LA UNASUR ESTÁ BLINDADA FRENTE A DISPUTAS POLÍTICAS (ENTREVISTA A MARÍA EMMA MEJÍA, SECRETARIA GENERAL DE LA UNASUR)

Bogotá, 9 de mayo- Trabajar en torno a lo que une a los países de la región, evitando que lo que los divide frene el desarrollo de Suramérica, es la consigna con la cual María Emma Mejía asumirá hoy, en Guyana, la Secretaría General de UNASUR.

En diálogo con EL TIEMPO, la ex canciller analizó el panorama regional y explicó los ejes de la agenda de la Secretaría General, que, sin dejar de lado el componente político, versará sobre energía, infraestructura y defensa.

Es un milagro de la política que una colombiana se posesione como secretaria general de UNASUR, tras varios años de tormenta diplomática en la región.

Usted bien lo ha descrito. UNASUR está hoy blindada frente a las disputas ideológicas y las contradicciones políticas. El éxito que se logró al trabajar sobre lo común, en medio de las diferencias, fue verdaderamente importante. Hoy empiezo yo y luego continúa Venezuela, a pesar de las tensiones que ambos países habían tenido en el pasado, expresadas muchas veces en foros internacionales. La regularización gradual de las relaciones bilaterales tuvo su culminación diplomática en un acuerdo histórico para compartir secretaría, acogido por los 12 países de UNASUR. Es un hecho positivo y muy simbólico para la política exterior de Colombia y Venezuela.

¿El esquema de Colombia en el 2011 y Venezuela en el 2012 implica que un año dominará la agenda de Santos y otro, la de Chávez?

Vengo realizando una gira por los países que hacen parte de UNASUR y hay consenso de los presidentes en torno a que este es un organismo político y ese carácter no lo puede perder. Pero no solo está allí para atender las crisis, sino también para construir integración. Y eso es básicamente lo que vamos a hacer tanto Alí Rodríguez como yo. Los equipos de Venezuela que lo van a acompañar a él van a venir a despachar conmigo desde ya en Quito. No podríamos hablar de agendas individuales en una UNASUR que tiene una agenda muy rica.

¿El auge de UNASUR implica el ocaso de la OEA?

Para nada. Al contrario. Son organismos complementarios. No es que la OEA haya dejado de jugar un papel en el continente. Lo tiene y muy profundo, pero aquí hay una instancia política y económica que tiene su propia dinámica y se entrecruza y se complementa con ella. UNASUR es un mecanismo muy ágil. Tengo la responsabilidad de estar en una alerta temprana con los presidentes y poderles informar, casi que anticiparnos, a posibles situaciones.

¿Cómo va a garantizar que UNASUR no sea solo un 'bombero' en la región, sino que también tenga un mandato de largo alcance, trabajando en temas de desarrollo regional?

Ese es quizá el valor agregado más importante que tiene UNASUR. El jueves estaremos en Lima, sede del Consejo de Seguridad. Todos los ministros de Defensa estarán presentes. A eso se suma el tema de infraestructura: la semana pasada tuvimos en Río de Janeiro la presentación del Consejo Suramericano de Infraestructura, con un plan que va hasta el año 2022 e incluye proyectos de integración e infraestructura en comunicaciones. El Consejo Energético también acaba de tener un acuerdo, que es la Declaración de Galápagos, donde hay alianzas entre países; ahí están Chile, Perú y Ecuador.

¿Qué temas adicionales se van a trabajar en su agenda?

Está el tema de economía y finanzas: tenemos a principios de junio, en Argentina, que es la que lleva este tema, la cumbre de ministros y de directores de bancas centrales. Hay temas que se han debatido mucho, como moneda común y Banco del Sur. También está el tema de salud, en el que se ha avanzado mucho y es liderado por Uruguay y Paraguay. De igual forma, hablamos de educación, ciencia, tecnología y cultura, en lo que trabajan Ecuador, Colombia y Surinam. Y está el tema medioambiental, que para nosotros es muy importante. Algunos de los presidentes han mencionado ese valor agregado que frente al mundo tienen los países suramericanos. La agenda es muy amplia y vamos a tener que trabajar con una estructura muy pequeña y ágil desde la secretaría en Quito. Queremos buscar 'victorias tempranas', eso que a los ciudadanos les puede servir: libre circulación de personas, homologación de profesiones, elementos que puedan hacer de esta una región con un proceso de integración más sólido para el común de la gente.

