DESEMPLEO IMPACTA EN LA ECONOMÍA MUNDIAL

02 mayo 2012

Fuente: Publicado por la Agencia Prensa Latina, vía Google Noticias<p/> Por Mario Esquivel

La Habana, 2 de mayo (PL).- Señales poco optimistas ganan terreno en el mercado laboral mundial, con pronósticos de una tasa promedio de desempleo del 6,1 por ciento en el 2012 y 202 millones de personas en las filas de los parados.

Según el más reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la economía global se enfrenta a un déficit de 50 millones de empleos para llegar al nivel existente antes de la crisis financiera internacional.

Las previsiones reflejan en la práctica un aumento de seis millones de personas en el acápite de desocupados, cantidad que podría incluso llegar a 207 millones en el 2013.

Los países están llamados a aportar al menos 600 millones de empleos en un plazo de 10 años, cantidad requerida para asimilar a los parados existentes y a los 40 millones que se incorporan cada año a la población económicamente activa.

Para la entidad, muchos gobiernos, en particular en las economías avanzadas, le han dado prioridad a la combinación de austeridad fiscal y drásticas reformas laborales.

En la práctica, esa estrategia generó consecuencias devastadoras en los mercados laborales en general, y en la creación de empleo en particular.

Las políticas de austeridad sin dudas van a empeorar los problemas del mercado de trabajo, pues la experiencia demuestra que hay que colocar recursos en opciones activas de creación de empleos y estimular la inversión.

Sin embargo, la inversión global se ubica 3,1 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico, con una orientación a la baja más pronunciada en el mundo industrializado.

Unido a ello, el organismo indicó que se aprecia un incremento del denominado trabajo informal, el cual representa el 40 por ciento de los empleos en las dos terceras partes de los países emergentes y en desarrollo.

También está el caso de los jóvenes, pues existe un repunte del 80 por ciento del desempleo en esa categoría poblacional en los estados industrializados, mientras que en las economías en desarrollo el avance es del 60 por ciento.

En efecto, ya el pasado año se detectó que 74,8 millones de jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 24 años estaban desempleados, para un incremento de más de cuatro millones desde el 2007.

A escala planetaria, los jóvenes tienen tres veces más posibilidades que los adultos de estar desempleados y la tasa mundial de paro en ese sector es del 12,7 por ciento, un punto porcentual por encima de los niveles anteriores a la crisis.

Otro reto adicional esta relacionado con el de trabajo decente, pues los datos de la organización mencionan la necesidad de extender ese concepto a 900 millones de trabajadores que viven con sus familias por debajo de la línea de la pobreza de dos dólares al día.

Particular inquietud genera la Unión Europea (UE), pues la OIT alertó que en la mayoría de países comunitarios, el paro no deja de aumentar desde finales de 2010, con sólo 10 de los 27 socios del bloque que han visto una reducción en sus niveles de desempleo.

De manera general, la categoría de 15 a 24 años sufre del doble de desempleo con respecto a otros grupos de edad y ha alcanzado picos históricos en los países del sur de Europa.

Además, la organización reveló que hay 42 millones de trabajadores a tiempo parcial en la UE, de los cuales al menos el 20 por ciento quisiera trabajar más horas por semana.

Los vaticinios laborales se sustentan también con pronósticos de recesión en la Eurozona, donde ya varios de sus integrantes (España, Italia y Portugal) se encuentran bajo esa situación.

Por otra parte, en las economías avanzadas, muchas personas que buscan trabajo están desmoralizadas y pierden sus competencias, lo cual afecta sus oportunidades de encontrar empleo.

Además, las pequeñas empresas tienen un acceso muy limitado al crédito, lo cual contribuye a deprimir las inversiones e impide la creación de empleo.

Frente a ello, la OIT afirmó que una combinación de políticas favorables a la creación de empleo, basadas en impuestos y el aumento de las inversiones públicas y beneficios sociales, podría facilitar la creación de dos millones de plazas durante el 2013 en las economías avanzadas.