NUEVOS RETOS EN AGENDA DEL MERCOSUR

Caracas, 8 de agosto de 2014 (PL).- El Mercado Común del Sur (MERCOSUR), bloque regional con un aval de 13 años de funcionamiento, enfrenta el reto de apoyar el avance hacia una Zona Económica Complementaria (ZEC) que sume bajo un mismo objetivo a diversas instancias del área.

El proyecto promovido desde hace algunos meses por Venezuela, encontró espacios en la 46 Cumbre del organismo que sesionó en Caracas, donde ganó protagonismo el tema de la ZEC.

La iniciativa de Caracas comprende un mecanismo de ese tipo que involucre además a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), PETROCARIBE y la Comunidad del Caribe (CARICOM).

La mencionada instancia está orientada para operar como un mecanismo que debe ir más allá de una simple estructura comercial, sustentada en la complementación, la solidaridad y la cooperación.

Esos principios resultan esenciales a la hora de conformar un bloque marcado por las asimetrías económicas, con numerosos países caribeños pequeños que tienen como actividad fundamental a los servicios y con escasa infraestructura productiva.

La estrategia apunta a beneficiar a un bloque de 24 países y una población de casi 400 millones de personas, con un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de 3,64 billones (millón de millones) de dólares.

Tras la cumbre el MERCOSUR abrió un espacio de 60 días, necesario para que los estados que conforman las diversas instancias se reúnan con vistas a promover las negociaciones de un instrumento jurídico de constitución de la ZEC.

Esa herramienta resulta necesaria para la articulación entre empresas del sector público y privado de los estados Miembros de los proyectos de integración productiva, para impulsar la mejora de la productividad y la complementariedad económica.

Además, se prevé la promoción de proyectos conjuntos, alianzas y asociaciones estratégicas para el desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicadas a la innovación en los procesos productivos.

Unido a ello, está el objetivo de potenciar el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, de cooperativas y emprendimientos de los estados miembros de los diversos organismos integracionistas.

Ahora bajo el mandato de Argentina, en la presidencia pro tempore por los próximos seis meses, quedan los esfuerzos por avanzar en la creación de un bloque continental que permita actuar en conjunto haciendo prevalecer su soberanía e independencia frente a los poderes coloniales de las potencias occidentales.

En esa propia dirección se incluye la puesta en marcha del Banco del Sur en el segundo semestre del 2014, con vistas a promover el financiamiento de diversos proyectos económicos, industriales, comerciales y de infraestructura.

La estrategia está dirigida precisamente a establecer mecanismos económicos, financieros y comerciales, que contribuyan a elevar y desarrollar un proceso de industrialización propio de América Latina y el Caribe.

Ello permitiría a su vez elevar los niveles sociales de los pueblos latinoamericanos y caribeños, beneficiándose del intercambio comercial.

En ese propio contexto, el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) programó una evaluación integral del proceso de integración regional, en el que participan diversos mecanismos -entre ellos el MERCOSUR-, así como el entorno necesario para su convergencia en un espacio económico común latinoamericano y caribeño.

El análisis será presentado en un Informe Anual, el cual incluirá el estado de situación, progresos y dificultades de ese proceso en los distintos campos de su actuación. Los ámbitos a tratar son el contexto internacional, cambios institucionales, comercio de bienes y servicios, inversiones extranjeras directas, coordinación financiera y monetaria, infraestructura física, facilitación del comercio y la dimensión social.

La Secretaría Permanente del SELA consideró que progresivamente los mecanismos de integración subregionales pueden converger.

Llegar allí es una tarea compleja, pero ciertamente posible, que debe apartar condicionamientos de toda índole, entre ellos políticos, económicos, institucionales, sociales e históricos. El momento actual, caracterizado por pausas en el proceso efectivo de la integración económica regional, requiere la promoción de un clima propicio para superar esa condición y renovar los temas que acercan posiciones entre las naciones involucradas, en todos sus sectores, y así contar con una voz común y global, añadió el organismo.

Por ello, la tarea del SELA en materia de integración, reiterada una y otra vez en las sucesivas reuniones del Consejo Latinoamericano, es facilitar los acercamientos, la convergencia, para reducir la asimetría entre países y grupos de países.

El objetivo de la entidad es construir una historia común, la de la integración latinoamericana y caribeña, en la cual el MERCOSUR juega un importante papel.

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