SUCRE: HERRAMIENTA PARA LA INTEGRACIÓN

27 mayo 2013

Fuente: Publicado por la Agencia Prensa Latina, vía Google Noticias<p/> Escrito por Mario Esquivel

Caracas, 27 de mayo (PL).- El Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), con seis países participantes, surge hoy como un instrumento eficaz en la nueva arquitectura financiera internacional para enfrentar la crisis y favorecer la integración.

La principal ventaja de este sistema, basado en principios de complementariedad, respeto a la soberanía y solidaridad, radica en que permite realizar transacciones entre los estados integrantes sin la necesidad de utilizar divisas.

De esa forma, para Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Uruguay, el SUCRE funciona con una Cámara de Compensación Regional entre bancos centrales, lo cual facilita el pago de las operaciones de importación y exportación en moneda local, según sea el caso.

Directivos del Consejo Monetario Regional indicaron que las transacciones comerciales se realizan con el empleo de instrumentos financieros diversos, entre ellos ordenes de pago, cartas de crédito y giros nominativos.

De acuerdo con el Banco Central de Venezuela (BCV), la fortaleza del mecanismo se refleja en un potencial de 72,8 millones de consumidores y un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto cercano a los 590 mil millones de dólares para sus miembros.

Asimismo, suma otras características que lo diferencian de los esquemas tradicionales de integración, pues cuenta con un Fondo de Reservas y Convergencia Comercial.

Entre otras funciones, esa instancia financia proyectos para aumentar la oferta exportable de los estados que conforman el mecanismo y, de este modo, reduce las asimetrías comerciales entre sus socios.

Con el sistema es posible que pequeñas y medianas empresas se incorporen a actividades de importación y exportación, además de expandir los mercados internos y generar mayor valor agregado en los productos nacionales.

Para el funcionamiento del mecanismo se tomó en cuenta una unidad de cuenta común, conformada por una canasta de monedas de las naciones miembros que permitieron fijar una tasa de cambio de 1,2507 sucres por dólar.

Sin dudas, el empleo de esa herramienta evita la dependencia de divisas internacionales como el dólar para el intercambio de bienes y servicios.

Unido a ello, fortalece los esfuerzos por avanzar en la integración financiera de la región, interesada en minimizar los efectos de la crisis económica global.

Las cifras evidencian el impacto positivo del sistema, pues tras una primera operación en febrero del 2010 por 135 mil dólares, cerró el pasado año con dos mil 646 transacciones equivalentes a mil 065 millones de dólares.

Además, de enero a abril del presente ejercicio los reportes dan cuenta de mil 448 operaciones.