FAO: AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, UN PASO MÁS CERCA DE ACABAR CON EL HAMBRE

17 octubre 2013

Fuente: Tomado de la Web de la FAO-ALC

Santiago, 17 de octubre.- “La erradicación del hambre en América Latina y el Caribe está cada vez más al alcance de la mano, pero lograrla demandará un gran esfuerzo de parte de todos los países de la región”, señaló el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez, durante las celebraciones del Día Mundial de la Alimentación 2013.

Según las últimas cifras de la FAO, América Latina y el Caribe es la región del mundo que más avances ha hecho en la reducción del hambre en los últimos veinte años. Sólo desde 2008-2010, el número de personas subalimentadas en la región cayó en 3 millones– hasta los 47 millones de personas.

“Si observamos la tendencia de más largo plazo, el porcentaje de personas que enfrenta este problema se ha reducido casi a la mitad, bajando a 7.9%, comparado con el 14.7% de 1990-92, un logro que nos indica que el hambre cero es una meta posible en el corto plazo” explicó Benítez.

El Representante de la FAO llamó a los gobiernos a continuar ampliando sus programas, políticas y estrategias de seguridad alimentaria, para lograr que la generación actual de latinoamericanos y caribeños sea la última en tener que convivir con el hambre. “Gracias a que muchos países se han comprometido a garantizar el derecho humano a la alimentación, hoy tenemos pruebas de que el hambre se puede reducir rápidamente con medidas directas, como los programas de alimentación escolar y las transferencias en efectivo a las familias más pobres”, señaló el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

Luchar contra la obesidad y malnutrición infantil

La obesidad y sobrepeso se han convertido en problemas que cada vez más países deben enfrentar: actualmente, afectan al 23% de los adultos y más del 7% de los niños en edad preescolar en América Latina y el Caribe.

Para atacar esta situación desde su raíz es impedir que afecte el desarrollo futuro de los niños y niñas, la FAO ha creado una nueva campaña en el marco del Día de la Alimentación 2013, cuyo video animado será exhibido en escuelas y colegios de países de toda la región.

En el video, los niños y niñas siguen las aventuras de Rosita, que aprende cómo llegan los alimentos a su mesa, la importancia de optar por una buena alimentación y de evitar el desperdicio de alimentos, y las razones que explican por qué algunas personas aún sufren hambre.

Los niños pueden sumarse como socios activos en la lucha por una sana alimentación y un mundo sin hambre, adquiriendo cinco compromisos orientados a fomentar buenos hábitos alimenticios.

Una población sana depende de sistemas alimentarios saludables

Las celebraciones del DMA 2013 buscan llamar la atención sobre la necesidad de promover mejores sistemas alimentarios a nivel global, para garantizar la salud de la población. En los últimos 50 años, la disponibilidad media de alimentos por persona ha aumentado en 40%, a pesar de que la población mundial se ha triplicado. Sin embargo, 842 millones de seres humanos se enfrentan a diario al hambre y 1500 millones de personas viven con obesidad o sobrepeso.

Gran parte del crecimiento de la producción de alimentos ha supuesto una mayor presión sobre los recursos naturales y su consiguiente degradación, afectando la capacidad para satisfacer las necesidades alimentarias de las generaciones actuales y futuras.

Los sistemas agrícolas intensivos -junto con el desperdicio de alimentos a gran escala- se han convertido también en una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen a acrecentar el cambio climático.

Por ello, la FAO llama a los países a traducir el aumento de la disponibilidad de alimentos en una mejor nutrición para todas las personas y hacer los cambios necesarios hacia sistemas de producción y consumo que sean ambiental y socialmente sostenibles, implementando estrategias como la certificación de alimentos y productos forestales y agrícolas, de forma que los consumidores puedan tomar decisiones de compra que mejoren las condiciones de vida de agricultores y pescadores y les alienten a asumir prácticas de producción sustentables.