CEPAL DESTACÓ IMPORTANCIA DE MEJORAR CALIDAD DE LAS RELACIONES AMÉRICA LATINA-CHINA

23 agosto 2013

Fuente: Tomado de la Web de la CEPAL

Santiago, 23 de agosto.- Durante la última década, China se ha convertido en un socio clave para América Latina y el Caribe. El comercio el país asiático y la región se ha multiplicado por 22 entre los años 2000 y 2012, siempre con déficit para los países latinoamericanos.

“Es importante iniciar un debate sobre la forma de mejorar la calidad de las relaciones entre América Latina y China”, dijo la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, durante la inauguración del seminario Haciendo negocios con China: Experiencias de América Latina, en la sede del organismo en Santiago.

Durante el encuentro, en el que también participaron Yang Wanming, embajador de China, Luis Enrique Berrizbeitía, Vicepresidente Ejecutivo del CAF, y Charles Shapiro, Presidente del Institute of the Americas, Bárcena recordó la importancia del país asiático en el contexto mundial, ya que es el mayor exportador de bienes con un 11,2% del total mundial, el segundo productor de manufacturas con un 19,8% total, el segundo receptor de IED con un 9% y el tercer inversionista extranjero con un 6%.

Bárcena señaló que América Latina y el Caribe tiene activos importantes para sus relaciones comerciales con China, como las mejoras de sus indicadores macroeconómicos así como la reducción de la pobreza y el desempleo, el crecimiento de la clase media y la dotación de recursos naturales.

Sin embargo, existe una importante asimetría entre los flujos de comercio y los de inversión de la región con China. “América Latina y el Caribe registra en 2011 valores de participación en el comercio mundial que se acercan, pero no alcanzan, a los que Asia había logrado en 1985”, explicó Bárcena.

Estas asimetrías también se evidencian en la tasa de inversión en América Latina y el Caribe, que es de 22,9% del PIB, mientras que en los países de Asia en desarrollo supera el 40% del PIB. Por otra parte, en 2011 Asia en desarrollo exportó 3,3 veces más bienes de alta y media tecnología que América del Sur.

En lo que respecta a la inversión, las exportaciones de América Latina y el Caribe hacia China están dominadas por las materias primas, mientras que en las importaciones chinas a la región se imponen las manufacturas, especialmente de alta tecnología.

Para los países latinoamericanos y caribeños, el crecimiento económico, la urbanización y el desarrollo de la clase media en China durante las próximas décadas pueden significar una alta demanda por combustibles, minerales y alimentos, lo cual representa una oportunidad para incorporar valor y tecnología a los recursos naturales.

Bárcena evaluó que pese a sus limitaciones, el comercio latinoamericano con China ha sido positivo para la región, ya que ha impulsado las exportaciones y el crecimiento, ha reducido la exposición a los mercados industrializados que hoy son menos dinámicos, ha presionado el alza de los precios de los productos básicos y la disponibilidad de manufacturas chinas a bajo costo ha ampliado el acceso a esos productos.

Sin embargo, también ha habido costos, como es el caso de la reprimarización, causada por la importancia que han recuperado los sectores primarios de la economía en los países de la región durante los últimos años.

Según Bárcena, el mayor desafío es alcanzar un cambio estructural, en el que se aumente inversión y productividad con más innovación tecnológica y encadenamientos productivos. “El mayor reto para América Latina y el Caribe es transformar y diversificar el patrón exportador para reducir la dependencia de las materias primas”, dijo.

Para alcanzar este objetivo, es necesario aprovechar las oportunidades de comercio e inversión Sur – Sur, así como seguir avanzando en la aproximación de América Latina y el Caribe con la región de Asia Pacífico, añadió.

Todo esto en el contexto del cambio estructural que China está llevando adelante, haciendo un tránsito desde una economía intensiva en inversión a una basada en el consumo y la demanda interna, señaló.

La CEPAL fue también fue sede el 21 de agosto del seminario académico Las relaciones comerciales entre América Latina y Asia-Pacífico: desafíos y oportunidades, organizado por el Observatorio América Latina - Asia Pacífico, una iniciativa conjunta del organismo con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y CAF -banco de desarrollo de América Latina-.

Durante la cita se generó un espacio de diálogo entre académicos y especialistas asiáticos y latinoamericanos para analizar los cada vez más crecientes vínculos económicos entre América Latina y Asia Pacífico.

Para Osvaldo Rosales, Director de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL, América Latina debe seguir de cerca los acuerdos comerciales de Asia Pacífico y ser mucho más proactiva en la cooperación con los países de esa región.

El encuentro también fue una oportunidad para propiciar el desarrollo de la relación birregional, y culminó con la constitución de un foro académico, que tiene por objetivo principal conectar a instituciones y académicos especializados de ambas regiones, con el fin de multiplicar esfuerzos que incentiven el diálogo.

El foro contará con su propio espacio en el sitio de Internet del Observatorio América Latina - Asia Pacífico, donde se publicarán los nombres de las instituciones y académicos que lo integran.