ALGO SE MUEVE EN AMÉRICA LATINA (ANÁLISIS)

04 mayo 2011

Fuente: Publicado por AteneaDigital.es, España

Madrid, 4 de mayo- Iberoamérica hierve de cambios geoestratégicos. Ha habido varias señales en las últimas semanas: entre ellos, la firma en Lima del Acuerdo del Pacífico por Perú, México, Chile y Colombia. Este audaz movimiento latinoamericano para coordinarse y profundizar la relación con Asia, y en especial con China, puede tener varias consecuencias: refuerza al grupo de países de la región más vinculados con el librecomercio y la apertura económica y debilita otras experiencias regionales, como la moribunda Comunidad Andina de Naciones, o posiciones menos abocadas al "compromiso de avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas", como es el caso del Ecuador de Rafael Correa o la Venezuela de Hugo Chávez que lidera el ALBA.

La inclusión de México en este proyecto supone una confirmación de la apuesta de este país por la región, un tópico muchas veces repetido por los diferentes presidentes del país centroamericano, pero que casi nunca se ha traducido en hechos efectivos. Este, sin embargo, sí es concreto. Felipe Calderón aspira a diversificar la política exterior de su país, salir de la excesiva dependencia con Estados Unidos y entablar vínculos con la región, más allá de del Golfo de Darién.

Pero ha habido muchos más movimientos estratégicos en la región: uno de los más llamativos ha sido el acuerdo entre Hugo Chávez y Juan Manuel Santos para conseguir el regreso a la OEA de la Honduras de Porfirio Lobo. El líder del régimen bolivariano ha olvidado los duros calificativos que en su día lanzó contra Lobo ("¿Y Zelaya no es presidente? ¿A quién le entregó la presidencia? A nadie, Zelaya sigue siendo el legítimo presidente de Honduras") y ahora se muestra como el adalid de la vuelta de Honduras al seno de la OEA. A la vez, Chávez, quien en su día fue como mínimo complaciente con la presencia de las FARC en su territorio, no dudó en activar todos los mecanismos de su régimen para lograr la detención de Joaquín Pérez Becerra, canciller de las FARC.

En este 2011 se está asistiendo también a la ascensión de Colombia, país que de la mano de Juan Manuel Santos está adquiriendo mayor relevancia internacional y regional. Ha solucionado los graves contenciosos que arrastraba con Ecuador y Venezuela y al mismo tiempo ha potenciado la presencia internacional de Colombia que, sin descuidar la relación con Estados Unidos, ha buscado profundizar los vínculos con otros socios: ha mediado entre Chávez y Porfirio Lobo, se ha vinculado al Acuerdo del Pacífico, apuesta por unir a Colombia a la OCDE y a la APEC, y está a punto de conseguir que en Estados Unidos se ratifique el TLC.

El papel determinante de Brasil

Este panorama geoestratégico no es fijo y con seguridad sufrirá cambios en los próximos meses. En primer lugar, hay que estar pendiente del factor Brasil, determinante para la región en general. Desde que Lula da Silva abandonó la presidencia, el protagonismo de Brasilia ha bajado muchos enteros debido a que su sucesora, Dilma Rousseff, está aterrizando en el cargo y se le ha visto más preocupada por la situación política interna (reforzar los vínculos que unen a su coalición) y, sobre todo, los económicos (lucha contra la escalada inflacionaria y la revaluación de la moneda que golpea a los sectores exportadores).

Más pronto que tarde, la presidenta deberá empezar a lidiar con el contexto regional y a tomar decisiones para no perder posiciones en lo que se refiere al liderazgo brasileño en la región. Ya se sabe que todo vacío que se deja en política internacional tiende a ser llenado por otros actores políticos.

El segundo factor a tener en cuenta es si el giro moderado de la política exterior chavista es coyuntural y estratégico o verdaderamente duradero. Hugo Chávez parece estar llevando a cabo un movimiento estratégico para ganar peso en la región y ser aceptado como líder regional con vistas a la cumbre de Caracas de julio, donde se pondrá la piedra fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la OEA sin Estados Unidos.

El tercer aspecto a valorar es si la política de Santos en materia internacional es viable a medio y largo plazo. Colombia es una economía emergente, pertenece a los llamados CIVETS, pero es aún un país con muchos déficits de tipo social (altos niveles de pobreza y desigualdad), de infraestructuras y, sobre todo, de seguridad interna (presencia de la guerrilla de las FARC y ahora de las Bandas Criminales Emergentes, las Bacrim).

Un año de elecciones

Otro aspecto a tener en cuenta son los diferentes cambios de gobierno que va a haber en la región. Por ejemplo, en Perú, no es lo mismo que gane las elecciones Ollanta Humala quien, pese a su ahora moderado discurso, no hace mucho tiempo era el referente de un mensaje antichileno y antilibrecomercio, que Keiko Fujimori.

Igualmente habrá que estar muy atentos a lo que pase en octubre de 2011 en Argentina pues de nuevo habría variaciones muy significativas entre un nuevo gobierno de Cristina Kirchner (de retórica antineoliberal y no muy afín al librecomercio) o un ejecutivo encabezado por Ricardo Alfonsín (por no hablar de un menos probable triunfo de Mauricio Macri).

Más lejos en el horizonte, pero con un carácter muy decisivo, están las elecciones de 2012: las de México donde culmina la presidencia de Felipe Calderón y las de Venezuela donde se pone en juego la continuidad de Hugo Chávez. El papel de México variaría de forma radical en caso de ganar un populista como Andrés Manuel López Obrador o un izquierdista moderado como Marcelo Ebrard, por no hablar de un triunfo de un panista o del pragmático priismo, encabezado por Enrique Peña Nieto.