LOS EMPRENDIMIENTOS POR NECESIDAD SON LOS QUE MÁS CRECEN EN AMÉRICA LATINA

Quito, 3 de octubre (Andes).- En América Latina y el Caribe, el 17% de la población adulta está involucrada en la creación de algún emprendimiento, lo que le posiciona entre las regiones con mayor tasa empresarial del mundo, sin embargo, la mayor parte de ellos tiene poca posibilidad de desarrollo para crecer y constituirse en grandes empresas, generadoras de bienes de capital, servicios y fuentes de empleo.

Esos procesos se denominan “emprendimientos por necesidad”, que son aquellos que generan las personas por falta de empleo. Por ejemplo, en varias ciudades de Suramérica es común hallar este tipo de negocios relacionados a la venta ambulante de alimentos o al comercio de artículos de baja renta, como caramelos, cigarrillos, autos de lujo, entre otros.

A los emprendedores por necesidad, que significan el 28% de la población económicamente activa, se suman los emprendedores de oportunidad o transformadores de la matriz productiva de sus países, que se proyectan con crecimientos internos y externos.

CAF -banco de desarrollo de América Latina-, en su reporte de Economía y Desarrollo 2013, destaca que la región tiene problemas de productividad, porque el capital humano y físico de las economías no es utilizado para maximizar la producción de bienes y servicios.

El problema para hacer de estas iniciativas eficaces, como ocurre en Estados Unidos y Europa, es la carencia de componente tecnológico, que crea nuevos bienes o nuevos métodos productivos, el acceso a nuevos mercados nacionales e internacionales, y las mejoras en los procesos de gerencia y administración de las empresas.

“Este problema se refleja en una multiplicidad de fenómenos: empresarios con buenas ideas que no consiguen capital para desarrollar nuevos productos; empresas ya establecidas que quieran expandir su producción, pero que no encuentran la mano de obra con las capacidades requeridas; trabajadores por cuenta propia con negocios muy pequeños cuyos ingreso son menores de lo que se conseguirían en un empleo asalariado formal (…); microempresarios que sí tienen la voluntad y capacidad de expandir sus negocios, pero por falta de capacitación y contactos en el mundo empresarial les impide avanzar”, indica el informe.

Pablo Brassiolo, investigador de CAF, dijo que del 100 % de microempresas que se crean en la región el 25% tienen la característica de ser una empresa transformadora y el 75% tiene el perfil de un trabajador asalariado, con menos de cinco empleados, que emplean alrededor del 40% de los trabajadores asalariados del sector privado.

Ante la muestra de que en la región, los emprendimientos que más crecen son los de necesidad o subsistencia, CAF recomienda trabajar en políticas públicas que den paso a un enfoque multidimensional que integre aspectos ligados al desarrollo del talento empresarial, la promoción de innovación, el acceso al financiamiento y la capacitación de la mano de obra.

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