MERCADO INTEGRADO LATINOAMERICANO BUSCARÁ QUE EMPRESAS DE AMÉRICA LATINA 
SE COLOQUEN EN LA REGIÓN Y NO EN WALL STREET

04 noviembre 2013

Fuente: Publicado por ElEconomista.com.mx, México

Ciudad de México, 4 de noviembre.- El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) que sumó en el 2011 a las Bolsas de Valores de Santiago, de Lima y de Colombia, tiene una meta que cumplir en el 2014: integrar a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en su equipo.

El siguiente paso será atraer inversionistas, intermediarios y empresas a cotizar en América Latina y no ir en busca del negocio en la Bolsa de Valores de Nueva York.

También, con la integración de la BMV al MILA se buscará competir con la Bolsa de Valores de São Paolo, que es la más grande de América Latina, con 362 empresas listadas y un valor de capitalización de 1 billón de dólares.

De acuerdo con los directores de los mercados bursátiles, las diversas plazas operarán con identidad propia en monedas locales, la custodia de los títulos se quedará en las plazas y se abrirán vasos comunicantes que faciliten el flujo de portafolios, que permitan la diversificación del riesgo y se abran las oportunidades de inversión en la región.

Al momento de colocar las acciones de una empresa en alguno de los mercados, será posible adquirirla en línea, al mismo tiempo en cualquiera de las plazas afiliadas.

El MILA, que hasta ahora está integrado por las bolsas de Santiago, de Lima y de Colombia, tiene un valor aproximado de 650,000 millones de dólares a los que se sumará la BMV, con un valor de capitalización de 450,000 millones de dólares, con lo que será un mercado de magnitudes similares al de Brasil.

Se busca atraer lo perdido

Francis Stenning, gerente general de la Bolsa de Valores de Lima, comentó: “Hoy en día, mucha de la liquidez de nuestras empresas latinoamericanas siguen buscando mercados como los de Nueva York. El espíritu del MILA y su objetivo es generar en el tiempo toda esa masa crítica y el volumen necesario para que nuestros inversionistas dejen sus recursos en nuestra región”.

Pedro Zorrilla, director general adjunto de Servicios Corporativos y Relaciones Institucionales de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), explicó que el MILA tiene el mérito de haber llevado a la práctica el primer esquema concreto de integración de América Latina. “El MILA no supone la fusión de las bolsas, sino que permite acuerdos que puedan interconectar los mercados de los países involucrados, que las inversiones y las órdenes de compra y venta se puedan ejecutar en el lugar de origen de los valores.

“Hoy, desafortunadamente, la manera más simple de operar valores latinoamericanos es yendo al mercado de Estados Unidos”, apuntó Pedro Zorrilla.

Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, destacó: “La idea es comenzar a ver a América Latina como una región unida y no como una colección de países individuales con leyes y mercados distintos. Con el MILA, ya logramos dar el primer paso. Ya nada nos detiene”.

Córdoba dijo que el espectro se abre para los inversionistas institucionales en todos los países del MILA de manera automática, pues acceden a mucho más capital e inversionistas. “Sobre todo, porque seguimos siendo chicos para el tamaño del mercado global. Además, tenemos pocos jugadores. El hecho de integrar los mercados aumenta el número de jugadores y nos potencia como tamaño de mercado”.

Alcanzar a Brasil

Juan Pablo Córdoba, también presidente de la Federación Latinoamericana de Bolsas, aclaró: “Queremos ser un mercado alterno. Brasil está bien posicionado a nivel global por su masa crítica, su liquidez y el tamaño de sus emisores. Quizá es el único mercado jugando a nivel global. Los demás somos chicos individualmente; incluso México”.

Es importante que se una México, pues “si nos juntamos, tendríamos casi la misma capitalización que Brasil y ya seremos más visibles ante un inversionista internacional que tome al MILA como la entrada al mercado de América Latina como una alternativa a Brasil”.

Habría, con México, cerca de 650 empresas con más de 1 billón de dólares de capitalización de mercado. Para José Antonio Martínez, director general de la Bolsa de Valores de Santiago, la presencia de México es estratégica, pues el MILA “está inmerso en un proyecto de asociación entre los países, que es la Alianza del Pacífico, donde está México, por eso es candidato natural para integrarse”.

Para Zorrilla las ventajas de pertenecer al MILA son varias. La más importante es facilitar el flujo de inversiones y operación. También permite integrar los portafolios de emisoras latinoamericanas de una manera más sencilla.

Zorrilla mencionó que el MILA propiciará oportunidades de negocio entre los países de la región. “Los intermediarios ya están pensando regionalmente, en Latinoamérica como un área de interés estratégico”.

Desafíos por delante

José Antonio Martínez, director general de la Bolsa de Valores de Santiago, afirmó que hay desafíos por delante, como el de homologar la normativa. “Hoy en día, cada país tiene su propia normativa, hay que ir homologando o por lo menos reconociendo las normativas de cada país para que el tratamiento a los valores operados sea el mismo en todos los mercados”. Otro desafío, comentó, “es incorporar a la Bolsa mexicana”.

Según el directivo peruano, el MILA ha trascendido más allá de las bolsas y no se ha limitado sólo a nivel bursátil; “estamos fomentando la creación de verdaderos actores regionales. Vemos a futuro emisoras involucradas en los tres países que conforman la iniciativa MILA”.

El reto será que las empresas, los intermediarios y los inversionistas lleguen a estos mercados a través de sus plataformas locales y hagan crecer el mercado.

La propuesta

En la reforma financiera en México hay un capítulo correspondiente a la modificación de la Ley del Mercado de Valores. El inciso VI, “Sociedades que administran sistemas para facilitar operaciones con valores”, dice:

“De aprobarse la presente iniciativa, las sociedades que administran sistemas para facilitar operaciones con valores podrán prestar sus servicios a inversionistas institucionales, tanto nacionales como extranjeros, reconociendo en la ley lo que acontece en los hechos, es decir, la existencia de mecanismos de negociación que operan con inversionistas institucionales diferentes de instituciones de crédito y casas de Bolsa”.

Esta iniciativa propone conservar la delimitación de las actividades y servicios de las sociedades que administran sistemas para facilitar operaciones con valores, al no permitir a sus clientes que participen al amparo de fideicomisos, mandatos o comisiones, pues permitirlo implicaría estar frente a una Bolsa de valores, figura que actualmente está debida y suficientemente regulada en la Ley del Mercado de Valores.