Hace unos meses el presidente Alan García planteó el debate sobre tener una fuerza común regional, para efectos de seguridad. ¿Hay algún avance en ese frente?

Sí. En el plan de acción están esas discusiones de ministros de Defensa este jueves en Lima. El Consejo de Defensa Suramericano nace de la necesidad de articular medidas de confianza para la seguridad y la defensa regional. Y, obviamente, hay preparación y entrenamientos militares que los ministros, los cancilleres y los señores y señoras presidentes van a conversar. También, ejercicios militares conjuntos y la necesidad de desarrollar la industria militar. Y el 27 de este mes, en Buenos Aires, se inaugura el Centro de Estudios Estratégicos de Defensa Suramericanos, una especie de 'centro de pensamiento' donde se van a discutir esas políticas, en un tema tan esencial como este.

¿Es posible hablar de bloques políticos e ideológicos en América Latina?

Me parece que no se podría hablar de bloques. Cada país, y eso hay que respetarlo, tiene sus puntos de vista, su forma de hacer sus procesos políticos internos. Pero veo en cada uno de los presidentes y presidentas que he visitado un deseo muy sincero de trabajar sobre lo que nos une y no sobre las diferencias que podemos tener. UNASUR está, de alguna forma, para evitar que esas diferencias afecten el desarrollo de la región.

La intervención en Libia que autorizó el Consejo de Seguridad de la ONU evidenció posturas divergentes entre los países de UNASUR. ¿Qué va a hacer cuando eso pase?

Yo estoy ahí para consultar a los presidentes, para buscar consensos. Cuando haya un caso similar a ese y los jefes de Estado y los cancilleres quieran que haya un pronunciamiento, lo habrá. Hay procesos en los que se llega a posiciones comunes y otros en que no. Y así se expresan. Este proceso nuevo no solo ha sorprendido a la población suramericana. También el presidente Barack Obama, cuando estuvo en Brasil, mencionó a UNASUR y destacó como muy positiva la instancia del Consejo de Defensa Suramericano.

En igual sentido se pronunció la canciller alemana, Ángela Merkel. Hay mucho interés en este proceso tan ágil, tan moderno. Y eso hará que lleguemos a consensos donde cada país, por supuesto, y eso hay que respetarlo, tiene sus puntos de vista.

¿Cómo será la relación UNASUR-EE. UU.?

Veo una relación positiva, muy constructiva. UNASUR no se ha hecho contra nadie ni para hacer instancias aisladas de otros países u otros procesos de integración. El desarrollo de Suramérica es importante para EE. UU. y el equilibrio político en una región como esta, creo que será más que bienvenido.

Un bloque con 395 millones de personas

Doce países integran UNASUR: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

La Secretaría General tendrá sede en Ecuador.

El tratado constitutivo del bloque entró en vigencia el pasado 11 de marzo.

La población de los países del bloque es de 395 millones de personas, aproximadamente.

'Colombia tiene hoy papel protagónico': Canciller La canciller María Ángela Holguín destacó el papel protagónico que Colombia está jugando en el cono sur, reflejado en hechos como la llegada de la ex canciller María Emma Mejía a la Secretaría General de UNASUR.

"Estamos jugando un papel preponderante en la región. Estamos contribuyendo a lograr una región unida, que trabaja por la integración, tanto física como política, un gran activo para consolidarnos frente al mundo", le dijo la ministra a EL TIEMPO.

Holguín agregó: "Queremos que nos vean como un país que prioriza su región natural, en búsqueda de mejorar la calidad de vida de la población".

La actual etapa de UNASUR ha estado estrechamente ligada a Colombia. El fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner, ex secretario del bloque, fue artífice de la reanudación de relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogotá.

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