gente, nunca aumentó tanto la pobreza y la indigencia como cuando hubo descontrol macroeconómico, corridas bancarias y crisis financiera”.

Plan de ajuste en Brasil

Brasil es uno de los países más preocupados y que ha tomado medidas más severas. Los mercados financieros llevan subiendo la previsión de inflación para Brasil en 2011 desde hace tres meses: ahora la sitúan en el 5,80%.

El gobierno de Dilma Rousseff ha impulsado un fuerte recorte del gasto público para evitar tensiones inflacionarias, con recortes de sus gastos en defensa y viviendas sociales que han alcanzado los 30.000 millones de dólares del presupuesto de 2011: ”(el recorte) apunta a desacelerar la economía sin noquearla”, ha ratificado el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Desde que tomó posesión del cargo, Dilma Rousseff ha hecho profesión de fe como enemiga de la inflación: así el martes aseguró que su gobierno no tendrá “contemplaciones con la inflación”.

Mantega agregó que los recortes apuntan a asegurar un crecimiento económico sustentable, después de que el Producto Interno Bruto (PIB) probablemente aumentó un 7,5 por ciento el año pasado, un ritmo que Mantega dijo que era “excesivo” para Brasil.

Los recortes disminuirán el gasto total del Gobierno en un punto porcentual, hasta situarlo en un 17,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Tras ese esfuerzo el ejecutivo esperaba que el Banco Central no se elevara las tasas de interés a fin de no ralentizar la economía y por sus efectos sobre la revalorización de la moneda.

“Me opongo a tasas de interés artificialmente elevadas…Estoy a favor de elevar las tasas de interés cuando hay un problema con la inflación…Creo que medidas prudentes como elevar el requisito obligatorio de reservas (…) son más efectivas”, dijo el ministro de Hacienda, Guido Mantega, en una entrevista con el periódico Folha de S. Paulo.

Sin embargo, por segunda vez en 2011, el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil (BC) aumentó la tasa básica de interés (Selic) en medio punto porcentual, hasta el 11,75%, su mayor nivel desde marzo de 2009.

Subida de tasas en Chile, Perú y Colombia

En Chile la lucha contra la inflación se está dando hasta ahora desde el Banco Central y se han mantenido los estímulos a la economía. El Banco Central de Chile subió el mes pasado en 25 puntos base su tasa clave a un 3,5 por ciento, con previsión de que siga elevándola ante las mayores expectativas de inflación.

“A nivel global, la inflación efectiva y la esperada han aumentado y un número creciente de economías ha estado reduciendo su impulso monetario”, dijo la entidad emisora en su comunicado. La inflación en Chile fue del 3,0 por ciento en 2010 y los expertos han ajustado al alza sus expectativas para este año hasta en torno al 4 por ciento.

Sin embargo, el banco reiteró que “será necesario continuar reduciendo el estímulo monetario en los meses venideros”. El emisor ve un nivel neutral de la tasa en 5-6 por ciento.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha confirmado la prioridad es la lucha contra la inflación: “todo está comunicado: si ocurre mayor inflación y mayores tasas de interés, eso puede tener un efecto en el tipo de cambio. Nosotros siempre estamos monitoreando en forma muy coordinada con el Banco Central este tipo de efectos”.

Para el ministro “el retiro del estímulo monetario es algo ampliamente esperado y es lo que con alta probabilidad va a ocurrir (…) la tasa de interés es de 3,5 por ciento y tenemos una inflación esperada para este año algo superior al 3,5 por ciento”, señaló el ministro.

Colombia ha seguido la senda de Chile y a finales de febrero la Junta Directiva del Banco de la República incrementó en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia al subirla del 3% al 3,25%.

El banco emisor esperó 10 meses para tomar una decisión, ahora impostergable por las presiones inflacionarias, vía alimentos sobre todo: “Las razones para mantener esta tasa en un nivel tan bajo ya no continúan vigentes. Con una demanda interna y crédito dinámicos, un crecimiento esperado en 2011 cercano al de tendencia, una inflación proyectada cerca del punto medio del rango meta de largo plazo y las expectativas de inflación a más de un año por encima de la meta, la Junta considera prudente comenzar a reducir el estímulo monetario de una manera gradual”.

De igual manera, en Perú el Banco Central elevó en febrero su tasa de interés, por segundo mes consecutivo, a un 3,5 por ciento e informó que a partir del 1 de marzo se elevaría en 0,25 puntos porcentuales la tasa media de encaje en soles y dólares, en un esfuerzo por moderar el fuerte dinamismo del crédito y mantener ancladas las expectativas inflacionarias dentro de su rango meta.

