AMÉRICA LATINA Y BRICS LLEVAN AL G20 SU INQUIETUD CON ESTÍMULOS EN EE.UU.

03 septiembre 2013

Fuente: Publicado por la Agencia EFE, vía Google Noticias

Brasilia, 3 de septiembre (EFE).- Durante la próxima cumbre del G20, Brasil, Argentina, México y las grandes economías emergentes plantearán su preocupación ante la posible reducción de los estímulos monetarios en EE.UU., una perspectiva que ya les causa una fuerte fuga de capitales.

La inquietud que recorre los mercados ante el posible fin de esos incentivos a la economía de la mayor potencia del planeta ya ha afectado a las monedas de todas las economías emergentes y se teme que cuando se confirme el impacto será aún mayor.

Brasil representa a América Latina en el G20 junto con México y Argentina, que coinciden en esas preocupaciones al igual que toda la región.

De cara a la próxima cumbre, en la ciudad rusa de San Petersburgo el 5 y el 6 de septiembre, Brasil ha articulado sus posiciones también en el ámbito del foro BRICS, que integra con Rusia, India, China y Suráfrica, las otras cuatro grandes economías emergentes del planeta.

En esos países, al igual que en Indonesia y en otras economías pujantes del sudeste asiático, las monedas nacionales se han depreciado en medio de un proceso de migración de capitales hacia el dólar, que se ha beneficiado de un prevista alza de los intereses en EE.UU. y del clima especulativo previo al posible fin de los estímulos.

Muchos agentes financieros internacionales están convencidos de que la Reserva Federal de Estados Unidos puede comenzar a reducir las compras mensuales de bonos, mediante las cuales inyecta millones de dólares a la economía, tras una reunión prevista para los días 17 y 18 de septiembre próximos.

"Si eso pasa, el dólar será reforzado y se deberá esperar una mayor fuga de capitales en las economías emergentes", dijo a Efe una fuente oficial brasileña.

La propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, alertó la semana pasada sobre la "violenta depreciación cambiaria" provocada por las políticas monetarias de Estados Unidos y la especulación que generan en los mercados.

Admitió, sin embargo, que "los títulos del Tesoro estadounidense son la aplicación más segura del mundo", lo cual ha llevado a los inversores a "comenzar a apostar".

En el caso específico de Brasil, el real ha perdido cerca de un 20 % de su valor frente al dólar desde enero pasado.

Para enfrentar el fenómeno, el Banco Central puso en marcha hace dos semanas una política de intervenciones diarias en el mercado de cambios, con ofertas de hasta 500 millones de dólares por día, que ha servido para estabilizar al real pero no para devolverle valor.

Aunque el yuan se rige por las heterodoxas reglas que establece el Gobierno chino, en Pekín también hay una visible preocupación por el efecto que una mayor apreciación del dólar tendrá en los mercados globales.

El ministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, expresó ese temor la semana pasada, cuando advirtió de que Estados Unidos deberá ser "muy cauteloso" en el proceso de reducción de estímulos a su economía y minimizar su posible impacto en el sistema financiero global.

"La economía de Estados Unidos ha dado algunas señales positivas y se recupera gradualmente, lo cual es importante", dijo el ministro chino.

Sin embargo, apuntó que Estados Unidos debe "calcular muy bien el riesgo del posible contagio de su política monetaria y el ritmo de la salida de la actual situación".

Según dijeron las fuentes oficiales brasileñas consultadas por Efe, cuando intervenga en la Cumbre del G20 la presidenta Rousseff hará un firme pronunciamiento, en el que alertará sobre la mayor volatilidad que provocaría en los mercados cambiarios un "abrupto cambio" de las políticas monetarias estadounidenses.

En ese sentido, aseguraron que Rousseff será "respaldada" por los líderes del grupo BRICS, que además aprovecharán la cita del G20 para reunirse para avanzar en el proceso de creación del banco de fomento conjunto.

La fundación de ese banco fue acordada en la última cumbre del BRICS, celebrada en marzo pasado en Suráfrica, y se prevé que su capital inicial será de entre 50.000 y 100.000 millones de dólares.

Según el BRICS, esa nueva entidad estará volcada a financiar el desarrollo, pero también le permitiría a sus miembros "protegerse" de la volatilidad y las crisis en un sistema financiero global en el que impera el dólar.