URUGUAY PUEDE SER UN PUENTE ENTRE LA ALBA Y EL MERCOSUR

13 junio 2013

Fuente: Publicado por ElPais.com.uy, Uruguay

Montevideo, 13 de junio.- Kintto Lucas, embajador itinerante de Uruguay para UNASUR, CELAC y ALBA, abogó en una carta publicada por la integración, calificándola de “un objetivo estratégico para lograr la independencia de América Latina”.

“Es necesario establecer un puente entre el MERCOSUR y el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Uruguay podría ser un país puente (…) promoviendo la cooperación y complementación”, afirmó el diplomático.

Lucas destacó a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y aseguró que “es necesario (consolidarla) como bloque de poder e interlocución mundial”. Dijo que las propuestas de integración “que surgieron antes, además de ser regionales fueron condicionadas por el libre comercio, porque apostaban a eso”.

“El MERCOSUR fue una propuesta surgida desde el libre comercio desde el neoliberalismo” y “la CAN (Comunidad Andina de Naciones) terminó absorbida por la hegemonía neoliberal en los años 90”, escribió Lucas. Además, agregó que la Organización de Estados Americanos (OEA) “fue un proceso de imposición” desde Estados Unidos.

“UNASUR surgió de una forma diferente, y se posicionó como una propuesta de integración desde lo político”, anotó el jerarca. La Unión “ha demostrado que, dentro de las diferencias, se puede llegar a ciertos acuerdos que parten de un punto central: para competir, para ser escuchados en un mundo que va a ser de bloques, tenemos que participar como un todo más compacto”, según Lucas.

También defendió a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC): “surgió con la necesidad de consolidar un espacio amplio que promueva un proceso integrador desde la pluralidad latinoamericana, desde procesos más diversos y complejos, pero sin la tutela de Estados Unidos”, declaró.

Según Lucas, tanto la UNASUR como la CELAC y su integración con la ALBA permitirán a los países latinoamericanos “dejar de ser países primarios exportadores” y cambiar el modelo económico actual, que “apuesta al libre comercio mal entendido, donde quienes dirigen el mercado terminan siendo las grandes corporaciones, la política comercial se basa en los tratados de libre comercio con las grandes potencias, tratados neocoloniales que van contra la integración y la política económica y favorecen la especulación financiera, las importaciones y el consumismo”.