COOPERACIÓN SUR-SUR AYUDA A INDÍGENAS A OBTENER TÍTULOS DE PROPIEDAD TERRITORIAL EN HONDURAS
27 mayo 2013
Fuente: Tomado de la Web del Banco Mundial
Fuente: Tomado de la Web del Banco Mundial
Tegucigalpa, 27 de mayo.- La Moskitia, tierra de historias y leyendas en la costa caribeña de Honduras, ya no es considerada tierra de nadie. Sus dueños, las comunidades indígenas originarias, en especial los Miskitos, han recibido el título que los acredita por primera vez como propietarios de ese territorio y les da el poder de manejar sus recursos a la vez que les compromete a cuidar el medio ambiente.
Todo comenzó en 2004, cuenta Enrique Pantoja, especialista en administración territorial del Banco Mundial. Fue ese año que el Gobierno de Honduras aprobó una ley de propiedad de tierras que en uno de sus capítulos reconoce las propiedades colectivas de los pueblos indígenas.
¿Pero cómo hacer la demarcación y la titulación?
“Cuando el gobierno decidió comenzar el proceso de reconocer los derechos territoriales de los pueblos indígenas, buscamos los países donde estos procesos estuvieran más avanzados para aprender de sus experiencias”, explica Pantoja.
Es así como con el asesoramiento del Banco Mundial se organizaron dos giras de cooperación sur-sur para oír de primera mano, de parte de funcionarios del gobierno y de miembros de comunidades beneficiadas, cómo fue el proceso de propiedad territorial en Nicaragua y Colombia.
“Antes de la cooperación sur-sur, la relación entre las comunidades indígenas y el gobierno central de Honduras era muy polémica, no había confianza mutua y no tenían una idea clara de cómo proceder”, cuenta Román Álvarez, coordinador nacional del segundo proyecto de administración territorial.
Según Pantoja, la cooperación ayudó a establecer una ruta, los procedimientos a seguir en la asignación de los títulos de propiedad.
Y para los involucrados fue muy importante ver cómo les fue a otros países y cómo trabajaron otras agencias y gobiernos conjuntamente para el avance exitoso del proceso.
“Es la primera vez en la historia que un pueblo indígena se reúne con el Presidente de la República y su gabinete y de ahí inicia ya el primer título que, gracias a Dios, recibí de manos del presidente”, afirma Gilberto Maibet, presidente del consejo territorial de Katainasta, en la Moskitia hondureña. Esto ocurrió en agosto del 2012.
El intercambio de experiencias y conocimientos ha sido clave en el éxito inicial del proceso.
“Con los títulos, las comunidades indígenas tienen el derecho para manejar sus recursos naturales. Actualmente hay otros dos territorios que han sido delimitados y titulados, lo que demuestra no solo el compromiso, sino el entendimiento de que es un hecho muy positivo para el país”, concluye Pantoja.