LA CATÁSTROFE DE JAPÓN SERÁ LA MÁS COSTOSA DE LA HISTORIA

Bogotá, 28 de marzo- Tras el devastador terremoto de 9 grados en la escala de Richter que sacudió la costa noreste del país, lo que generó un tsunami el pasado 11 de marzo, comienzan a surgir los gastos generados luego de la catástrofe.

Después de una estimación provisional realizada por el Gobierno japonés, el daño económico ocasionado en el país se aproxima a los US$309.000 millones, lo que lo clasifica como el desastre natural más costoso de la historia en materia económica. El problema es tan abrumador que algunos pronósticos estiman que para el 2012 la deuda publica del país sería del 10% del Producto Interno Bruto(PIB). Además, el costo del sismo para las aseguradoras podría alcanzar los US$34.600 millones, según cálculos de AIR Worldwide.

Según el sitio Pueblo en Linea (traducción de japonés), la oficina del gabinete dijo que, sin incluir los posibles costos de los cortes de luz planeados, el monto de la reconstrucción de las infraestructuras, empresas y viviendas dañadas podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) del país un 5%.

De igual manera, el Banco Oficial de Japón (BOJ) ha respondido a la emergencia económica con altas inversiones de liquidez, hasta el punto que, en cinco días, logró bombear al sistema financiero y a la economía del país con US$0,6 billones. Tal volumen de recursos tiene la finalidad de financiar al sistema para evitar el colapso, así como impulsar la capacidad productiva afectada por la destrucción de infraestructuras y comunicaciones, interrupción del fluido eléctrico, tranquilizar a la bolsa y relajar las tensiones monetarias generadas por la tragedia.

Según Luis Enrique Aycardi, presidente de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (AIS), "los japoneses han sido pioneros a nivel mundial en el desarrollo de construcciones. Ante el evento sísmico, el comportamiento de las edificaciones ha sido totalmente satisfactorio y es una realidad que a nivel estructural las ciudades más afectadas por el terremoto han tenido una recuperación y manejo excelente".

Según Aycardi, Japón, en materia de infraestructura, fue afectada por el tsunami, que es una fuerza natural "prácticamente incontrolable y a pesar de esto las ciudades ya estaban preparadas y tenían fuertes construcciones que ayudaron a reducir el impacto que lamentablemente sobrepasó los limites previstos".

El terremoto logró exceder los limites de la tragedia de Valdivia (Chile) del 22 de mayo de 1960, el de Anchorage (Alaska), que generó perdidas de US$311 millones, ocurrido el 28 de marzo de 1964; y el de Sumatra, Indonesia; el 24 de diciembre de 2004, con gastos de aproximadamente US$656 millones, catalogados como los tres más fuertes en magnitud y más catastróficos de toda la historia. También estuvo muy por encima de los US$14.000 millones que cuesta la reconstrucción de Haití.

A pesar de que el terremoto del 11 de marzo no fue el mayor en magnitud dentro de la escala de Ritcher, los gastos generados por las perdidas materiales y a nivel de vidas humanas ha sido el mayor en 140 años.

Debate sobre el uso de energía nuclear en América Latina

A pesar de que la crisis nuclear en la planta central de la prefectura de Fukushima continua desarrollándose y no se logran determinar los posibles daños al ambiente y la salud humana, en Latinoamérica, luego de la catástrofe de Japón, se abrió el debate sobre si es conveniente avanzar en planes de expansión de centrales nucleares. Según el portal IPS, Argentina y Brasil hicieron las apuestas más grandes en materia nuclear, mientras que otros países latinoamericanos que tenían planeado el desarrollo de proyectos simplemente los congelaron. La región presenta cinco centrales nucleares, dos de estas están en Argentina, otras dos en brasil y una en México.

Toyota retomará hoy sus labores

Toyota Motor Corp anunció que retomará nuevamente su producción que se vio afectada tras el sismo del 11 de marzo. La empresa reabrirá sus puertas con tres modelos de híbridos: el Prius, el Lexus HS250h y el CT200h, ensamblados en la fabrica de Tsutsuni, en el centro de Japón; y en la planta Toyota Motor Kyushu, en el sur, dijo la portavoz Shiori Hashimoto a la agencia de noticias Reuters. El cese de actividades dejará una perdida de producción de por lo menos 140.000 vehículos. La falta de energía no ha permitido que otras automotrices puedan iniciar sus actividades.

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