EL CRECIMIENTO ECONÓMICO ES MÁS QUE NADA UN PROCESO DE CAMBIO ESTRUCTURAL, AFIRMA JOSÉ ANTONIO OCAMPO, EX SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CEPAL
13 abril 2011
Fuente: Tomado de la Web de la CEPAL
Fuente: Tomado de la Web de la CEPAL
Santiago, 13 de abril- "El crecimiento económico es más que nada un proceso de cambio estructural, que es lo único que le permitirá a los países enfrentar con éxito la vulnerabilidad externa", declaró hoy José Antonio Ocampo, ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) al dictar la décima Cátedra Raúl Prebisch en la sede de la comisión en Santiago, Chile.
El actual Profesor de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) expuso sobre "Macroeconomía para el desarrollo: políticas anticíclicas y transformación productiva" ante una audiencia de académicos, funcionarios internacionales y representantes del cuerpo diplomático.
Fue presentado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien destacó la contribución que ha realizado Ocampo al desarrollo del pensamiento económico latinoamericano. "Muchas de las ideas y postulados que la CEPAL produjo durante su mandato (1998-2003) han prevalecido y fueron semillas de la propuesta que presentamos recientemente a los gobiernos de la región en el documento La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir", declaró.
"Nadie puede discutir hoy la actualidad y vigencia de esos postulados", aseguró Bárcena.
En su cátedra, José Antonio Ocampo argumentó que la clave para una buena macroeconomía para el desarrollo es la combinación de buenas políticas anticíclicas con una estrategia activa de diversificación productiva. A su juicio, los tres pilares que sostienen a las economías latinoamericanas son: las políticas anticíclicas, la transformación productiva y el financiamiento para el desarrollo.
Destacó que América Latina ha logrado poner el concepto de las políticas anticíclicas en el centro de la preocupación pública y ahora forma parte de la racionalidad política del mundo económico. "La CEPAL ganó el debate intelectual. Las ideas que defendimos hace 20 años son las que están en práctica ahora", precisó.
Recordó, por ejemplo, cómo la idea en boga hoy de utilizar regulaciones prudenciales con propósitos macroeconómicos específicos -lo que se conoce como "reglas macro-prudenciales", fue introducida por la CEPAL alrededor de 1999-2000.
Frente al actual desafío de América Latina de hacer frente a una economía post crisis, caracterizada por una alta volatilidad y nuevos flujos de capitales, Ocampo señaló la importancia de las medidas anticíclicas, a través de reglas estructurales, medidas de política fiscal o instrumentos de protección social, como los subsidios al desempleo.
Sin embargo, reconoció que es muy difícil combatir las presiones políticas que se generan en tiempos de crisis o de auge y que muchas veces se ha caído en respuestas procíclicas, es decir, gastar cuando hay bonanza y ahorrar cuando hay crisis, cuando no siempre es lo más conveniente.
En relación a la política monetaria y cambiaria, resaltó el rol que cumplen los bancos centrales. "Deben tener al menos tres objetivos: controlar la inflación, atenuar los ciclos cambiarios y fomentar la actividad económica", indicó.
"El tipo de cambio tiene que ser una obsesión de las autoridades monetarias pero no es un sustituto de políticas de desarrollo productivo. Estas tienen también que elegir, seleccionar los sectores que debe promover un país", enfatizó.
Finalmente, Ocampo destacó lo que a su juicio son dos de los aportes principales de Raúl Prebisch, ex Secretario Ejecutivo de la CEPAL, en cuyo honor se dicta esta cátedra desde 2001: el papel clave que tiene el manejo de las vulnerabilidades externas en economías sujetas a un "predominio de la balanza de pagos" en su dinámica macroeconómica, y la estrecha relación entre crecimiento económico y transformación productiva.
"Estas dos ideas centrales siguen siendo válidas ayer como hoy y demuestran la validez de conceptos que ha defendido la CEPAL a lo largo de su historia", recalcó.
En Colombia, José Antonio Ocampo ocupó entre otros cargos el de Ministro de Finanzas y Crédito Público y Presidente del Directorio del Banco de la República.
Durante su destacada carrera ha ocupado también el cargo de Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales y fue uno de los directores del proyecto Agenda para una democracia de ciudadanía de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).