LATINOAMÉRICA Y LA EUROZONA
15 agosto 2012
Fuente: Publicado por La-Razon.com, Bolivia<p/> Por José Gramunt de Moragas
Fuente: Publicado por La-Razon.com, Bolivia<p/> Por José Gramunt de Moragas
La Paz, 15 de agosto.- Las olimpiadas de Londres han entretenido, y con mucha razón, a un público mundial seriamente preocupado por la grave crisis económica y financiera que sufre especialmente la eurozona. Flotan en la recargada atmósfera algunas preguntas intranquilizadoras. ¿Ha fracasado el modelo más desarrollado de integración económica, política y cultural del viejo mundo al que los países latinoamericanos miraban como un ejemplo digno de imitar? ¿Se derrumba el euro para volver al galimatías del circulante de cada país? ¿Se levantaron de nuevo las rígidas fronteras que dificultaban el libre tránsito de personas, mercaderías, capitales y servicios?
La crisis ha desencadenado una ventolera de opiniones. El optimismo triunfalista y, mucho más, el tremendismo son resultones de momento, pero suelen ser fugaces. Puede que los hechos confirmen los vaticinios de unos o de otros. Puede ocurrir que los hechos los desmientan, sea en el todo, como en las partes. Sin embargo, frente a las crisis económicas y financieras, siempre queda una esperanza de sobrevivencia.
Tengo para mí que el proceso, llamémosle de regeneración de la economía mundial y europea, tendrá que recurrir a los valores éticos. Tanto más cuanto que, una gran parte del problema que se vive proviene de la desenfrenada codicia (uno de los pecados capitales que invade la “cultura” de este siglo). La desmedida acumulación de bienes por parte de unos muy pocos aprovechados, en perjuicio del resto de la sociedad, especialmente de los más pobres. Ahí está la madre del cordero. A esto se añade la corrupción que suele encontrar en sus culpables infinidad de pretextos, tales como los siguientes: “no te va a pasar nada”, “el que no roba es un gil”, “ésta es tu oportunidad”, “si no lo haces tú, lo hará otro”. Todo esto y mucho más, envuelto en el celofán de la impunidad.
La percepción dominante es que la crisis de la eurozona tardará en resolverse. No se volverá enseguida al Estado del Bienestar. Abusaron alegremente de ese sistema y ahora pagan la costosa factura. Pero a fuerza de muchos sacrificios, que ahora llaman “ajustes”, es de esperar que llegará la recuperación, aportando nuevos conocimientos y experiencias para no recaer en los mismos errores.
Mientras tanto, la crisis europea incide en la lentitud del crecimiento económico mundial. En lo que se refiere a las exportaciones de la región latinoamericana ya comenzaron a estancarse, lo mismo que disminuyeron las remesas procedentes de países como España.
Según una buena parte de los expertos que tratan el tema, el impacto de la crisis de España y de la eurozona, en general, no ha sido ni será muy marcado en Latinoamérica, a condición de que China, compradora de materias primas, compense el efecto negativo de sus menores exportaciones a Europa. También opinan que las compañías de la eurozona están financiando como pueden sus casas matrices, pero sin dejar de invertir en Latinoamérica “porque aquí está la rentabilidad”. Es cuestión de esperar vigilando el comportamiento de las economías de la región.