LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE DEBERÍA RECOBRAR FUERZA Y FLEXIBILIDAD ECONÓMICAS, SEÑALA EL FMI
26 abril 2012
Fuente: Tomado de la Web del FMI
Fuente: Tomado de la Web del FMI
Washington, 26 de abril.- Si bien los desafíos económicos a los que se enfrentan América Latina y el Caribe difieren de un país a otro de la región, un tema es común: estos países deberían recomponer los márgenes de maniobra para la aplicación de políticas y mantenerse atentos a los riesgos a la baja. Las condiciones externas favorables de las que se benefician algunos países —financiamiento externo abundante y barato y precios elevados de las materias primas— podrían persistir durante algún tiempo, pero probablemente se disiparán con el tiempo, como se señala en la última edición de Perspectivas económicas: Las Américas, publicada por el FMI.
“Las condiciones siguen siendo favorables. América Latina probablemente seguirá contando durante algún tiempo con el impulso de un entorno favorable de financiamiento externo y precios elevados de las materias primas, pero este impulso no durará para siempre”, señaló Nicolás Eyzaguirre, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI en la presentación del informe hoy en Bogotá, Colombia. “Ahora, el desafío para muchos países es aprovechar estas condiciones para recomponer los márgenes de maniobra y reforzar la capacidad de resistencia y la flexibilidad que tan beneficiosas han sido para la región en los últimos años”, explicó.
En América Latina y el Caribe el crecimiento se mantiene firme, aunque se desaceleró durante el segundo semestre de 2011 como resultado de las políticas más restrictivas que se habían aplicado después del repunte posterior a la crisis y del efecto de la incertidumbre mundial. Según las proyecciones del FMI, la región crecerá a un ritmo de 3,7% en 2012, y de 4,1% en 2013, lo que representa un modesto aumento con respecto a los pronósticos publicados en enero.
En este informe sobre las perspectivas regionales se indica que los riesgos a corto plazo siguen inclinándose a la baja, en particular los relacionados con la posibilidad de que resurjan las tensiones en los mercados europeos y de que se produzca un shock de los precios del petróleo. No obstante, en el informe también se examinan las diferentes condiciones en la región que implican diferentes desafíos de política.
Diferentes desafíos en los distintos países de la región.
Las economías de América del Sur integradas a los mercados financieros (Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay) crecieron a un ritmo promedio de 5,5% en 2011, lo que representa una caída con respecto a un ritmo de más de 6½% en 2010. Dado que estos países están operando cerca o por encima del potencial y que los riesgos mundiales se han elevado, los bancos centrales deberán lograr un equilibrio difícil. Por una parte, deberán estar preparados para respaldar las condiciones de liquidez si los shocks mundiales adversos se materializan y, por otra, deberán asegurar que la política monetaria continúa anclando las expectativas de inflación.
Al mismo tiempo, las políticas macroprudenciales pueden ayudar a evitar los excesos financieros ante el crecimiento robusto del crédito y los flujos de capital volátiles. Además, deberían redoblarse los esfuerzos de consolidación fiscal para dar a la política monetaria la flexibilidad necesaria y recomponer los márgenes de maniobra utilizados durante la crisis de 2009.
Por otra parte, en la mayoría de los países exportadores de materias primas de América del Sur menos integrados a los mercados financieros (como Argentina y Bolivia), que han estado operando por encima de su potencial, un objetivo prioritario es dejar de aplicar políticas procíclicas para no exacerbar las presiones de sobrecalentamiento y debilitar la balanza de pagos.
Los países de América Central, que están operando cerca de su potencial y cuya relación deuda/PIB se mantiene por encima de los niveles previos a la crisis, deberían redoblar sus esfuerzos para consolidar los saldos fiscales, fortaleciendo al mismo tiempo los marcos monetarios y prudenciales.
Por último, en los países del Caribe el crecimiento sigue siendo poco dinámico en las economías altamente dependientes del turismo, y persisten los desequilibrios fiscales. Por lo tanto, es preciso seguir centrando la atención a corto plazo en reducir los excesos fiscales y subsanar las fragilidades financieras. De cara al futuro, deberán redoblarse los esfuerzos para hacer frente a las deficiencias estructurales a fin de fortalecer la competitividad y el crecimiento.
Shocks financieros mundiales, efectos de contagio de Brasil y México y situación del mercado de la vivienda
En el informe también se presentan tres notas analíticas breves sobre los efectos de los shocks financieros mundiales, los efectos de contagio de Brasil y México en la región, y los mercados hipotecarios y de la vivienda.
Con respecto al primer tema, en el informe se señala que la sostenibilidad externa y la flexibilidad del tipo de cambio desempeñan un papel clave para mitigar los efectos adversos de los shocks financieros mundiales en la actividad económica de los mercados emergentes, especialmente aquellos que están muy integrados a los mercados financieros.
Con respecto a los efectos potenciales de los shocks generados en Brasil y México, el análisis del FMI indica que estos países grandes generan efectos de contagio significativos para algunos vecinos del Cono Sur (especialmente, Argentina, Paraguay y Uruguay), incluidos los efectos indirectos relacionados con la amplificación de los shocks mundiales.
Con respecto a los mercados de la vivienda, el rápido crecimiento del crédito hipotecario no parece plantear riesgos inminentes para la estabilidad en la región. Sin embargo, las limitaciones de datos restringen la evaluación de estos riesgos. Por lo tanto, es necesario subsanar lo antes posible las carencias de información y reforzar la supervisión del sector de la vivienda.