BRASIL DESTRONA A CHINA (ANÁLISIS)

12 mayo 2011

Fuente: Publicado por Infolatam, España

Madrid, 12 de mayo- Lo dicen los responsables de los fondos de capital riesgo: Brasil es preferido a cualquier otro país, incluso China, para invertir. Estos inversores piensan, de manera general, aumentar sus operaciones en los países emergentes. Según la última encuesta realizada por EMPEA/Coller Capital, publicada en abril 2011, piensan aumentar esa apuesta por los emergentes hasta 20% del total invertido en los fondos de private equity. De todos los países dónde tienen puesta la mirada, es Brasil el que se lleva la palma, por delante de China e India. El resto del continente tampoco sale mal parado, América latina pasando por delante de India, Turquía o Rusia, como destino preferido de sus inversiones.

Brasil se configura así como uno de los destinos estrella del capital riesgo internacional. Los últimos datos de la Latin American Venture Capital Association (LAVCA) comprueban de hecho el creciente atractivo del país y del continente : en 2010 los fondos de capital riesgo levantaron, en la región, 8,1 mil millones de dólares, un 120% más que el año anterior. Este es el récord alcanzado hasta la fecha. Southern Cross y Advent International levantaron fondos regionales de un tamaño inédito, con 1,7 mil millones de capital comprometido para cada uno de ellos. Esta situación contrasta con lo experimentado en Estados-Unidos y en Europa dónde los montos de los fondos levantados se han reducido un 7% y 32% respectivamente.

En cuanto a las inversiones realizadas, el año 2010 también ha sido singular. Un poco más de 200 fondos de capital riesgo invirtieron 7,2 mil millones de dólares en América latina, el doble del año anterior. Brasil concentró 46% de las operaciones y abarcó 76% del total del capital invertido. Líderes mundiales como Apax Partners, Silver Lake, TPG Capital, y Warburg Pincus realizaron sus primeras inversiones en el país mientras otros como Blackstone se hacían con 40% de Patria y JP Morgan con la totalidad de Gavea, la empresa creada por Arminio Fraga, el ex gobernador del Banco Central de Brasil. En 2011, nuevos actores como la inglesa 3i ya anunciaron su desembarco.

Otra tendencia interesante es el creciente atractivo por el venture capital (VC), el capital semilla: las inversiones early stage, típicas de los fondos de venture, aumentaron un 54% y el tamaño promedio de las inversiones se elevó a 1,6 millones de dólares en 2010 (por encima del millón que promediaban el año anterior). En total las inversiones de venture capital alcanzaron algo más de 23% del total invertido por el capital riesgo en América latina. Aunque Brasil tenga muy pocas start ups que han dado el salto al Bovespa (Submarino es una de las excepciones), estamos viendo emerger cada vez más proyectos. En las áreas de los video juegos emergen start ups como Mentez, Tutudo, o Vostu, en las de comercio en línea Buscapé o Xangô y muchas más.

Esta última despertó el interés de varios fondos de venture capital internacionales como Redpoint Ventures (basado en San Francisco), Index Ventures (basado en Ginebra) y BV Capital (con sede en Hamburgo). Xangô ilustra también una tendencia creciente: el papel de la diáspora brasileña que regresa al país, los retornados, y la importancia de las conexiones internacionales, al igual que lo ocurrido para Israel o India. Su fundador, Marco DeMello, regresó a Brasil después de casi veinte años en Estados-Unidos, dónde trabajó para empresas como Microsoft. Otro expatriado que creó una start up existosa, Peixe Urbano, es Julio Vasconcellos, el cuál trabajó en Nueva York y en la Silicon Valley, después de completar su MBA en Stanford. Esta conexión americana le facilitó encontrar sus primeros inversores, el fondo californiano Benchmark Capital que, junto con el brasileño Monashees, financió el arranque de la start up a su regreso en Brasil.

Los fondos de venture californianos ahora miran con atención hacia Brasil, multilplicando los viajes como en el caso de Sequoia y Norwest Venture Partner, por ejemplo, o instalándose incluso en el país. Geoffrey Prentice, un ejecutivo de Skype que se trasladó al fondo de venture Atomico, basado en Londres y fundado por el creador de Skype, se trasladó por su parte a Brasil para iniciar inversiones en start ups brasileñas. Se están también desarorrollando fondos de venture locales, aunque el mercado es todavía incipiente: según Claudio Furtado, de la Fundacão Getúlio Vargas, menos de 20% del total de las inversiones en capital riesgo, realizadas entre 2005 y 2009, fueron a operaciones de early stage, típicas del venture capital. Este trabajo muestra también que de los 144 fondos analizados sólo un puñado corresponde a fondos de venture capital para financiar start ups tecnológicas.

Entre los fondos destacables están el ya mencionado Monashees Capital, co fundando en Sao Paolo por Eric Archer. Este fondo de VC es uno de los mayores del país especializado en empresas tecnológicas. Maneja unos 60 millones de dólares y realiza unas dos o tres inversiones por año, en operaciones oscilando entre 500 mil dólares y 5 millones de dólares. Astella Investiments (manejado por Edson Rigonatti), Ideasnet (co fundado por un americano, Michael Nicklas) o FIR, son algunos otros de los fondos de venture brasileños que empiezan a invertir desde Brasil. A estos fondos se suman también operadores globales que también provienen de la industria. Destaca aquí Intel Capital que tiene un equipo basado en Sao Paolo y maneja un fondo dedicado al país y la región de unos 50 millones de dólares.

Brasil no se convertirá del día a la mañana en Israel, el El Dorado de las start ups tecnológicas (cerca de 4 000, la mayor densidad por habitante del mundo) y del venture capital (más de 70 fondos locales y 220 internacionales buscando invertir en la start ups israelís). Sin embargo estamos viendo emerger historias de éxito, empresas tecnológicas como Tivit adquiridas por el capital riesgo internacional por montos ya cercanos a mil millones de dólares, o Buscapé, una empresa Internet comprada por los surafricanos de Naspers. Brasil todavía no tiene empresas que cotizan en el Nasdaq (Isarel tiene más de 60), sin embargo todo apunta a que esta nueva década también pueda que sea la de la innovación y la tecnología. En todo caso eso hay que desearle al país del futuro convertido en potencia del presente.