¿CÓMO DEFINE AMÉRICA LATINA EL DESARROLLO?

22 noviembre 2013

Fuente: Publicado por la Agencia Deustche Welle, Alemania

Berlín, 22 de noviembre (DW).- En tiempos de crisis financiera, de catástrofes ecológicas y hambrunas en amplias regiones del mundo, aumentan las voces que reclaman un modelo de desarrollo más sustentable que no esté exclusivamente basado en el lucro y el beneficio de unos cuantos. De ello es testimonio un libro que fue presentado en el Instituto Cervantes de Berlín, que explora la percepción del concepto de desarrollo en América Latina.

“El objetivo de este libro era indagar si había o no una diversidad relevante sobre la percepción del concepto de desarrollo en el mundo. Empezamos con América Latina, consultando a unos 70 expertos en medio ambiente y desarrollo. Queríamos averiguar si el modelo europeo-norteamericano se imponía en la política de desarrollo en esos países o si había posturas alternativas relevantes“, dice Manuel Rivera, uno de los editores y académico del Instituto para Estudios Avanzados de Sustentabilidad (IASS) con sede en Potsdam.

Peregrinación por doce países

Otro de los editores, Constantin von Barloewen, peregrinó por doce países latinoamericanos en busca de figuras relevantes de la política, de la sociedad civil, de la ciencia o el arte, que tuvieran algo que decir.

El tomo de más de 500 páginas titulado “Desarrollo sustentable en una modernidad plural - La perspectiva latinoamericana“ (Nachhaltige Entwicklung in einer Pluralen Moderne, Matthes & Seitz, Berlin 2013), cuenta con contribuciones de figuras como el expresidente chileno Ricardo Lagos, uno de los protagonistas de la transición a la democracia en Chile, el arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga que se rebela ante una clase política éticamente decadente, que denuncia el dictado de los mercados financieros, de las trasnacionales y la criminalidad organizada.

El músico brasileño Gilberto Gil, ministro de Cultura bajo Lula es también un comprometido ambientalista que apela a involucrarse más intensamente a la sociedad civil en la discusión sobre sustentabilidad, mientras que el filósofo argentino e historiador Enrique Dussel, considerado uno de los representantes más destacados de la "Filosofía de la Liberación“, reflexiona sobre la tríada de capitalismo, colonialismo y lo que llama sistema mundial, para comparar las invasiones de Latinoamérica con el fundamentalismo islámico como parte de una lógica histórica mundial.

Bolivia y Brasil, diversidad latinoamericana

Von Barloewen elige a Bolivia y a Brasil para mostrar la diversidad en el desarrollo del subcontinente durante los últimos años. “Bolivia conforma, junto con Ecuador y Perú, el epicentro indígena latinoamericano, con grandes corrientes como el Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia y el Partido Pachakutik en Ecuador. El 70% de la población en Bolivia apoyó la nacionalización del gas en 2005 y el presidente Evo Morales negocia con consorcios y grandes grupos de inversionistas de Brasil, China, Francia e India, sobre la explotación de las grandes reservas de litio que se encuentran en el salar de Uyuni.

En Brasil, von Barloewen recuerda lo que llama aparentes contradicciones del exlíder sindical Lula da Silva, que lo mismo negociaba con consorcios industriales sobre la explotación de gigantescas reservas de petróleo en las costas de Brasill, y asistía al Foro Mundial Social de Puerto Alegre y el Foro Económico de Davos. Quien llamara durante la crisis financiera a los banqueros “criminales de ojos azules“, fue el primer presidente que Obama invitó a la Casa Blanca cuando asumió su primer mandato.

Von Barloewen se pregunta sobre las posibilidades de integración que tiene un continente tan plural y recuerda que el proyecto más ambicioso es la alianza UNASUR, que aglutina a 370 millones de habitantes. En este contexto destaca la contribución del académico alemán Klaus Bodemer, politólogo y exdirector del Instituto Latinoamericano GIGA de Hamburgo, que hace una evaluación diferenciada y profunda sobre el desarrollo democrático del subcontinente durante los últimos 20 años.

América Latina, una región estratégica

¿Porqué mirar hacia América Latina? Preguntó durante la presentación la subdirectora del Instituto Alemán de Política al Desarrollo (DIE), Imme Scholz. Y ella misma respondió: "Por la riqueza de sus recursos naturales, por ser una región que ha sido destino de migrantes, de inversiones de empresas y bancos europeos, porque es una región estratégica para nosotros". Scholz reconoció que los europeos tienen que revisar su modelo económico que ejerce una enorme presion sobre los países del sur y citó las contribuciones de autores que le gustaron o le irritaron, como la de Cándido Pérez Méndes de Brasil, que denuncia a los medioambientalistas de ingenuos y los critica, al igual que a los pueblos indígenas, como “freno al progreso“.

Manuel Rivera citó un ejemplo práctico. "Cuando la floricultura en Colombia, que es uno de los sectores más importantes en las exportaciones, vacía los acuíferos subterráneos para cultivar sus flores provoca un inmenso daño pues los acuíferos tardan siglos en regenerarse. Ese es el tipo de conflictos entre el bienestar a largo plazo de la población regional y la ganancia y el avance económico a corto plazo por la extracción de recursos".

Rivera señala que, aunque América Latina sigue siendo el continente más desigual del mundo, ha habido avances. Brasil es ejemplar con un camino particular que no se puede equiparar con otros países, pero Bolivia, Ecuador, e incluso Venezuela con el Socialismo del Siglo XXI, y también Argentina, han apuntado hacia una redistribución de la riqueza más equitativamente, por ejemplo subiendo los impuestos a las ganancias provenientes de la extracción de recursos. Eso es un avance hacia una mayor justicia social, a diferencia de hace 20 años cuando Latinoamérica se encontraba bajo el paradigma del consenso de Washington y el neoliberalismo puro".

Por su parte el director del Instituto para Estudios Avanzados de Sustentabilidad (IASS) y exministro de Medioambiente alemán, Klaus Töpfer, destacó que ante el avance de la globalización hay un renacimiento de lo regional. Töpfer reconoció que el comercio mundial ejerce una gran presión sobre los países latinoamericanos, con el agravante de una asimetría en las fuerzas de negociación.