CUBANOS EN SUDÁFRICA: COOPERACIÓN HISTÓRICA

24 septiembre 2013

Fuente: Publicado por la Agencia Prensa Latina, vía Google Noticias<p/> Por Fausto Triana

Polokwane, Sudáfrica, 24 de septiembre (PL).- Veteranos y recién llegados, médicos e ingenieros resumidos en un calificativo casi mágico: cooperantes cubanos, con una historia de más de 20 años de labor denodada en Sudáfrica en los más recónditos lugares.

Ahora ya se cuentan entre los profesionales de alto prestigio que laboran en la nación arcoiris, pero al inicio, apenas un tiempo después del fin del apartheid y en pleno gobierno de Nelson Mandela, la situación era bastante delicada.

"Luego de mi arribo en febrero de 1997 comencé a descubrir cosas no muy agradables, el apartheid había terminado oficialmente en 1990 pero en muchos sitios estaba prohibido el acceso a la población negra", dijo el doctor Otelo Oramas Terry.

Ortopédico oriundo de La Habana y actualmente radicado en el hospital público de Bela Bela, provincia de Limpopo, el doctor Oramas Terry comentó a Prensa Latina que Sudáfrica es un país de enormes contrastes entre ricos y pobres.

Ubicado originalmente en Denilton, un pueblo de área rural, recordó que había escuelas para blancos y negros por separado. "Fue un choque social tremendo y también en el plano profesional tuve que aprender mucho", añadió.

Pienso que se ha dado un proceso esperanzador y bueno en estos años post apartheid. Por primera vez los sudafricanos son en verdad dueños de su destino y aunque en ocasiones los avances se dan lentamente, el racismo va quedando como un mal recuerdo, consideró.

En un encuentro informal en Polokwane con la embajada de Cuba, la ingeniera Aymara Ramos, de Pinar del Río, destacaba como la más joven del grupo con 28 años y su primera experiencia en misiones internacionalistas en sus apenas 18 días en Sudáfrica.

Tengo muchas expectativas y deseos de comenzar a trabajar. Me tocó la provincia de Limpopo y la labor será de controlar la calidad en el levantamiento de casas. Siempre se aprende y es una oportunidad para perfeccionar el idioma inglés, apuntó.

Por su parte, la doctora María Elena González, gineco obstetra, relató que durante 15 años siempre en Polokwane se ha esmerado en hacer los mayores aportes, a la vez que "aprendí de la cultura del pueblo sudafricano y también en mi profesión".

"Con humildad, hemos enseñado mucho el enfoque de nuestra experiencia en atención primaria preventiva a la cual no están acostumbrados aquí. Igualmente con cariño y entrega, pienso que se logró el respeto y el reconocimiento de los médicos cubanos", anotó.

Natural de Holguín, la doctora González explicó a Prensa Latina que le tocó en Sudáfrica atender a muchas embarazadas con eclampsia (convulsiones o coma). "Actualmente hago ultrasonidos, atiendo diabéticas, cardiopatías, en fin aumenté mis conocimientos". Pasaje al futuro

El ingeniero hidráulico Luis Alberto Aguilera, de la UNECA en La Habana, reflexionó sobre su misión anterior en Sudáfrica hace 10 años en la provincia de Eastern Cape, una de las más pobres del país, donde supervisó la construcción de viviendas de bajo costo.

-Ellos saben que pueden emplearnos mejor. Más allá de asesorar la edificación de casas, estamos en disposición de transmitir conocimientos. Asimismo, velamos ahora por toda la infraestructura que abarca en el concepto de asentamientos humanos, acueducto, alcantarillado, viales y electricidad.

El doctor Rufino Ricardo Escobar, pediatra de Holguín afincado en Bela Bela, Limpopo, vino a la patria de Nelson Mandela en 1996 y después de sortear obstáculos en la arrancada de incomprensiones, se granjeó un notable prestigio.

Al punto de que desde hace dos años es el director del hospital de Bela Bela. "El afecto y la aceptación llegaron con el paso del tiempo por el amor característico de los médicos de Cuba en el compromiso con sus pacientes", precisó.

De Cienfuegos, pediatra, la doctora Norma Cecilia García llegó a Sudáfrica en agosto de 1996 y se trasladó a un hospital rural en Limpopo en un antiguo Bantustán (reservas tribales de habitantes no blancos), donde nunca los niños habían sido tratados por médicos.

"Allí había una enfermera inglesa muy buena pero que hacía todo tipo de funciones. Estaba en la frontera de las provincias de Limpopo y Mpumalanga. Gente extremadamente pobre. Fuimos por petición de Mandela", relató.

"Fueron impresiones muy fuertes, sobre todo porque antes en Pretoria en una tienda de música, un sudafricano blanco me amenazó con su bastón cuando le dije que era cubana. Al parecer era militar y le fue mal en el combate con los cubanos en Angola", agregó.

Actualmente radica en Letaba, cerca del famoso parque natural Kruger National Park. "Llevo una clínica con atención especial al Programa de lucha contra el SIDA y me respetan mucho", indicó.

El doctor José Pérez Zaldivar, igualmente de la oriental provincia cubana de Holguín, es el coordinador del equipo médico de Limpopo y sus prestaciones son calificadas de muy encomiables por sus colegas.

Estuvo asimismo en el otrora Bantustán en el hospital rural de Santa Rita, en una época (agosto de 1996) en la cual todavía las secuelas del apartheid eran visibles y los médicos cubanos no fueron en un principio bien recibidos.

-Yo era muy joven y me vi obligado a aprender en el terreno, a enfrentar enfermedades desconocidas, porque aquí no tienen atención primaria, no hay prevención y todo se remite a lo curativo. Sudáfrica se ha transformado, pero es una nación compleja.

-Te encuentras los climas más diversos, 11 idiomas, ciudades opulentas de primera mundo, inequidades y abismos económicos hasta llegar a la pobreza extrema. Sin embargo, va cambiando poco a poco para bien.

En opinión del doctor Pérez Zaldívar, el flagelo del SIDA que tanto ha golpeado a Sudáfrica se encamina hacia cierto control.

Todavía tienen una tuberculosis rampante, acotó.