AMÉRICA LATINA NO DEBE PREOCUPARSE POR DESACELERACIÓN DE LA ECONOMÍA CHINA, DICE EXPERTO

22 agosto 2013

Fuente: Publicado por la Agencia Xinhua, China

Beijing, 22 de agosto (Xinhua).- América Latina no debe preocuparse del proceso de desaceleración de la economía china porque, por un lado, China va a disminuir las importaciones de materias primas, pero, por otro, va a aumentar sus importaciones de otros productos.

Eso lo expresó hoy Wu Guoping, director del Centro de Investigaciones en el Área del Libre Comercio de las Américas, del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China, al intervenir aquí en el seminario "Las relaciones comerciales entre América Latina y Asia Pacífico: desafíos y oportunidades".

Este evento fue organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y CAF -banco de desarrollo de América Latina-, con la presencia de expertos y académicos de varios países de la región.

Wu dio algunas cifras de la economía china, como por ejemplo, "el valor del comercio exterior de China para la primera mitad de este año llegó a casi dos billones de dólares, con un crecimiento de 8,6%, pero hubo un crecimiento negativo de 2% en junio".

Explicó la significación de esos datos, atendiendo a la preocupación de muchas personas en cuanto a un proceso de desaceleración de la economía china y si ese proceso va a afectar las exportaciones de América Latina, sobre todo de los países sudamericanos hacia China.

"El significado más importante es que en China se lleva a cabo un proceso de transformación de su economía y eso podría implicar un proceso de desaceleración económica", precisó.

Según Wu, "China está en un proceso de cambios, primero de su modelo de desarrollo económico. Creo que en el futuro no habrá un crecimiento de un 9%, 10% o de 11%, y si podría crecer a tasas de 7%, 7,5% y como máximo 8%".

Puntualizó que "el crecimiento de China se va a basar en la calidad, lo cual es un cambio muy importante para el país. Con esos cambios, vamos a ver una nueva industrialización, lo cual ha sido planteada por el nuevo gobierno para el futuro, que incluye la informatización, urbanización y modernización agrícola".

Opinó que para lograr esos objetivos "se necesita una transformación estructural de la economía, lo cual es muy importante para China para mantener un crecimiento de mejor calidad y sostenible en el tiempo" y para ello "el país necesita una serie de reformas, sobre todo la profundización de las reformas económicas".

Mencionó, primero, la reforma financiera, que incluiría nuevas políticas para bancos privados y para otros sectores, incluyendo la tasa de interés y se basará en los cambios que haya en el mercado. También la reforma tributaria y fiscal, que incluiría el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las empresas y otras políticas fiscales.

Igualmente la reforma de las empresas, sobre todo empresas estatales, "que se basarán en las normas del mercado internacional. Eso representará un cambio muy importante para China", dijo.

Citó también la reforma para la distribución del ingreso, que busca mantener altas tasas de crecimiento, mediante inversiones de capital fijo y también en el comercio exterior.

"Ahora se necesita elevar la demanda interna y eso forma parte también de esta reforma porque existe el problema de la desigualdad en los ingresos", agregó.

El académico también expresó que "es importante la reforma del sistema de seguridad social, aunque ya el gobierno ha adoptado una serie de medidas para estimular la demanda interna".

A su juicio, "habrá muchas oportunidades en los próximos cinco años porque nuestro presidente Xi Jinping planteó en el Foro de Boao de China: 1) el valor total de las importaciones chinas va a ser más o menos 10 billones de dólares; 2) las inversiones chinas en el exterior van a llegar a unos 500.000 millones de dólares; 3) y el número de turistas chinos al exterior llegaría a los 400 millones".

Wu también indicó que "en los próximos meses se va a publicar la política de la Zona Franca de Shanghai y otras medidas que van a profundizar las reformas mencionadas".

Destacó como "muy importante" el plan de urbanización, "lo que significará que se aumentará la clase media, la que prestará más atención a la calidad de alimentos, que existe en muchos países de América Latina, que pueden ser exportados a China".

Dijo también que "va a elevarse el valor de la mano de obra y China no va a exportar productos a bajos precios".

Comentó que, además, se necesitan transformaciones para el comercio exterior de China con América Latina, en medio de cambios estructurales y de desaceleración económica.

"Eso significa que el país va a disminuir sus importaciones de materias primas desde América Latina, pero, por otro lado, va a aumentar sus importaciones de otros productos".

En su opinión, todo ello requiere que haya también en América Latina una transformación estructural de sus economías.

A modo de ejemplo, recordó la vida diaria de un chino, la cual "tiene que ver con América Latina".

"Por ejemplo, por la mañana, tomamos un vaso de leche de soja de Argentina o Brasil. Luego comemos pan de Bimbo, una planta de México; luego tomamos un jugo de frutas de uvas, que son importadas desde Chile y otros países".

Agregó que "en la comida, preparamos carne porque a los chinos nos gusta la carne con queso de soja, y esa carne se puede importar desde México y ese queso de Brasil, y luego tomamos un vino de Chile, porque ahora consumimos más vino. Entonces el fin de semana, hacemos una fiesta y tomamos tequila mexicana".

En resumen, Wu dijo que "en el futuro habrá intercambio y cooperación económica entre China y América Latina en sectores más amplios, lo que significará nuevas oportunidades para las empresas de las dos partes y mayores intercambios culturales, incluyendo a estudiantes".

Finalmente, señaló que "también hay retos en el mercado de trabajo para los empresarios chinos en América Latina". Para eso, propuso hacer estudios conjuntos para buscar soluciones.

"Todo ello hará que los países latinoamericanos también transformen sus producciones. Por eso, creo que hay mucho que hacer en ambas partes", concluyó.