DIÁLOGO ESTRATÉGICO ENTRE AMÉRICA LATINA Y EEUU (POR ALICIA BÁRCENA, SECRETARIA EJECUTIVA DE LA CEPAL)
06 abril 2011
Fuente: Publicado por El Tiempo, Colombia
Fuente: Publicado por El Tiempo, Colombia
Santiago, 6 de abril- La gira que el presidente Barack Obama acaba de realizar por tres países de América Latina -Brasil, Chile y El Salvador- debe animarnos a seguir examinando el estado de las relaciones económicas entre Estados Unidos y la región.
Un debate en profundidad y un diálogo estratégico en el futuro inmediato nos permitirán avanzar hacia nuevas iniciativas hemisféricas en el campo del comercio, la inversión y el desarrollo, con beneficios compartidos. Porque Estados Unidos, principal inversionista en la región, puede ser un activo socio de América Latina y el Caribe en el esfuerzo continental por lograr un desarrollo con igualdad. El mismo día en que el presidente Obama le habló a la región desde Chile, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) lanzó un informe que busca contribuir a dicho debate.
En la Cepal creemos que hoy están dadas las condiciones para aprovechar nuevas oportunidades de cooperación comercial entre el país norteamericano y la región, ya que ambos enfrentan desafíos similares en el marco de la globalizada e interdependiente economía actual, más allá de las obvias diferencias de escala y puntos de partida.
Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial individual de América Latina y el Caribe, y las exportaciones de la región a ese país son más diversificadas que las destinadas a la Unión Europea y Asia. La nación norteamericana también sigue siendo el mayor inversionista individual en la región, al representar el 34,7 por ciento de los flujos acumulados de la inversión extranjera directa recibida entre 1999 y el 2009.
No obstante lo anterior, la participación de Estados Unidos en el comercio exterior regional se ha reducido en la última década conforme aumenta el peso de China y otras economías emergentes. En materia de exportaciones, su participación descendió desde 59,7 por ciento en el 2000 a 40,1 en el 2009, y en importaciones desde 49,3 por ciento a 31,2 en el mismo período.
En todo el mundo hay un renovado interés en fortalecer los vínculos comerciales con América Latina y el Caribe. Sin embargo, en los últimos años, Estados Unidos ha evidenciado carecer de una visión estratégica hacia la región en esta área, cuestión que esperamos se remonte bajo los principios de la "asociación entre iguales" y el desarrollo de acuerdo con la realidad de cada país, propuestos por el presidente Obama en Chile.
Por lo pronto, hay obstáculos que no hemos logrado superar: los tratados de libre comercio (TLC) suscritos con Colombia y Panamá, en el 2006 y el 2007, respectivamente, aún no son presentados al Congreso estadounidense para su aprobación. De igual forma, los programas de preferencias arancelarias que benefician a los países andinos y a otros de la región se encuentran interrumpidos.
Creemos que es hora de trabajar mancomunadamente para la conclusión de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el 2011 y que es momento de abrir un diálogo entre Estados Unidos y los países de la zona que participan en el Grupo de los Veinte. También conviene establecer un programa integrado de cooperación económica. La región debe consolidar su recuperación económica y mantener una senda de crecimiento sostenido, lo cual implica mayor industrialización, superar los rezagos en tecnología e innovación, y ser protagonista de un comercio intrarregional e internacional vibrante.
Solo si creamos por esta vía más y mejores empleos -productivos y con derechos-, podremos erradicar la pobreza y construir un futuro con igualdad para todos. EE. UU., insisto, puede ser un activo socio de América Latina y el Caribe en este esfuerzo.