CHILE REALIZÓ TALLER DE ELABORACIÓN DE PROYECTOS DEL PROGRAMA DE VOLUNTARIADO JUVENIL DE LA ALIANZA DEL PACÍFICO
02 septiembre 2014
Fuente: Tomado de la Web de la AGCI
Fuente: Tomado de la Web de la AGCI
Santiago, 2 de septiembre de 2014.- Entre los días 27 y 29 de agosto, Chile fue sede del Taller de Formulación del Proyecto de Voluntariado Juvenil de la Alianza del Pacífico, contando con la participación de delegaciones de Colombia, Perú, México y Chile. La actividad fue organizada en Chile por la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y contó con la participación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), junto a representantes de los países de la Alianza, con quienes se coordinarán las actividades propias del proyecto, una vez que este sea acordado en el marco de la Alianza del Pacífico.
El Programa de Voluntariado Juvenil está dirigido a jóvenes de 18 a 30 años de los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico, y busca incorporar a la sociedad civil, especialmente a las juventudes, en la acción colaborativa para superar problemas comunes de los países miembros, como son las temáticas de Desarrollo humano, Perspectiva de género, Participación ciudadana, Cultura de Paz, Inclusión social y Medio Ambiente.
El Programa sería liderado en Perú por la Secretaría Nacional de la Juventud, en Colombia por la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias y por el Programa Presidencial Colombia Joven, en México por la Secretaría de Relaciones Exteriores, y en Chile por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
Cada país receptor definirá la temática en la cual participarán sus voluntarios, priorizando los temas que permitan el desarrollo personal y social de los jóvenes y de la comunidad en la que intervienen. Así, en Chile los temas de mayor preocupación se relacionan con el patrimonio y la identidad cultural y natural, el fomento de la participación juvenil, la atención en situaciones de emergencia, la reforestación en zonas urbanas, el desarrollo de habilidades de liderazgo, la participación ciudadana, y el empoderamiento de la población juvenil como actor estratégico para el desarrollo.
La iniciativa busca fomentar y contribuir al incremento de la colaboración solidaria y efectiva de los jóvenes de los países miembros de la Alianza del Pacífico para la cohesión y bienestar de estos países, considerando aspectos participativos, de innovación social y la promoción del voluntariado internacional entre jóvenes, destacando el rol de estos como agentes de cambio y capital humano y social.
Según el embajador Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI), “El verdadero valor de este programa es su capacidad de desarrollar conciencia cívica y moral en los jóvenes y hacerlos partícipes en actividades que formen en ellos conductas colaborativas, contribuyendo a su formación social, a la adquisición de conocimientos y habilidades laborales y sociales que impactarán positivamente en la sociedad”.
Se espera que los primeros voluntarios de la Alianza del Pacífico bordeen los 96 jóvenes en los siguientes dos años de este proyecto. En este sentido, Nicolás Preuss, Director de INJUV de Chile, valoró este espacio de participación y añadió: “En nuestro país, el voluntariado juvenil está cobrando mucho sentido tras las recientes catástrofes que afectaron a Chile y este tipo de iniciativas de integración permiten que nuestros jóvenes se nutran de la experiencia de sus pares en otros países para entender la realidad de un mundo globalizado y valorar el trabajo conjunto como hermanos latinoamericanos”.
En el caso chileno, de acuerdo a investigaciones del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), el 28% de los jóvenes ha realizado alguna vez actividades de voluntariado, triplicando el porcentaje de los adultos. Los canales de participación voluntaria corresponden un 54% al colegio o universidad, el 40% a la iglesia, el 33% a fundación o corporación, el 21% a familiares o vecinos organizados y el 9% a empresas. Las estadísticas no son lo suficientemente satisfactorias, aunque demuestran que el impacto económico y social que logra tener el voluntariado transciende no sólo lo local sino también el escenario nacional, convirtiéndolos en agentes activos de desarrollo en sus comunidades.