El presidente del Banco Central de Reserva de Perú, Julio Velarde, reconoció que existe preocupación en su institución y en el gobierno por el aumento de los precios internacionales de los alimentos que pueden impactar en la inflación peruana: “Esto hace más difícil proyectar la inflación, creemos aún que estaremos dentro del rango meta, cerca del límite superior de 3%. Si la situación del crudo se agrava, el estimado puede ser distinto. Por eso estamos subiendo la tasa de interés, pero aunque la elevemos a 1,000% no podemos variar el precio de los granos, como el trigo. Lo hacemos para atenuar el contagio sobre los precios domésticos en un contexto donde la demanda interna avanza con fuerza”.

En México existen menores tensiones inflacionistas, como ha tratado de destacar el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero: “En México afortunadamente dejamos atrás estas historias de terror de cifras de inflación de dos dígitos (…) En México afortunadamente dejamos atrás estas historias de terror de cifras de inflación de dos dígitos”. El Banco de México tiene una meta de inflación del 3%.

Sin embargo, según informa el diario El Universal, “las expectativas de inflación que proyectaron especialistas en economía del sector privado se elevaron a 3.94%, en febrero de este año, el mayor nivel para los últimos nueve meses. En la encuesta de especialistas del sector privado al mes de febrero de 2011, se expone que uno de cada 10 consultados considera como un factor de preocupación que limitará la actividad económica la inflación y el aumento de precios de insumos y materias primas”.

Los reyes de la inflación

Uruguay, Argentina y Venezuela son los reyes de la inflación. En Uruguay aumenta la preocupación por la inflación pues solo en enero fue del 1,25%, situándose en los 12 meses en el 7,27%, con lo que superó la meta de inflación fijada por el gobierno de José Mujica (de entre 3% y 7%). La subida de enero (1,25%) fue la mayor en 30 meses y este el mes de enero con más inflación desde 2007.

El ministro de Economía, Fernando Lorenzo, sigue manteniendo que la inflación no superará el 7%: “No, fue fijado hace un buen tiempo. El rango objetivo fijado por el comité de coordinación macroeconómica es para diciembre de este año de entre 4% y 6% y por tanto eso ya está fijado”.

Sin embargo, el Índice de Precios a Consumo interanual fue de 7,67% en febrero, por encima de la meta fijada por el gobierno (7%). En lo que va de 2011, el Índice lleva acumulado un 2,20%.

Pero mucho más grave es la situación en Argentina y Venezuela. En 2010, el alza de los precios en el país caribeño fue del 27,2%, mientras que en Argentina las estimaciones privadas la sitúan en torno al 25%.

Pese a las evidentes tensiones inflacionarias Cristina Kirchner ni siquiera mencionó el tema en su discurso del martes de apertura del año legislativo.

Esto provocó duras críticas de la oposición: el precandidato presidencial por el radicalismo Ernesto Sanz aseguró que “sigue escondiendo debajo de la alfombra…se olvidó de mencionar la normalización del INDEC”.

Jorge Oviedo apunta en el diario La Nación que la presidenta “no piensa modificar la política fiscal ni monetaria y seguirá haciendo como si la inflación no existiera, aunque no lo dijo. Esto último es una muy mala noticia también para los asalariados, jubilados y las personas que cobran subsidios”.

Y Joaquín Morales Solá en ese mismo periódico asegura que “en todas las mediciones de opinión pública hay dos temas que están en la cima de la preocupación social: la inseguridad y la inflación, en ese orden. Cristina Kirchner no hizo referencia alguna a la inflación. Tal vez porque advierte que no tiene fórmulas para combatirla con su venerado modelo ni, mucho menos, con su ministro de Economía. O quizá porque cree ciegamente, como aseguran alrededor de ella, en las abultadas carpetas del Indec que le acerca Guillermo Moreno. Sea como sea, no le habló al ama de casa estupefacta ante los precios en los supermercados o en las despensas”.

Venezuela lidera la carrera inflacionista pero con las elecciones de 2012 a la vista nada hace suponer que el gobierno se decida a enfrentarla, como dejaron entrever el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, y Humberto Ortega Díaz, ministro de Banca Pública y presidente del Banco de Venezuela cuando en una comparecencia ante la Asamblea dijeron que la inflación venezolana “es estructural anterior al actual gobierno y que no es solo una responsabilidad del Gobierno, sino que involucra a toda la comunidad y a los productores”.

En los últimos seis años, el costo de la canasta básica de alimentos se ha incrementado un 306% en Venezuela, según Instituto Nacional de Estadística. Además, la tasa media de inflación anual se sitúa en torno a los 20%. Solo en 2001 esta cifra se situó en el 12%, la tasa más baja de los últimos años.