LA REDUCCIÓN DE LOS COSTOS DEL TRANSPORTE INTERNO ES FUNDAMENTAL PARA INCREMENTAR LAS EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

01 noviembre 2013

Fuente: Tomado de la Web del BID

Lima, 1 de noviembre.- Los países latinoamericanos pueden incrementar significativamente sus exportaciones, especialmente las originarias de municipios pobres y remotos que aún no han percibido los beneficios del reciente auge comercial de la región, si concentran sus esfuerzos en la reducción de los costos del transporte interno, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En el documento titulado “Muy lejos para exportar: Los costos internos de transporte y las disparidades en las exportaciones regionales en América Latina y el Caribe” se analiza la carga que impone a los exportadores la infraestructura de transporte por camión de la región, la cual es precaria y desequilibrada geográficamente. El estudio fue presentado durante un seminario que se llevó a cabo en Lima, y que contó con la presencia del Ministro de Economía y Finanzas de Perú, Miguel Castilla Rubio.

El estudio, concentrado en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, concluye que los países de la región podrían incrementar significativamente sus exportaciones si redujeran los costos de transporte invirtiendo en la expansión de la red de carreteras pavimentadas y en la promoción del uso de vías férreas y fluviales menos costosas. Una reducción de apenas 1 por ciento de los costos de transporte permitiría un aumento de las exportaciones de 4 por ciento en México y hasta 7,9 por ciento en las de Colombia, según el modelo de los autores.

“Los mayores beneficiarios de una infraestructura de transporte más desarrollada y eficiente no estarían en São Paulo, Ciudad de México, Bogotá, Santiago o Lima, sino en el centro-oeste del Brasil, el sur de México, la sierra peruana, el sudeste de Colombia y el sur de Chile”, dice el principal economista de comercio del BID Mauricio Mesquita Moreira, coordinador del estudio. En el informe se estima que las exportaciones de esas zonas, que aún no han percibido los beneficios del reciente auge exportador de la región, pueden aumentar entre 10 por ciento y 45 por ciento.

En los cinco países estudiados, las exportaciones se concentran abrumadoramente en unos pocos municipios, a menudo prósperos, que disfrutan de acceso inmediato a los puertos. Otros municipios, más distantes, que suelen hallarse en regiones rurales con una infraestructura de transporte inferior, son menos competitivos porque deben afrontar costos logísticos más altos.

En Brasil, por ejemplo, sólo exportan 19 por ciento de los municipios, que representan apenas 27 por ciento del territorio del país. En Colombia y Perú, sólo exportan 24 por ciento de los municipios. En Chile y México, la base exportadora es mucho más amplia (exportan 69 por ciento y 39 por ciento de los municipios, respectivamente), pero la mayoría de los exportadores se concentra en unas pocas ciudades: los diez primeros municipios generan 74 por ciento de las exportaciones en Chile y 69 por ciento en México.

Este informe emblemático, preparado por el Sector de Integración y Comercio del BID, forma parte de un esfuerzo constante que se lleva a cabo para profundizar la comprensión de las autoridades políticas acerca de las consecuencias que tienen para el comercio los altos costos del transporte. Precede al estudio una publicación de hace seis años, del informe titulado “Destrabando las arterias: El impacto de los costos de transporte en el comercio de América Latina y el Caribe”, dedicado al examen del impacto de los altos costos de los fletes internacionales en la competitividad de las exportaciones de la región.

En ambos informes se llegó a la conclusión de que, si bien la región ha logrado abrir mercados internos y en el exterior, hoy día no son las tradicionales barreras arancelarias o no arancelarias las que traban las exportaciones de América Latina, sino el costo de embarque de los bienes.

La razón primordial es el volumen insuficiente de inversiones, especialmente en medios de transporte alternativos y más baratos, como los ferrocarriles y las vías fluviales. En algunos casos, esa insuficiencia puede atribuirse a razones presupuestarias, pero muchas veces, obedece a las dificultades con que tropiezan las instituciones públicas para diseñar, evaluar y llevar a cabo inversiones en la infraestructura de transporte. También es necesaria una reforma de los reglamentos, que permita a los gobiernos multiplicar las inversiones del sector privado.

Todas estas dificultades obstaculizan el desarrollo de iniciativas de infraestructura promisorias que han emprendido todos los países que abarca el estudio. Son ellas los programas nacionales de logística de Brasil, Chile y Colombia, y los programas de vialidad de México y Perú que, si se llevan a cabo completamente, influirán positivamente en los costos del transporte y, eventualmente, beneficiarán a las regiones menos desarrolladas y más remotas.