CEPAL PROPONE FORTALECER LA COOPERACIÓN AMÉRICA LATINA – ASIA DEL ESTE
14 junio 2013
Fuente: Tomado de la Web de la CAEPAL
Fuente: Tomado de la Web de la CAEPAL
Santiago, 14 de junio.- La CEPAL propuso una serie de recomendaciones para fortalecer la cooperación América Latina –Asia de Este y para aprovechar el creciente potencial del comercio Sur-Sur, en uno de los más recientes estudios del organismo, presentado en una reunión ministerial que concluyó este viernes en Indonesia.
La VI Reunión Ministerial el Foro de Cooperación América Latina – Asia del Este (FOCALAE), que tuvo lugar en Bali, durante los días 13 y 14 de junio, reunió a las autoridades gubernamentales de 36 países América Latina y Asia del Este en un diálogo “región a región”.
“La creciente prominencia de los países en desarrollo en la economía mundial refleja no sólo su dinamismo económico sino también lazos más fuertes a través de mayor intercambio, inversión u cooperación”, dijo Antonio Prado, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en un discurso durante el encuentro.
“Ambas regiones deben ajustar sus estrategias y políticas para aprovechar el creciente potencial del comercio Sur-Sur. La CEPAL y la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP) seguiremos colaborando con el FOCALAE”, señaló Prado.
En el documento Fortalecimiento de la cooperación birregional entre América Latina y Asia-Pacífico: El papel del FOCALAE, preparado por la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL, por encargo del Gobierno de Corea, el organismo indica que mientras los países industrializados continúan registrando bajos niveles de crecimiento, las economías de Asia del Este se han mantenido dinámicas.
Se espera que esta región represente 60% del crecimiento mundial entre 2012 y 2022, mientras que la contribución de América Latina podría superar la de Medio Oriente, África e incluso Europa.
Actualmente, Asia es un mercado inexplorado para muchos de los países de América Latina. Chile y Perú tienen Tratados de Libre Comercio (TLC) con China, Japón y Corea del Sur, mientras México solo ha firmado con Japón. Además, los tres países participan en negociaciones a través del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, mientras que MERCOSUR únicamente cuenta con un acuerdo potencial con India, y no participa en negociaciones con ningún otro socio asiático.
La firma de los TLC con Asia, sin embargo, no es la única vía para afianzar este lazo ni tampoco garantiza que sean utilizados por los agentes económicos. La tasa de uso de estos pactos sigue siendo baja si se compara con acuerdos con Estados Unidos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor hace 17 años y mantiene una tasa de uso estable de 50% cada año. Entre las razones para el bajo impacto de los convenios con Asia están la falta de información sobre los procedimientos, el bajo volumen de exportaciones y los altos costos.
La CEPAL propone realizar intercambios periódicos de información sobre las oportunidades de mercado y las condiciones de acceso al mismo, así como la revisión de las políticas públicas en áreas como la facilitación del comercio, la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas y el desarrollo de redes de producción y cadenas de valor.
La participación de las empresas es esencial para reforzar los lazos entre ambas regiones. Por eso, se propone institucionalizar la Cumbre Empresarial FOCALAE, que se realizó por primera vez en Colombia en 2012, para abrir un espacio de convergencia y generar oportunidades de negocios entre las dos regiones.
El documento de la CEPAL resalta, además, que la innovación y la competitividad solo se pueden alcanzar a través de la formación de los recursos humanos, por lo cual es necesario reforzar los lazos entre el sistema educativo y el sistema productivo, mediante estrategias y planes de largo plazo. En este campo, América Latina tiene mucho por aprender de las experiencias de Asia del Este en lo referente a la adopción de nuevas tecnologías, la educación a distancia, entre otros.
Otra de las limitantes de la economía latinoamericana es su infraestructura, que presenta serias deficiencias en términos de calidad y cantidad. Según un estudio reciente de la CEPAL, la región tendría que invertir cerca de 5,2% de su PIB anual solo para cumplir con los niveles esperados de demanda de infraestructura económica durante el periodo 2006-2020. Si el objetivo fuera alcanzar el stock per cápita de las economías de Asia del este, el gasto anual aumentaría 7,9% del PIB en el mismo periodo.
Por esto, la CEPAL propone la creación de grupos de trabajo birregionales que analicen las experiencias de asociaciones público privadas para proyectos de infraestructura, que permitan aprender lecciones y presentar nuevas iniciativas.
Frente a los desafíos del crecimiento sostenible, Asia del Este cuenta con buenas experiencias en los años recientes, que pueden convertirse en un apoyo para los esfuerzos de los países de América Latina por encaminarse hacia una economía verde. Para esto, las alianzas empresariales, tecnológicas y una cooperación más estrecha entre los gobiernos de ambos continentes serían instrumentos muy importantes.